Emerick alzó la cara e intentó olfatear a Orión en alguna parte de la casa, pero un mes sin verla había debilitado los recuerdos de su rastro, al entrar a lo que parecía ser la habitación de una niña logró seguir el rastro de la pequeña.
— ¿Hueles eso? Creo que Neóno tiene encerrada a una niña, no debe estar muy lejos por que la percibo, tal vez la niña tenga información de Orón... vamos— le dijo decidido y bajó las escaleras, a punto de ser descubiertos por la señora que antes abrió la puerta ambos se escondieron y no hicieron ruido, la habitación donde estaban era sin dudas la oficina de Neóno, mientras Emerick esperaba a que la señora se alejara para salir, Morgan llamó su atención.
—Mierda Rick, mira esto...—Le dijo para que él observara las paredes tapizadas con las fotografías de Cameron, él al girarse miró con atención todo lo que albergaba la enferma mente de Neóno.
—ese hijo de la gran perra... debemos darnos prisa, no quiero que Cameron lo aguante más tiempo, un segundo... Orión estuvo aquí, —olfateó al aire y asintió— si ahora percibo su rastro, creo que está con la niña, ya entiendo... ella debió encontrar esta habitación... y Neóno la descubrió, él no debió quedarse con las manos cruzadas, y si hubo una niña en medio de todo esto... estoy completamente seguro de que Orión la quiso proteger, tenemos que continuar.
De nuevo salieron y esta vez la señora ya no estaba, sin tiempo que perder bajaron las escaleras y abrieron la última puerta del pasillo, cierta puerta parecía ser de acero, por suerte Neóno estaba tan confiado de que nadie jamás entraría en su casa que se atrevió a dejar la llave pegada a la puerta.
—Espera Rick... conozco el material de la puerta, es Grafeno... si ellas están adentro no pueden usar magia, si vas abres la puerta aléjate de inmediato... no queremos que Orión te arranque la cabeza en un impulso por escapar.
—Bien... alerta a cualquier movimiento, cúbreme. —Emerick giró la llave con fuerza y al abrir no sucedió nada, ambos se asomaron y mientras Morgan cuidaba Emerick entraba, ahí estaba Orión aún en forma de gata y la pequeña Liv débil.
— ¿Emerick?— preguntó Orión y salió de la habitación para convertirse en humana, de inmediato entró de nuevo y se arrojó a los brazos de Emerick quien no decía nada, con abrazarla y sentirla entre sus brazos bastaba.
—Tranquila mi amor... ya estoy aquí, todo estará bien...— la besó y recobró las fuerzas.
—Liv necesita agua, esta deshidratada, intenté mantenerla despierta pero durante la noche hacía un frio horrible, pensé que no sobreviviría, —Se separó de Emerick y cargó a Liv para sacarla de esa siniestra habitación... — ¿Cómo es que están aquí? ¿Por qué me recuerdas? ¿Cómo entraron sin que Neóno les hiciera algo?— preguntó caminando hasta la cocina.
—Cameron lo está distrayendo, ¿esta niña... es hija de Neóno?— preguntó Morgan y ella sonrió.
—No, se llama Liv y es hija de Romeo, Neóno la adoptó desde que nació, el demente ha dejado que ella absorba magia de otras personas, tiene un poder increíble, Neóno hizo esto para ahorrarse a todos los niños Krentz, planeaba usar solo su magia para el hechizo que quiere hacer, yo le he convencido de que aún no está lista para ganar tiempo, pero él planeaba ocuparla en dos días, así que tenemos que sacarla de aquí, no tienen idea de lo que esta pequeña significa para los lideres futuros.
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Engatozada: Emerick
Fantasy(ENGATOZADA Parte 6) Una linda gata como Orión jamás habría salido de su linda y acogedora casa, tenía una familia que la amaba y su vida era perfecta, ¿Como una gata domestica había terminado en los brazos de Emerick Krentz? Parecían espíritu...