(ENGATOZADA Parte 6)
Una linda gata como Orión jamás habría salido de su linda y acogedora casa, tenía una familia que la amaba y su vida era perfecta, ¿Como una gata domestica había terminado en los brazos de Emerick Krentz? Parecían espíritu...
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— ¡Con un demonio... lo que faltaba!— gritó Inés al leer la carta y Orión no sabía de qué se trataba. —Escucha, tengo que atender unos asuntos importantes de nuestra familia, ven conmigo. — Ambas salieron de la cocina e Inés comenzaba a estresarse. — ¡Ciro! — le llamó un poco desesperada.
— ¿Qué ocurre? — preguntó entrando por la puerta trasera en forma de cuervo y se paró en el sombrero de Catriel, pero él ya acostumbrado a que él hiciera lo que quisiera no dijo nada.
—Están a punto de atacar el refugio de Merlín, esos malditos bastardos se están aprovechando de lo que ocurrió aquí, necesitamos que Orión aprenda a controlar su magia.
— ¿quieres que yo la entrene?
—No, quiero que despiertes a Dorian, ¡Solo a Dorian! Tu eres el mejor hechicero, si me voy y planean atacar la mansión de nuevo serás el único a cargo, así que deja que él la entrene, siendo gato solo le dará indicaciones, explícale todo y dile que estaré bien. — le explicó casi sofocada.
—Oye, ¿A dónde irás?— preguntó Orión temerosa de que Inés la abandonara también.
—Orión, volveré pero necesito que aprendas lo que Merlín te mostrará ¿entiendes? Los niños Krentz podrían estar en peligro.
— ¿Mis hijos están en peligro? — le cuestionó Catriel un poco espantado.
—Iré por todos ellos y los traeré aquí Cat...
—Yo iré contigo... —dijo de inmediato.
— ¿Estás seguro? Podría ser peligroso.
—No te preocupes hermano, yo me quedaré a cargo de la manada mientras no estás, ve tranquilo. —comentó Máximo y Catriel asintió.
—Entonces vamos, no hay tiempo que perder— Inés abrió un portal directo al refugio y miró una última vez a Orión. — Esfuérzate, solo así regresará Rick, volveré.
Cuando los dos desaparecieron de la mansión, Ciro se volvió humano en segundos y Orión lo miró un poco desconfiada.
—Vamos a despertar a Merlín, ven... —le dijo y avanzó hacía las escaleras lento, como la gata que siempre había sido siempre desconfiaba de todo lo que se moviera, no importaba que la persona le dijera que no era enemigo, los instintos gatunos la defraudaban. —Oye, sé lo difícil que está pareciéndote todo, no es normal despertar un día y ser humano, pero necesitamos confiar en nosotros querida, dame tu mano. —Le indicó Ciro y le estiró su mano, ella un poco tímida le dio la suya y Ciro le puso la palma en su pecho. — ¿Sientes eso? Es mi corazón, la mujer que amo está dormida y no podrá ser humana, no sin tu ayuda, la necesito, todos en esta familia te necesitan, ¿confías en mí?—Orión asintió y Ciro aprovechó que estaba tomando su mano para hacerla caminar más rápido, entraron a la habitación donde estaban todos los Krentz dormidos y Ciro de inmediato buscó a Dorian para separarlo del resto, pero mientras lo preparaba para despertarlo Orión encontró a Rick durmiendo, sintió nostalgia Y Ciro lo notó.
