58- Llorando a las melodías de lo días que ya no están

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D R E Y K O

—Los mortales son solo juguetes —Liam se echó a reír. —¿Qué daño podrían hacernos unos juguetes de tortura?

—La conexión de un corazón mortal con el de un demonio solo puede traer infortunios... —dijo Arthur. —el señor Infernal dice que nosotros podríamos volvernos débiles, al punto de convertirnos en dichos juguetes

—¿Hablas... —replicó Liam. —de que podríamos volvernos mortales?

—¡Eso es espantoso! —reclamó Bástian

—Cada demonio tiene un sello en su piel... dicho podría borrarse si el contacto con los seres humanos se vuelve más fuerte, eso solo daría indicio de que nuestra grandeza se vuelve nula hasta hacernos débiles

—Qué horror —replicaron Liam y Bástian al unísono

—Pero el señor Infernal dice... que hay un tormento mucho peor que ese... —dijo Arthur, suspirando con pesadez. —uno que quema por dentro, carcome nuestro propio ser y nos vuelve apáticos, e incluso... que ni siquiera nosotros mismos podríamos reconocernos. El señor Infernal me dijo... que hiciera lo que hiciera... jamás, pero jamás, debía convivir con mortales, ni yo, ni ustedes, pues el único destino sería el de una tragedia

—¿Es... —repliqué en voz baja. —es eso cierto?

Él asintió. Miró hacia nosotros, sus ojos miel causaron un escalofrío que recorrió toda mi espina dorsal. Incluso, agitó mi corazón.

—Juren que jamás, pero jamás se enamorarán de un mortal... ni de eso, ni de un ángel

—¿Cómo sabes diferenciar cuál es cuál? —replicó Bástian

—Ambos son horribles —dijo burlón Liam. —por dentro y por fuera

—No escucho que juren... —Arthur frunció el entrecejo. —Juren por los siete abismos que jamás desobedecerán...

—Lo juro —Liam y Bástian dijeron al unísono, haciendo una cruz en sus pechos con el dedo índice. El lugar exacto en donde estaban sus corazones

—Dreyko... —la voz de Arthur se hizo más gruesa y yo tragué saliva con dificultad

El juramento es algo muy sagrado, tanto en el cielo como en el infierno... y, romper algo como eso solo trae consecuencias graves.

—Lo juro... —hice la misma cruz en mi pecho mientras tensaba la mandíbula

Suspiré con dificultad y cerré los ojos en cuanto terminé. Solo escuché como un latido sonó gravemente en mis oídos. No quería reconocer que la culpa estaba fluyendo a través de mi cuerpo.

—Me parece bien entonces —dijo Arthur

—Oye Bástian, ¿Alguien te ha dicho que tu ojo derecho se ve asqueroso? —dijo Liam, echándose a reír. —da asquito

—¡ARTHUR! DILE ALGOOO

—Liam, creo que eres el menos indicado para hablar si tienes esa lengua

—¿Qué? —alzó la ceja— ¿qué tiene de malo?

—Es la primera vez que te escucho hablar sin sisear, normalmente no sueles mantener bien las palabras

—Esssso no esss cierto —se cubrió la boca y enarcó las cejas. Bástian se burló de él, sacándole la lengua

—¿Qué dijisssste ssserpientita? —replicó Bástian. —¿por qué no te quitas las manos de la boca y respondes?

—Eresss un idiota

Demonio de Pandora (#1 Saga Devoción Inmortal) EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora