Capítulo 24

11.1K 925 280
                                    

—En circunstancias normales, nunca te aconsejaría contradecir a tu esposo, pero los hombres del clan creen que te ha hecho daño y te aseguro que no les hace ninguna gracia. Si no haces acto de presencia, Lord Sasuke probablemente tendrá que enfrentarse a una revuelta.

Naruto levantó la cabeza para mirar a Tsunade y después buscó a Shisui, que estaba de pie con los brazos cruzados, escuchando la conversación.

La anciana miró exasperada en dirección al guerrero.

—Dices que Sasuke no se ha tomado nada bien la noticia del bebé —le dijo el doncel a Tsunade, prosiguiendo la conversación.

—No, yo no he dicho eso —replicó ésta.

—Pero no se lo ha tomado bien —insistió.

—No sé qué clase de reacción ha tenido. Le ha ordenado a su hombre de confianza que se asegurase de que no te levantabas de la cama y que no salías del dormitorio y luego se ha ido pasillo abajo.

— ¿Y no te parece raro que haya reaccionado así al enterarse de que iba a ser padre? —le preguntó Naruto, sarcástico.

—Dale tiempo. Es obvio que no estaba preparado para recibir esa clase de noticia.

—Yo tampoco —masculló Naruto.

Tsunade negó con la cabeza y dijo algo en voz baja. Luego se puso en pie y gesticuló con las manos en el aire.

—Mira que sois tontos los dos. No sé por qué os extraña tanto que estés embarazado. Os habéis esmerado mucho en conseguirlo.

—Yo no estaba preparado —se defendió Naruto.

—¿Y crees que los bebés esperan a que sus padres estén preparados? —Tsunade sorbió por la nariz y siguió negando con la cabeza—. Tienes meses para prepararte. No tardarás en hacerte a la idea. Alégrate de no encontrarte mal. Al parecer, de momento el único síntoma que tienes es que estás cansado.

Naruto arrugó la nariz.

—Ahora que sé que estoy embarazado, seguro que empezaré a vomitar por la mañana.

Tsunade se rió.

—Seguro. La mente a veces nos juega malas pasadas.

Naruto se puso una mano en el vientre, todavía plano, y sintió un temblor recorriéndole el cuerpo. Levantó la vista y miró a la mujer.

—¿Y si no soy una buena madre?

Tsunade le contempló con ternura y se sentó a su lado en la cama. Entonces miró a Shisui y le indicó que se fuera.

El hombre frunció el ceño, pero les dejó solos, aunque les aclaró que iba a quedarse frente a la puerta.

Tsunade volvió a dirigirse a Naruto y le cogió la mano.

—Serás una madre maravillosa, Naruto. Eres muy leal y protector con tu gente y con quien lo necesita. ¿Cómo vas a ser menos con tu hijo? Te preocupas demasiado. Cuando te hayas hecho a la idea, verás que todo saldrá bien.

Naruto suspiró.

—Espero que tengas razón. De momento, a mi esposo no parece entusiasmarle la paternidad, a pesar de lo mucho que le ha gustado plantar su semilla. El día de nuestra boda fanfarroneó diciendo que antes de que celebrásemos nuestro primer aniversario tendría un heredero. Supongo que sabía de lo que hablaba.

—Lord Sasuke tiene muchas cosas en la cabeza, muchas responsabilidades. Seguro que rectificará. Es probable que la noticia lo haya dejado impresionado. Ya lo verás. Antes de que te des cuenta, estará contándoselo a todo el mundo y presumiendo de virilidad.

Nunca te enamores de un UchihaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora