30 SEGUNDOS

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Mientras conducía se le veía increíblemente molesto, la situación que estaban afrontando él y su familia no era nada fácil, peor aún  después de haberle quitado a la P

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Mientras conducía se le veía increíblemente molesto, la situación que estaban afrontando él y su familia no era nada fácil, peor aún  después de haberle quitado a la P.D.R las acciones originales de Krentz Corp. Iba totalmente perdido en sus pensamientos cuando su teléfono sonó.

—aquí Emerick.

—Señor Krentz ya está todo listo para lo que me pidió. — comentó la voz de su secretario inundando su camioneta negra y polarizada.

— ¿Auditorio Beethoven? ¿A las 11.00am en punto? ¿Todas las invitaciones? — le cuestionó con voz autoritaria sin quitar la mirada de la carretera, ya que últimamente varias camionetas y autos negros lo seguían.

—Sí señor, todos los inversionistas de todas las empresas de Krentz Corp estarán ahí, dejé claro en las invitaciones que el código sería un Juliette

—Gracias Mark, recuerda hoy tienes el día libre, por favor si el día de mañana por algún motivo no voy a la oficina localiza a Morgan Leblanc. — Colgó y volvió a marcar a un número desconocido. —  Confirmo: Foxtrot, Mike,  Delta, Kilo, Delta, Romeo, Alfa, India. — Dijo fuerte y claro sin decir una sola palabra más y colgó de nuevo para después arrojar su celular por la ventana en un lugar lleno de pastizales.

Varios minutos después arribó al Auditorio Beethoven, se colocó un moño de gala y al bajar de su auto caminó con un maravilloso andar felino mirando desafiante a los alrededores del estacionamiento abandonado donde se encontraba. O todo salía muy bien... o todo se iría al diablo, con Emerick no tendrías jamás términos medios.

Al entrar al auditorio un hombre que usaba una máscara blanca le colocó en los hombros una capa negra y sin decir una sola palabra caminó de tras de él hasta entrar al salón donde por fin aclararía todo. Emerick caminó en silencio mientras todos los presentes quienes vestían de negro también lo observaban llegar al pódium. Él respiró pesadamente pensando en cómo estar tranquilo en una situación tan delicada.

—Bienvenidos  a nuestra reunión anual de ejecutivos e inversionistas de Krentz Corp. Caballeros... este año la reunión tuvo que llevarse a cabo en este auditorio para tener más... privacidad. —Más de ochocientos hombres vestidos con capas negras lo escuchaban con suma atención sin decir una sola palabra. — Así que hoy mismo se decidirá si su futuro en Krentz Corp continua o... no. —De repente sus palabras comenzaban a preocupar a todos los presentes, algo no andaba bien con su jefe.

— ¡¿pero a que se refiere señor Emerick?!— gritó un valiente poniéndose de pie, Emerick por otro lado intentó controlarse para no cortarle la cabeza.

—Últimamente se han encontrado a personas de dudosa... procedencia queriendo adueñarse del trabajo de la familia Krentz, de mí familia. Así que les voy a dar dos oportunidades de vivir. — Y seguido de sus palabras aparecieron cuatro hombres también encapuchados cerrando el paso de las cuatro puertas laterales. —Si ustedes  no responden  a la primera pregunta... se largan de Krentz Corp y de este mundo. —De nuevo todos los presentes comenzaron a susurrar espantados sin saber que pensar.

Engatozada: EmerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora