CAPITULO 3

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Para Víctor el despertar de su letargo era algo realmente agotador, sólo el dulce aroma que no logró identificar fue lo único que su conciencia captó con nitidez, era un suave y acogedor aroma, el cual trató con todas sus fuerzas de conservar, int...

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Para Víctor el despertar de su letargo era algo realmente agotador, sólo el dulce aroma que no logró identificar fue lo único que su conciencia captó con nitidez, era un suave y acogedor aroma, el cual trató con todas sus fuerzas de conservar, intentaba despertar pero su conciencia se sentía nublada, con toda la fuerza abrió poco a poco sus ojos, la luz cegaba sus ojos, su cuerpo se sentía pesado, poco a poco la conciencia regresaba, movía su cabeza tratando de saber de dónde provenía aquel agradable aroma, un movimiento un poco brusco le dio paso al dolor en su pecho, cerrando sus ojos dejando pasar poco a poco el dolor hasta que se iban acostumbrando, el suave tacto de una mano sobre sus nudillos lo hicieron retomar la conciencia poco a poco, dando paso a unos hermosos ojos verdes lo miraban con infinita ternura y preocupación a través de unas espesas pestañas plateadas.

-Vitya, gracias a dios que despiertas, no sabes lo preocupada que he estado

-Que sucedió, no recuerdo nada, estaba practicando y luego no logro recordar nada

-Trataste de hacer un triple Axel, que tenías prohibido practicar sin tu entrenador presente, y tuviste una falla cardiaca, al parecer tienes un defecto cardiaco al igual que tu mamá- gruesas gotas caen por sus hermoso ojos, a la madre de Víctor le cuesta trabajo hablar de su mamá, aunque ya han pasado cinco años desde su muerte, pero al ser destinatarias es muy difícil vivir uno sin el otro, por lo que Víctor ha leído que se necesita mucha fuerza para continuar viviendo si tu destinatario muere, en especial si están enlazados. Sabía que ella había sobrevivido para cuidarlo pero se veía más decaída algunos días, como en este momento.

-lo lamento madre- realmente me siento horrible al herir a mi madre de esta manera

-No te lamentes Vitya, no es algo que pudiéramos prever

-¿Por qué estoy en este cuarto aislado?, ¿tengo algo contagioso? - desesperadamente comencé a buscar algún defecto en mi perfecta nívea piel

-No Vitya, pasó algo raro cuando te trasladaron desde cuidados intensivos a tu habitación, cuando te estaban acomodando en el cuarto entraste en pre-celo, el otro chico que resultó ser el hijo de Yakov, se puso muy grave cuanto sus feromonas chocaron, por lo que tuvieron que ser sedados y separados para evitar que él se pusiera más grave

-El viejo Yakov, tiene otro hijo a parte del gatito gruñón, no entiendo porque de repente tuve mi celo

-Cariño, encontraste a tu destinatario, pero él es muy frágil, y al estar cerca de ti se puso muy mal, por lo que llevan sedados casi dos días

-¿Cómo es él?, ¿es lindo?, quiero verlo, es el que huele tan delicioso no sé qué sea ese aroma pero es delicioso, ¿dónde está?- estaba a punto de salir corriendo a buscarlo, si no fuera por el punzante dolor que le impedía moverse tan fácilmente

-Calma Vitya

-Cómo quieres que me calme, después de todo lo que me has dicho, lo quiero ver ya- como un casi adulto lo único que se le ocurre es hacer un puchero para obligar a su madre a llevarlo con él, cosa que le causó a su madre que estallara en un ataque de risa, a lo que al parecer de Víctor era una propuesta totalmente razonable, lo cual provocó que tratara por sus propios medio de llegar a él, lo que la hizo reaccionar y accediera aunque fuera en silla de ruedas.

Víctor nunca había estado en el pabellón infantil, ya que las únicas veces en que tuvo la desgracia de pisar un hospital, lo había pasado en urgencias

Pese a que se veía como un lugar alegre, él asqueroso olor a desinfectante que tenía en este lugar lograba ponerlo de mal humor, había muchos niños en las diversas habitaciones por las que pasaba hasta que poco a poco el tenue aroma que lo despertó se hizo presente, aún siendo muy sútil flotaba hacia él como incitándole a acercarse, tan perdido como estaba en sus pensamientos que no se percató cuando su madre, se detuvo frente a una habitación de cristal aislante como en la que despertó, fue cuando lo vió, se encontraba durmiendo cual princesa de cuento, que por alguna razón, estaba rodeado de peluches de cerdito

-Es hermoso- tiene una suave y tersa piel, como la primera nevada del invierno, una nariz pequeña y respingada, labios suaves y de un hermoso color durazno ligeramente abiertos, un suave y obscuro cabello cual noche sin estrellas, unas largas y abundantes pestañas, que se movían al compás de sus parpados, que poco a poco se abrían para mostrarme los más hermosos inocentes ojos, color vino.

-Cierra la boca Vitya- la voz de su madre y el sonido de la cámara fue lo que le quitó del embrujo en el que estaba al ver al más hermoso ser que había visto jamás, cuando regresó su vista una bolita de sabanas estaba en su lugar.


-Cierra la boca Vitya- la voz de su madre y el sonido de la cámara fue lo que le quitó del embrujo en el que estaba al ver al más hermoso ser que había visto jamás, cuando regresó su vista una bolita de sabanas estaba en su lugar

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Feliz viernes ¡¡¡

les dejo la tercera parte, no se olviden votar

Sayonara

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