4- Mi propósito siempre fue ser una cazadora

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『•◈ ────※{✧嵐✧}※──── ◈•』

—¡Amy! ¡Amy!

Ella se cubre la cabeza con su gran almohada y resopla, quejándose.

—¡Amy!

—Maldición —murmura —¿Por qué tan temprano?

—¡Ya levántate! ¡Ya es hora!

—¡Ya voy!

A duras penas se quita de encima las cobijas, observa el despertador. Seis y media, una buena hora de no ser porque ella no es una persona realmente activa desde temprano. Se queja mientras se sienta a la orilla de la cama y de pronto, se queda mirando sus zapatos como si tuviera dudas existenciales. Resopla y se pone de pie, mirar un zapato puede ser entretenido, pero eso no la va a ayudar a cambiarse. Se asea rápidamente y baja las escaleras a toda prisa, al llegar a la puerta y abrirla se encuentra con un Henry completamente fresco, atractivo y preparado para el día. Cargando consigo su arma en la funda que está en su cinturón negro, no es tan grande a comparación de las del resto, pero Henry sabe manejarla muy bien y a su favor. Su daga de plata con textura rugosa. El grabado de dos espadas en forma de llave atravesando un corazón en el centro y sobre ellas una corona. Es bastante simple y práctica, aunque muy filosa y amenazante. Tanto así, que con solo deslizar los dedos sobre el filo puede causar una herida profunda.

—¿Lista? —dice sonriente

—Sabes que no me levanto temprano...

—Lo sé, por eso vine, porque eras capaz de quedarte dormida e íbamos a llegar más tarde

Ella ríe en voz baja y le cede el paso a su hogar.

—Voy a comer algo rápido ¿no quieres?

—Gracias Ames, pero ya comí

—De acuerdo

Amy toma una manzana de su frutero, propinándole una enorme mordida. Saborea el jugo dulce que resbala por sus labios, Henry la observa desde la sala de estar. Es muy dulce a su parecer y no, no hablamos de la manzana.

—Vamos — Amy termina de masticar lo último que queda y le sonríe. — comamos más tarde juntos, ¿sí?

Asiente, entusiasmado.

—¡Es hora! —exclama él girando sobre sus talones

Apenas pasa cerca de la estantería junto a la puerta, resbala torpemente y se golpea contra ésta, quebrando pequeñas figurillas de arcilla. Nervioso, intenta detener la caída de los objetos pero resulta peor, pues algunas se escapan entre sus dedos y se rompen.

—¡Lo siento! —dice angustiado — ¡De verdad lo siento Ames!

Ella suspira.

—Descuida... has roto peores cosas

Él la mira avergonzado. «Qué imbécil» se dice a sí mismo.

—Tranquilo Henry... de verdad, no estoy enojada

Permanece callado.

—Hombre, eran figurillas viejas que hice por pasatiempo... no tienes que preocuparte, igual no habían salido tan bien

—Espero reponerlas, perdóname...

Ella camina hacia él, esboza una sonrisa tierna sin quitarle los ojos de encima. Los ojos esmeralda de Henry se iluminan. Ella le propicia una caricia en su hombro y luego ríe en un hilo de voz.

—Eleanore va a matarnos si llegamos tarde, pensemos en esto después ¿De acuerdo?

Asiente sin decir más.

Demonio de Pandora (#1 Saga Devoción Inmortal) EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora