-UN DÍA DURO-

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— ¿Todos están bien? ¿Dorian, seguro que estás bien?— preguntó Dev abrochando su camisa

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— ¿Todos están bien? ¿Dorian, seguro que estás bien?— preguntó Dev abrochando su camisa.

—Sí, Dev... solo gasto vibraciones, pero en cuanto llegue al refugio sabré como aumentarlas. —Respondió quitado de la pena poniéndose su saco y los demás se rieron entendiendo su referencia.

—Y pensar que te creía el más serio de todos. — Comentó Ciro enviando un mensaje de texto.

—Debemos estar alerta, ¿se dan cuenta? Pensábamos que ya habíamos sacado a todos los protectores de la realidad de Krentz Corp, resultó que todos los inversionistas lo eran, ¿estás seguro de que tus mafias te ayudaron en eso Emerick? —Preguntó Kilian ajustando su cuello.

—No lo sé, ya no estoy seguro; la mayoría de las mafias que poseo eran de Maxwell, ahora es casi imposible estar tranquilo con la gente que trabajo.

— ¿Y qué piensas hacer?

—No te ofendas Dev, pero esto es asunto mío...

—Entiendo, tus mafias no son asunto familiar, por favor... si hay algo que le concierna a todos como el día de hoy háznoslo saber. — respondió Dev aceptando, él sabía que Emerick tenía muchas cosas bajo control, también sabía que su humor no era el mejor ya que no tenía tiempo ni de respirar, su vida transcurría en sus hijos, trabajo, mafia, familia y jamás en su tiempo libre para ser alguien que él quisiera.

—Sí, ahora me voy, tengo asuntos pendientes aún, los veré luego; lo hicieron... bien. — concluyó mirándolos desde el auto que Ciro había traído y mientras ellos reían por su sarcasmo él se marchó como si lo que acababan de hacer no tuviera mayor importancia.

Tranquilo prendió la radio y se relajó escuchando "Come Undone" de Duran Duran, esa canción tenía ciertos poderes que calmaban todas sus terminaciones nerviosas. No planeaba quedarse a un lado de todos ellos hablando de cómo mejoraría su vida al llegar y besar a sus mujeres, ¡Menos aun hablando de como elevarían las vibraciones! Sí, él estaba celoso de todos ellos, no los odiaba, solo sentía cierto coraje.

De camino compró una hamburguesa y una soda, no se las comía... solo las mantenía a su lado.

Condujo hasta lo que parecían ser unas bodegas abandonadas y bajó tranquilo, él día se comenzaba a nublar y eso lo hacía sentir peor. Tranquilo sacó sus llaves y abrió una de las bodegas que parecían estar lejos de la humanidad y el olor nauseabundo de alguien lo perturbó, y aun que lo mantuviera ahí metido durante meses jamás podría acostumbrarse a su hedor. Prendió el único foco que había y ahí estaba, encadenado... desnudo, con algunos dientes rotos y con laceraciones en un rincón de dicha bodega.

— Te traje tu cena...— comentó jalando una silla y se sentó, con fuerza arrojó la hamburguesa al suelo y la soda se la arrojó directamente a él, haciendo que se empapara todo. — ¿Listo para nuestra charla de hoy Antwan? — Le preguntó mientras él se devoraba la hamburguesa esparcida por el suelo como si no hubiera comido en días y... sí, literalmente no había comido en días. — Hoy es él día después de muchos días, en el que me vas a decir los nombres de las personas que secuestraron a Rosael, y más te vale que no digas de nuevo que fuiste tú, ¿Cuántos dientes te quedan? ¿Cinco? Entonces responde bien para que puedas conservarlos.

Engatozada: EmerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora