Naruto levantó las manos para sujetarse a los hombros de Sasuke y hundió las uñas en los poderosos músculos. Al tener ese punto de apoyo, se incorporó un poco en busca de su boca.
Temblores de placer se extendieron por todo su cuerpo como las gotas de lluvia una tarde de verano.
—Eso es, Naruto. Sujétate a mí.
Sasuke le tumbó con ternura hasta que la espalda del doncel quedó sobre la cama.
—Eres un festín para los ojos.
—¿Por qué sólo me dices cosas bonitas cuando estamos en el dormitorio? —le preguntó Naruto con un mohín.
Sasuke se apartó y le sonrió.
—Porque es el único lugar donde me obedeces.
Naruto cerró el puño y le golpeó sin malicia en el hombro. Sasuke le atrapó la muñeca y le colocó el brazo por encima de la cabeza, reteniéndolo allí mientras con la otra mano le acariciaba los pezones.
Le pasó los dedos despacio, sin prisa, dibujando líneas sobre su pecho. Después pellizcó un pezón entre los dedos y al principio tiró con suavidad, pero después lo hizo con más fuerza.
Cada tirón causaba oleadas de placer en el interior de Naruto. Su miembro se estremecía. Cerró las piernas y arqueó la espalda en busca de más caricias.
Entonces Sasuke agachó la cabeza hasta que le rozó los pezones con su aliento.
Naruto gimió nervioso y le costó reconocer los sonidos que escapaban de su garganta.
La ardiente lengua de Sasuke se deslizó sensualmente por su pezón y humedeciéndolo.
Le soltó la muñeca para recuperar esa mano y poder acariciarle también el otro pezón. Lo acarició y masajeó.
Lamió un pezón y le depositó un beso en la punta antes de repetir el proceso en el otro.
Naruto se quedó observando cómo se movía la melena negra de Sasuke mientras succionaba.
Con cada succión de sus labios, el cuerpo del doncel se iba tensando más de deseo hasta que se quedó completamente rígido.
Incapaz de seguir resistiéndose, hundió los dedos en el espeso pelo negro de su esposo, los deslizó por los mechones que le caían por las sienes y tiró de él cuando dejó de besarle.
Sasuke se rió y retomó lo que estaba haciendo, entonces Naruto le soltó el pelo para seguir acariciándoselo suavemente.
—Tengo intención de volver a saborearte, quiero volver a recorrer cada rincón de tu cuerpo con mi lengua —susurró Sasuke.
Naruto cerró los ojos y las manos le cayeron inertes sobre el colchón cuando Sasuke dibujó un camino de besos sobre su vientre dirigiéndose a su entrepierna.
Entonces Sasuke se tumbó de lado y colocó una de sus fuertes manos en la pelvis de Naruto.
Apoyándose en un codo, jugó con el despierto miembro del doncel.
Naruto se murió de vergüenza, pero al mismo tiempo le fascinó la caricia.
Una parte de sí mismo quería cerrar las piernas y apartarse de él y otra quería separarlas y permitir que le tocase más fácilmente.
Sasuke movió la mano con cuidado y fue acariciando su entrepierna hasta que Naruto estuvo completamente húmedo.
Deslizó un dedo hasta su entrada y después dibujó círculos en aquella zona tan sensible.
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Nunca te enamores de un Uchiha
AléatoireSasuke Uchiha era un joven temerario y enamoradizo que estuvo a punto ver a su familia destruida por culpa de la traición de una mujer. Por eso ahora antepone siempre la lealtad que siente por los suyos a los deseos de su corazón y accede a casarse...