79- Por toda la eternidad... para ti, Dante Neberus

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—Y... ¿terminó así? —sus ojos se volvieron melancólicos. —¡Me siento peor que hace rato! Pensé... pensé... que terminarían juntos —dijo con los ojos empañados de lágrimas. —Madre, es espantoso...

—Sí... puede que lo sea —replicó entre risas. —pero... ese es el final

—¿No existe un después? ¿Un final alternativo donde todos terminen felices?

Negó dulcemente.

—No lo sé querido... puede que sí o puede que no... —suspiró. —mira la hora que es, mañana tienes que estar listo a primera hora

—¡Madre! —dijo al inflar los mofletes. —Pero antes quiero saber ¿Qué fue del príncipe Amaimon? Sufrió mucho ¿Y no recibió ningún tesoro a cambio? ¡Jen juró que algo bueno vendría hacia él!

—Oh... sí, bueno... respecto a eso —sonrió. —verás, la joven habló con su maestro tiempo después para saber lo que había ocurrido ¿y sabes qué pasó?

—¿¡Qué!?

—Pues...

***

Después de la restauración en Sacred Sanctity, Amy se enteró de ciertas cosas... entre ellas, que Elpis había sido selecta con ciertas personas para borrarles recuerdos. Había acontecimientos que ella no podría erradicar puesto que eran sumamente importantes, pero sí que alivió más el corazón de las personas y los hizo ser menos rencorosos y más compasivos. El joven LangXian fue reclutado por la corte del Buffet para que volviera a ser el líder, sin embargo, se negó. Tanta turbulencia fue demasiada para él, pero dijo que cuando su ayuda fuera requerida sin duda alguna podrían encontrarlo en las montañas, descansando frente a la gran estructura de loto. Aun si los siglos pasaran, él siempre sería el heredero fundador de todo Sacred Sanctity.

La corte del Buffet hizo cumplir su única petición, restaurar el nombre original a Lotus Sacred Sanctity. Según Amy recuerda en una de las cartas que el maestro le envió, le contó la anécdota ocurrida con Amaimon. Después de que él se marchara hacia las montañas.

LangXian yacía sentado en el frondoso pasto, mirando como el agua cristalina resaltaba su belleza con los rayos brillantes de la luna. Sus pestañas se sentían completamente bendecidas por el rocío fragante en el ambiente.

—Sé que estás ahí... —dijo en un hilo de voz, sin apartar la vista del frente.

Un sonido entre las ramas altas, después uno estruendoso por un golpe en el suelo y seguido de eso, una escabullida entre los arbustos.

—A-Xian...

Sin embargo, LangXian no se tomó la molestia en mirarlo o seguirle la plática. Siempre que escuchaba su voz, sentía que dentro de él algo se quebraba. Por ello, prefería evadirlo.

—Ya me iba de cualquier modo

Pero en cuanto dio la vuelta, fue rápidamente sorprendido por los ojos heterocromáticos de aquel demonio. Retrocedió de inmediato, temeroso de lo que pudiera hacerle. No podía evitar desconfiar de él o huirle, Amaimon siempre que veía esa conducta en el que había sido su mejor amigo, se sentía miserable. Quería remendar las cosas, solucionarlas o brindarle algo para obtener su perdón, sin embargo... él lo había dicho años atrás...

Un "perdón" o un "lo siento" no arregla todo.

—Quería sentarme contigo... —replicó Dreyko. —bueno... si no quieres yo no... ah...

LangXian resopló, vencido.

—Hazlo si quieres... pero no esperes a que alce mis mangas por ti

Demonio de Pandora (#1 Saga Devoción Inmortal) EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora