Betterswett Memories

CAPITULO 20

Para el Omega el día pintaba muy bien, la noche en el hospital lo había hecho menguar el dolor constante, había despertado con la determinación de su decisión, tomaría una disposición que tal vez, cambiaría su futuro pero no iba a dar marcha atrás.

Minako Sensei lo dejo en su casa, solo después de jurarle que a la menor molestia le hablaría, decidió darse un baño ya que sentía en si el olor a antiséptico se aferraba a su piel después de dormir en el hospital, se vistió con una blusa corte en v, unos jeans ajustados, y sus convers negras, pidió comida y se sentó en el suelo de su habitación con la caja entre sus manos, era el último momento para arrepentirse, pero él sabía que esa no era ya una opción, saco la jeringa que contenía una fuerte cantidad de medicamento que anularía sus celos y parte de su constitución Omega, era un tratamiento muy arriesgado ya que el uso continuo de este, podría provocar esterilidad permanente, por ello el doctor la había descartado desde el principio, pero si quería aferrarse a Víctor y su sueño era un riesgo que estaría dispuesto a tomar, toma la caja que hace unos días había llegado por internet y se inyecto la primera dosis, la escondió en su closet y fue a limpiar la sala a esperar a que Víctor llegara.

La noche para Víctor había sido un desastre sabía que la conversación que tendría ese día con Yuuri, podría arruinar lo que con tanto trabajo había logrado, pero prefería saber la cruda realidad, a vivir engañado en una falsa felicidad viendo sufrir a su Yuuri, con mano temblorosa toco el timbre de su casa, respiro profundamente y usando todo su autocontrol para poder hablar con él y no solo abalanzarse sobre el como él día de ayer, espero a que abriera la puerta.

-Hola cariño- le dijo Yuuri a Víctor con un efusivo abrazo, se veía hermoso su piel se veía lozana un suave rubor en sus regordeta mejillas, su piel suave y hermosa, su tímida y feliz sonrisa estaba puesta sobre sus carnosos y deliciosos labios- Adelante, vamos a la sala- su mano cálida sobre la del joven y enamorado Alfa.

Víctor podía oler el nerviosismo de Yuuri por lo que trataba de parecer tranquilo y no alterarlo más, fueron y tomaron asiento en la sala de la casa

-Necesito, hablar contigo, después de la presentación de la obra, me ofrecieron entrar al campamento de verano en el Bolshói, son tres meses en los que me tendría que ir a Moscú, mis padres y Yura irán conmigo, nos quedaremos en la casa de Moscú y me dijeron que podrías ir unos días si tu querías.- Se veía radiante con la noticia, sus ojos relampagueaban de la emoción, sus manos jugaban con sus dedos denotando su nerviosismo, pero el anhelo era algo que no podía ocultar.

-Eso es genial, pero crees que es la mejor decisión, supe por mi mamá que estuviste hace unos días en el hospital, no crees que te estas exigiendo demasiado, es más de lo que tu cuerpo puede aguantar y tú eres tan egoísta al pensar como el sobre esfuerzo puede ayudar a que tu enfermedad avance más rápido, porque no me dijiste que estuviste en el hospital, porque aceptaste el ir sin siquiera decírmelo, se supone que estamos juntos creo que es lo mínimo que una persona debería de tomar en cuenta cuando esta con otra en una relación- el aroma de Alfa enojado cubría toda la sala, el joven alfa daba vueltas en la sala mientras gesticulaba exageradamente, su enojo por las mentiras y el obvio descuido a su persona había llegado a un punto álgido del cual no podía simplemente hablarlo, había termina gritándole todo lo que estaba reprimiendo desde anoche. La pesadilla que lo atormentaba cada vez que cerraba sus ojos.

Víctor y Yuuri se encontraban besándose en  la habitación de Víctor, los dulces dedos de Yuuri acariciaban sus mejillas, se desplazaban atreves de su cuello, hasta su torso desnudo, los dedos de Víctor recorrían las suaves curvas de Yuuri hasta su gloriosa curva posterior, sus labios posados en sus rosados botones donde la dulce melodía salía de los labios del Omega, sus cuerpos se fundían en uno, cada toque era un paraíso, cuando al fin se unieron en uno no existió más felicidad que ese instante, sus respiraciones se acompasabas sus besos eran dulces y tiernos, el choche de sus cuerpos se sentía lo más correcto del mundo, Yuuri  apretaba las caderas de Víctor con sus piernas para sentirlo más cerca, su nariz recorría su cuello sus lengua hacia su glándula Yuuri movió su cabeza para darle total acceso a Víctor, sus colmillos asomaron de la boca de Víctor y reclamo a Yuuri para sí, el gemido fue suave y dulce la embestida profunda y sus cuerpos y almas al fin eran uno, lamió la herida mientras el cuerpo de Yuuri se hacía más laxo, su respiración desaparecía, atreves de su lazo sentía como el calor se volvía hielo, Víctor volteo y lo vio, el cuerpo frió y sin vida del amor de su vida.

Víctor seguía furioso, con Yuuri, con el destino, seguía caminando de un lado a otro hasta escuchar el lamento del Omega, que se encontraba hecho bolita en el sillón, su hermoso rostro contraído en dolor, Víctor detuvo su andar, quiso ir hasta donde se encontraba y refugiarlo en sus brazos, pero no pudo moverse simplemente cayo donde estaba y comenzó a sollozar, ambos lloraban sus decisiones, se lamentaban de su futuro, cuando la última lagrima de los ojos de Víctor, se levantó y se fue sin mirar atrás.