14- Recuerdo cómo solías pensar en silencio...

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『•◈ ────※{✧嵐✧}※──── ◈•』

—¿Puedes dejar de observarme? Es muy incómodo sentir tus ojos encima de mí todo el tiempo

—¿Quiere sentir otra cosa mía encima de ti?

—Maldito cerdo

—Je

Se encontraban sentados en la sala de sillones beige, desde que Dante se sentó en el sillón pequeño aterciopelado no quiso volver a ponerse en pie, pues le resultaba extraño que una cosa como esa fuera tan cómoda. La textura le recordaba a las crisálidas de los pequeños gusanos antes de convertirse en mariposas esqueléticas. Para él siempre había sido divertido usar las crisálidas de las mariposas más grandes como bolsas de dormir porque eran muy cálidas y protegían bien en épocas de invierno. Además, pasar por el prado donde estaban las mariposas le traían recuerdos buenos y malos, por lo que había evitado el contacto de esas crisálidas, al menos hasta ahora que estaba en ese pequeño sillón.

—¿Y bien? —Dante alzó la ceja. Tenía su pierna derecha sobre la otra y se acariciaba las sienes a medida que la observaba. — ya me tienes aquí ¿qué más quieres?

—Realmente no me creo que te hallas bañado toda tu vida con lluvia teniendo un río inmenso alrededor del bosque o dentro de...

—Nunca he salido del bosque, el lago externo es peligroso... pero no tanto como el interno, es decir, ¿Quién querría sumergirse en agua de Lete?

—¿Lete? ¿Qué es eso?

—Olvídalo, eres muy tonta para entenderlo..., mejor responde mi pregunta ¿Qué más quieres?

—No te sientas tan especial... —Amy lo miraba desde la barra de la cocina, con los codos sobre ésta y el ceño fruncido. — si te traje aquí es porque quiero respuestas

—Dices odiar a los demonios y tienes uno en tu casa, ¿qué clase de lógica es esa?

—No es lo mismo leer y preguntar a maestros que preguntarle a un auténtico demonio

—Sea lo que sea que quieras saber, no sé

—Ni siquiera he preguntado nada

—Por eso no sé, ni la pregunta, ni la respuesta

Amy puso la mirada en blanco, le desesperaba la actitud patética de Dante.

—¿Alguien te ha dicho que caes mal?

—No... —sonrió. —por lo general dicen otras cosas de mí

—¿Y eso es...?

—Ven... —hizo una seña con su mano, invitándola a acercarse, Amy, sin intención alguna se negó. —Está bien, quédate con las ganas de saber

—No iré contigo, seguro harás algo repugnante

—¿Cómo podría hacerlo si tengo básicamente todo el cuerpo sellado por tu absurda oración? Aunque intentara hacerte algo, no podría

Amy lo pensó una milésima de segundo, después de considerar aquello suspiró con pesadez. Accedió a lo que él le decía, despegó los codos de la barra y avanzó hacia él.

—Ven

—Sí, sí, ya entendí... —se aproximó un poco más, cuando estuvo frente a él, Dante dobló su dedo índice para pedirle que se inclinara

—¿Tan interesante es lo que dicen de ti?

—No sabes... —dijo con ironía. —acércate más

Demonio de Pandora (#1 Saga Devoción Inmortal) EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora