Demonio de Pandora (#1 Saga Devoción Inmortal) EDITANDO

36- ¿Es por una o muchas pérdidas?

『•◈ ────※{✧嵐✧}※──── ◈•』

Dante extendió su mano, las criaturas insistían en llevárselo. Henry se aferró a una roca con su brazo y esperó a que tanto sus dedos como los de Dante, se entrelazaran.

Las yemas de sus dedos se rozaron, sin embargo, los cadáveres no perdonaron y fueron hábiles para alejarlo. La frustración en Henry crecía, a tan solo una corta distancia, Dante había sido retirado de su alcance. Se soltó de la roca y se dejó llevar por la corriente.

—¡Henry! ¡Henry! ¡Ten cuidado! —Amy corrió por las orillas, con las rodillas y tobillos ensangrentados, golpeándose contra las ramas. —¡Adelante hay rocas de lado a lado! ¡Cuidado!

Aunque Dante utilizó sus garras para quitárselos de encima o usó la energía de su cuerpo para separarlos, dichos cadáveres seguían sobre él como perros hambrientos. Cuando al fin pudo quitarse a dos de encima y sacó la cabeza, uno de ellos lo arrastró, y sin previo aviso, Dante se golpeó la cabeza con una de las rocas filosas. El río comenzó a teñirse ligeramente de rojo. Parecía que el eco de aquel golpe había resonado hasta los tímpanos de Henry. Uno de los cadáveres sujetó su rostro y abrió la boca, listo para extraer su alma. De nuevo irradió un color azul turquesa profundo y soltó un estruendoso grito. Henry llegó de nuevo, lanzando de una patada al cadáver y sujetando del cuello de la playera a Dante. Lo arrastró hacia el exterior y lo estrujó con fuerza cuando el camino lleno de rocas se hizo visible. Una tras otra piedra golpeó la espalda de Henry. Algunos golpes fueron tan severos que le abrieron heridas y su sangre se combinó junto al agua dulce. Pero a pesar de ello, no soltó el cuerpo inconsciente de Dante. Sostenía su cabeza contra su pecho y resistió cada uno de los golpes hasta que llegaron a lo que parecía ser el fin.

Amy tenía múltiples heridas en las rodillas y su corazón aún dolía. No se explicaba como una criatura fuera tan fuerte como para sacarle el aliento de vida en cuestión de segundos. Se aproximó hacia los chicos sin importarle la sangre que resbalaba hasta sus tobillos y gritó el nombre de Henry, quien había dejado el cuerpo de Dante en la tierra.

—¡Dante! ¡Dante! ¡Despierta!

Pero la sangre no dejaba de salir. Amy al ver esto, empalideció rápidamente y apresuró el paso.

—Henry, ¿Qué sucedió?

—¡No lo sé! ¡Se golpeó la cabeza!

Amy se sorprendió al ver las cejas enarcadas de Henry. No solo eso, sino que sus heridas sangraban más que las de ella. No podía deducir si él estaba llorando, después de todo, su cara estaba completamente empapada de agua dulce.

—¡DANTE! —gritó con desesperación y tocó su rostro. —¡DESPIERTA YA! ¡DESPIERTA!

Los párpados de Dante se movieron débilmente, sus labios temblaron e incluso sus dedos. Abrió los ojos con dificultad y miró hacia Henry. Solo fue cuestión de segundos para que Henry lo alzara de golpe y lo sostuviera con fuerza entre sus brazos.

—O-Oye... aun me duele, cabeza hueca...

—El que se iba a quedar sin cabeza eras tú ¡Idiota!

—Mierda... eso fue muy loco —esbozó una media sonrisa y se echó a reír. —hay que intentarlo otra vez

—¡No te burles! —Amy gritó con preocupación

Al percatarse de su voz, Henry soltó de golpe a Dante y él cayó de nuevo al suelo.

—Carajo Henry, ¡Al menos avísame!

—Casi mueren los dos —Amy soltó un enorme suspiro lleno de pesadez. —¿¡Qué demonios fue eso!? ¿¡Qué eran esas cosas!?