Demonio de Pandora (#1 Saga Devoción Inmortal) EDITANDO

37- ¿Es por ti o por qué más?

⊰·•────┈ • ⋆ °❈° ⋆ •  ┈────•·⊱

—¡Al fin! ¡Al fin vamos a cazar a otros demonios!

—No vamos a hacer eso Bástian... nosotros no practicamos canibalismo con nuestros inferiores

—¡Arthur! ¿Entonces para qué nos trajiste? ¡Es aburrido!

Arthur no le prestaba atención, simplemente continuaba caminando con sus hermanos en uno de los territorios que él poseía. Tenía una apariencia distinta a lo que comúnmente Arthur preferiría, ciertamente era enorme y lleno de diversidad en cuanto a árboles y criaturas. Pero la energía comprimida en ese sitio era más pesada de lo que Arthur podría conservar. Un sitio tan oscuro, deprimente y lleno de rencor podría ser peligroso si llegaba a extenderse por todos los territorios, por lo que prefería mantenerlo aislado y bien protegido. Incluso mandaba a sirvientes para mantener un control de ese bosque. No se explicaba como los hermanos Shaitán, dueños del territorio Sheol podrían haber obtenido un lugar como ese.

Aunque no era de extrañar, puesto que ellos eran príncipes dominantes de las almas rebeldes y en el bosque habitaban cientos de ellas.

Arthur, o mejor conocido como Abaddon había ganado ese territorio gracias a un arduo combate contra Bécquer o mejor conocido como Baal, segundo príncipe Shaitán que era conocido por ser insaciable y Vladimir, conocido como Verrine, tercer príncipe Shaitán que poseía la impaciencia.

Ambos hermanos, indignados por su imprudencia le advirtieron que las consecuencias de tomar algo que no era suyo y que no comprendía serían muy graves. Entre ellas, que podría salir al mundo terrenal si encontraba una fuerza de resentimiento aún más grande. Ambas energías podrían atraerse y generar un genocidio masivo.

Arthur pretendió no tomarle importancia, pero las palabras de ambos hermanos lo atormentaron continuamente y al final, terminó cuidando de ese lugar como si su vida dependiera de ello. Si nadie cuidaba ese bosque, su aura aumentaría y devoraría todo a su paso. No solo había obtenido ese bosque por poder o autoridad, sino que era un perfecto campo de entrenamiento para sus tres hermanos.

Ahmik o mejor dicho, Amon había denominado a ese bosque "Bestia" porque aunque estuviera lleno, siempre estaría en busca de más y más almas.

—Hace mucho frío... —replicó Liam

Arthur asintió.

—¿Comeremos algo de aquí? Se ve espantoso y sucio

Pero Arthur evadió su pregunta y Liam tuvo que rendirse en preguntar más. Si ellos quisieran, sus sirvientes deberían ser los encargados en traerles alimentos, pero Arthur no estaba dispuesto a hacer de sus hermanos unos completos inútiles, es decir...

Ellos eran los hermanos Akuma. Abaddon, Leviatán, Amaimon y Bélfelgor, ¿¡Cómo podrían ser débiles si pertenecían a un alto linaje!? Por lo que les enseñaría los secretos más oscuros del inframundo y sus tácticas demoniacas.

—Quiero que entre los tres me traigan un Leshii y no cualquiera, el más grande

—¿Qué es eso? —Bástian murmuró a Liam

—Espíritus demoniacos del bosque que se transforman en cualquier cosa

—¡Eso es un demonio! y claramente practicaremos canibalismo

—Bástian —respondió Arthur con el semblante serio. — no aplicamos canibalismo con nuestras legiones, solo con demonios ajenos a nuestro territorio

—¿Cómo sabremos que es el más grande? —replicó Dreyko. —debe haber demasiados aquí

—Solo hay tres y sabrán cuál es el mayor en cuanto lo vean... de aquí en adelante no los cuidaré, requiero un Leshii grande, vivo y fuerte. No me importa cuánto tiempo les tome, si no lo consiguen, ni se les ocurra poner un pie en casa o los golpearé con el látigo hasta que se rompa... —los tres tragaron saliva y él, indiferente miró hacia ellos, invitándolos a pasar al bosque. —así que... adelante