Apesta ver cómo los demás hacen planes para divertirse y tú no puedes participar aunque quieras, lo sé mejor que nadie ahora mismo.
Sidney, Mackenzie, Andrew y yo nos encontramos sentados en los taburetes del desayunador comiendo el tocino con huevos que el tío Luca ha preparado.
Yo masticaba en silencio el tocino, mientras con el tenedor jugaban con lo que restaba de comida. Sidney puso su mano en mi brazo, dirigí mi vista a ella y sonrió.
—Lamento que no puedas ir al río después de haber buscado con tanto esmero tu traje de baño, pero no te dejaré sola, me quedaré contigo.
Inmediatamente negué con la cabeza. Por muy triste que me ponga la situación con mi pie, no significa que deba arruinar la felicidad de los demás, sería muy egoísta de mi parte aceptar que Sid se quede en la cabaña conmigo y se pierda de nadar todo el día.
—No te preocupes, puedo cuidarme yo sola. Nada más es un tobillo torcido, no una pierna fracturada—le devolví la sonrisa.
Me levanté del taburete y apoyándome en el desayunador me bajé de él. De brinquillo en brinquillo llegué al otro lado de la sala para acomodarme en el sofá. Me senté, puse un cojín en la mesita que tenía en frente y coloqué mi pie en él.
Giré un poco mi cabeza y ví que todos me observaban aún desde el área de la cocina. Sus miradas me transmitían lástima, y yo no quería darles lástima. Todos sabían muy bien lo ansiosa que estaba por ir al río, pero nadie puede hacer nada para remediarlo.
—¡Tengo una idea!—exclamó Mack llamando la atención de todos. Bajó de un salto del taburete para venir hacia mí—, ¿Y si te llevamos con nosotros al río? Tú te puedes quedar sentada en la orilla y nos estaremos turnando para estar cada uno un rato contigo.
La idea no sonaba del todo mal, pero había otro problema, ¿cómo rayos me cambiaría la toalla sanitaria cada que lo necesite? Hay que recordar que estoy en mi segundo día, en el bosque no hay baños y no pienso esconderme entre plantitas para hacerlo, sería muy antihigiénico.
—Kenzie, olvidas algo—susurré—: mi periodo.
Se dió un golpe en la frente y deslizó su mano por su cara, parece que había pasado por alto ese detalle. Inmediatamente alzó sus cejas y volvió a dirigir su vista hacia mí, sus ojos brillosos sugerían que tenía otra idea.
—La casita del árbol podría servirte—susurró de vuelta.
Bueno, peor es nada.
[...]
—En serio, en serio lo lamento ________, no debí haberte retado—se disculpó Gavin por milésima vez.
Desde que lo ví, ha estado pidiéndome perdón, y por más que le he dicho que no hay resentimientos porque no fue su culpa, sigue haciéndolo cada que ve mi pie.
Ahora mismo, me lleva cargada en su espalda de camino al río, pues al final Kenzie me convenció y, si todo sale a como lo planeamos, tendré un buen día junto a los demás, aunque no vaya a nadar.
Por un momento, fijé mi vista en Bradley, quien caminaba más adelante que nosotros, junto a Theo, como ultimadamente ha estado haciendo.
De verdad actuaba raro, no se había acercado a mí en toda la mañana, ni siquiera me saludó. Como si fuera poco, cuando le pregunté si podría llevarme cargando al río, simplemente negó con la cabeza y se alejó sin más. Era como si tratara de evitarme.
Despejé mi mente de esos pensamientos, debe tener sus razones que seguro me dirá luego.
Cuando llegamos al tan mencionado río, Gavin me bajó de su espalda con cuidado. Me recosté junto a un árbol mientras todos dejaban sus mochilas en el suelo, Mackenzie y Sidney se quitaban los shorts y las camisolas que traían puestas y los chicos sólo se quitaban las camisetas, quedando todos en traje de baño.
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Sigueme La Corriente➡️Bradley Steven Perry y Tú
Fanfiction-¡Por favor! ¡No llames a la policía! ¡Te lo ruego!-me arrodillé Él se volteó y me miró confundido-¡¿Que haces?! Levántate de allí-hice lo que me dijo-No llamaré a nadie, si tu haces algo por mi -Depende de que se trate -Vas a fingir ser mi novia -¡...