Capítulo 47 - No soy idiota.

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Bradley's POV

—¿Sabías que hace unos minutos me refería a ti como "idiota"?—mencionó riendo ________—. Es increíble cómo las cosas cambian de un momento para otro.

Luego de decir aquello, se aferró más a mi cuello y descansó su cabeza sobre la mía. Estaba caminando de regreso al río mientras cargaba a la rubia en mi espalda.

Menos mal que a Gavin se le ocurrió dejar un camino de bayas mientras avanzábamos buscando a Lachey. Sólo espero que esas bayas no sean venenosas, pues a pesar de que el arbusto de donde las sacó no tenía muy buena pinta, él se tragó unas cuantas.

—¿Cómo es que mi hermana no te mató luego que me fuí?—preguntó de repente curiosa.

Reí recordando lo acontecido.

—Pues ella estaba apunto de darme una cachetada en la otra mejilla cuando Gavin la detuvo y le tomó de las muñecas para evitar cualquier golpe. Le expliqué las cosas y mi amigo reafirmó mis palabras, por lo que fue fácil hacerla entrar en razón, no como a alguien por aquí...

¡Pum! Un certero golpe en la cabeza por parte de Lachey que me hizo reír a más no poder.

—Idiota—masculló divertida.

—Pero soy el idiota que quieres y eso es más que suficiente para mí.

[...]

—¡Hasta que aparecen!—exclamó don Luca al vernos, con los demás a sus espaldas. Se acercó a _______—. ¿Estás bien, dulce? Sidney me ha dicho que te has lastimado aún más el tobillo.

—No pasa nada, solo necesito descansar un poco, iré a recostarme en la manta—se fue, con el señor Bianchi detrás de ella diciendo cosas como "nada de eso", "necesitas almorzar" y "luego te daré un masaje".

Yo por mi parte fuí en busca de mi mochila, pues ahí se encontraba mi almuerzo. Me senté en una piedra y destapé la pequeña bandeja, acto seguido le dí un mordisco a mi emparedado.

Sentí la presencia de alguien al lado mío, así que me volteé, topándome con Theo sentado junto a mí, cosa que hizo diera un pequeño brinco del susto.

—¡Diablos, rubio! La próxima vez avisa que estás ahí o me dará un patatús—le ví con los ojos entrecerrados mientras el reía producto de mi reacción.

—Tranquilo, sólo venía a conversar contigo un rato—dijo aún entre risas. Cuando logró calmarse, prosiguió—. Así que fuiste a buscar a _______ después de haberla asustado, interesante—dijo con cierto tono sarcástico.

Tragué en seco. ¿Qué rayos se inventaron Gavin y Sidney? Sin duda alguna historia demasiado estúpida que Theo no creyó.

—¿A qué te refieres exactamente con "interesante"?—pregunté con nerviosismo, pero intenté que no lo notara. Le dí otra mordida a mi emparedado para calmarme.

—Es que, según tu amigo y su novia, le diste un muy buen susto, tanto así que salió corriendo mientras ustedes reían, pero te preocupó que se perdiera y por eso saliste tras ella—contó y seguidamente soltó un bufido burlón—. No lo sé, pero hay varias piezas en esta historia que no encajan, cosa que la hace poco creíble. Eso es lo interesante, el por qué mientes.

Tosí, expulsando trozos de emparedado. ¿Será que este chico no es tan ingenuo como creí? ¿Y si ya sabe todo? Lo mejor ante todo será hacerme el loco.

Después de darle un trago a mi botella de agua, cerré la bandeja con mis emparedados y la metí a la mochila para evitar accidentes por si Theo vuelve a sorprenderme.

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