Oliver.
But you'll never be alone
I'll be with you from dusk till dawn
I'll be with you from dusk till dawn
Baby, I'm right here
I'll hold you when things go wrong
I'll be with you from dusk till dawn
I'll be with you from dusk till dawn
Baby, I'm right hereEran las cuatro de la mañana. Acabamos cerrando el trato en seiscientos dólares, por lo que me fui más feliz de lo que había entrado. Repetía las canciones cantadas durante el tiempo que estuve allí dentro, murmurándolas por lo bajo, mientras retomaba el camino a casa. Moría por contarle a Jeremy lo que había sucedido. El tipo del bar me pidió que volviera la noche siguiente, tenía abierto toda la semana, y yo era libre de servirle de entretenimiento cada que quisiera, con excepción de los sábados, pues una banda se presentaba esos días. Había entablado conversación con una pareja que estaba en el bar esa noche, clientes regulares. Me dijeron que la supuesta banda era muy buena, que de hecho estaba en ascenso y se rumoreaba que podría llegar a firmar con una gran discográfica.
Luego de la charla con la chica de cabello escandalosamente rojo y su novio pelón pero tatuado, llegué a casa sano y salvo, afortunadamente. Entonces le envié un mensaje a Jeremy, que me había bombardeado con cuestionamientos acerca de si ya había sacado al fetito de su encierro. No quería mentirle a Jeremy, pero como dije desde un principio no siempre querer es poder.
''Sí, le saqué antes de irme''. Contesté con simpleza. Le había mentido, claro, pero si no lo sabía no le haría daño, así que no pasaba nada. Tampoco es como que encontraría a James muerto la mañana siguiente.
Me fui a la cama tras poner mi móvil a cargar y después de haber guardado el dinero junto a los pocos ahorros que me quedaban. Seiscientos por noche era mucho, la vida nocturna me destruiría si tenía que quedarme hasta tarde en el servicio comunitario, lo cual solía ocurrir si había algún evento, pero por esa cantidad de dinero tenía que al menos intentar hacer un sacrificio. Estaba al tanto de que no sería un trabajo estable si me pagaban por noche, por lo que podían echarme cuando quisieran o ya no les sobrara dinero para pagar el entrenamiento.
Me desperté con una mala sensación al abrir los ojos por mi propia cuenta, contemplando la habitación más iluminada de lo que debería. Joder, me cago en todo. Aun me quedaban quince minutos antes de que se me hiciera realmente tarde. Me vestí unos jeans desgastados, un top gris y unas zapatillas, para poder correr a gusto si algo pasaba, debo asumir que no sería una sorpresa si el loco que me rompió las manos me persiguiera para volver a ponerme una paliza. Ese calzados, por práctico que fuera no me eran cómodas como los tacos, pero algo era algo. No quería verme pequeño, por algo siempre llevaba tacos. Pedí un uber mientras me lavaba la cara, y llegó antes de lo esperado. No me pude maquillar pero sí alcance a ponerme unos lentes oscuros, peinarme el cabello y tomar un pan para comerlo en el camino.
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Entrenando al Baby Boy.
Novela JuvenilMientras Jeremy comienza a explorar el mundo de los Sugar Babys, Oliver, un Baby Boy veterano es abandonado por su Sugar Daddy. Ambos deberán adaptarse a un mundo completamente diferente, donde el mimado aprenderá a conformarse y el conformista apre...