46- Pero ninguno se compara a ti

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『•◈ ────※{✧嵐✧}※──── ◈•』

Al despertar, Betzabeth yacía en una jaula de oro junto a las de Gael y Farah que la miraban con total desprecio. Su mente daba vueltas, parecía irreal que todo aquello hubiera sucedido una noche anterior, se negaba a creer que había sido descubierta por su superior. Abrió los ojos de par en par cuando recordó el libro, rápidamente se acercó a los barrotes pero inmediatamente fue desprendida por una carga eléctrica y una quemadura en sus dedos.

—No... no...

—Oh bienvenida a estas prisiones repugnantes Bet —dijo Gael con incredulidad. —o debería decir ¿Surgat?

—Cállate... cállate

—Y dinos Bet, ¿En dónde está su líder? ¿Sigue por ahí rondando sin hacer nada?

—¡Cállate!

Ella estaba furiosa, su principal objetivo ahora consistía en recuperar el libro y decirle a Henry sobre lo ocurrido. Explicar que tenían que salir de ahí lo antes posible si no querían ser cazados.

—Eleanore..., ¿Dónde está Eleanore? —con voz desesperada espetó Betzabeth y tanto Gael como Farah sonrieron

—¿Cuál es la prisa?

—¡No estoy jugando! ¿¡La vieron!? ¿¡Saben quién es!?

—¿Te refieres a la señora que te trajo aquí?

—¡Sí! ¡Sí! ¡Ella!

—No, ni idea... —dijo Gael, burlón

—¡Suficiente! ¡Yo-

—¡Será mejor que no hables maldita perra asquerosa! —en un tono amenazante y violento habló Farah, causando que Betzabeth retrocediera. Los once ojos con los que la veía le causaban desagrado. —si no fuera por ustedes, malditos demonios de Pandora... nada de esto estaría ocurriendo

—¡Eso no es verdad! ¡Nosotros-

—¿¡No!? ¡Atrévete a negar que uno de los tuyos causó un desequilibrio con nuestros príncipes y la hambruna! ¡Atrévete a decirlo!

—¡Me atrevo a decirlo porque no es verdad!

—¡Maldita perra!

Farah se lanzó contra los barrotes, pero fue arrojada hacia atrás.

—Nenas, nenas, dejen de gritar que solo me joden los oídos —dijo Gael con el entrecejo fruncido

—Jódete con tus oídos, ¡Eso no importa! —replicó Betzabeth

—Claro que sí, en especial si tengo la manera de escapar de este sitio

—¿Qué? —dijeron ambas chicas al unísono

—Escucha Surgat, tú llevas aquí solo un día y nosotros una semana... realmente no sabes las torturas que causan todos esos "líderes de artes demoniacas" nosotros ya hemos tenido suficiente... pero, necesito que nos ayudes si tú también quieres escapar

—¿Cómo puedo confiar en ti? Desde el principio has sido tan...

—Créeme... no nos convendrá estar aquí cuando la luna roja suba de nuevo, el caos y las muertes que Mefistófeles traerá serán el doble de lo que en la noche de las flamas azules y la destrucción del emblema de doce pétalos hubo...

—Imposible... eso no... —Betzabeth estaba cada vez más consternada, recordó la empuñadura de la espada de Eleanore e inmediatamente se volvió pálida. —¿Cómo la obtuvo?

—¿De qué hablas?

—Cómo... ¡Ah! Olvídenlo, necesito salir de aquí... necesito encontrar a Henry

Demonio de Pandora (#1 Saga Devoción Inmortal) EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora