Betterswett Memories

CAPITULO 25

Ese día tumbado de espaldas en su cama, se sentía miserable, las noticias que la noche anterior le había dado Chris, lo tenía muy desanimado, pero tenía una promesa que cumplir, llevar a Yura a la fiesta de Emil, para que pudiera ver al Dj Kazajo, no importa lo mal que estuviera su cuerpo y el dolor punzante que nuevamente lo atormentaba, pasaría todo el tiempo posible haciendo feliz a su hermano, las practicas eran cada vez más rudas,  ya que estaba a una semana de las festividades, el trabajo era cansado, la escuela era aburrida, y no tenía el suficiente valor de hablar con Víctor, pese a que Luka trataba de hacerlo razonar para que hablara con él, que le contara toda la verdad, y se disculpara por el dolor que le había causado, pero era demasiado cobarde para hacerlo

-Cerdo levántate, tenemos una fiesta a la que ir

-Yura, déjame descansar, acabo de llegar de las prácticas y estoy cansado, además Luka tiene una cita y  tendremos que esperar que pase por ella para que nos recoja,  relájate- lo jalo y lo acostó a su lado

-Te sientes mal cerdo, no te obligare si no te sientes bien –Yura lo abrazaba mientras se recostaba a su lado

-No te preocupes, tome mis medicamentos, solo déjame dormir media hora y me alistare, solo no te vallas

Yura se acomodó al lado de su hermano acariciaba su cabello y veía atreves del maquillaje que ocultaba su piel cada vez más cenicienta, su cuerpo más delgado, su mirada más perdida en la incertidumbre, su enfermedad no podía ser frenada su única esperanza era el estudio del hermano de Luka, con ayuda de Phichit había, logrado pasar el dinero de su cuenta de ahorros de los premios que había ganado para el tratamiento al igual que Mari, había depositado sus  ahorros para ayudar con el tratamiento, ya que se rehusaba a que sus padres supieran de dicho tratamiento sus intenciones eran nobles pero también muy egoístas, lo entendía, el haría lo mismo pero quería poderlo apoyarlo más, cada segundo que pudiera estar con él y hacerlo feliz lo haría.

Yuuri despertó se alisto bajo la atenta mirada de Yura, que esperaba notar cualquier signo de dolor para evitar que salieran, aunque eso significaría no ver al Dj Kazajo, el cambio en Yuuri era más que evidente nada que ver con el joven gordito de hace un año, un hermoso omega con cuerpo despampanante se alistaba para salir con un pantalón negro una blusa blanca en V y unas convers negras, guardo su cartera su celular, peino su cabello hacia atrás y le dedico una deslumbrante sonrisa a su hermano se despidieron de sus padres y se fueron dirección a casa de Emil ya que  Luka iría más tarde.

Yuuri y Yura llegaron a la fiesta cuando ya estaba muy animada, este hermoso joven ya no era el que se escondía en las fiestas nada más llegando o el joven salvaje de Moscú que buscaba ser el centro de atención, simplemente saludaba y arrastraba a su hermano en busca de Emil para que les presentara al dj kazajo, se abría paso entre la muchedumbre que trataba de llamar su atención pero el ignoraba a todos y buscaba resguardar a su hermano de la gran cantidad de ebrios que lo rodeaban, solo quería encontrar a Emil para poder hacer feliz a su hermano,  después de un tiempo se encontraba frente al famoso dj que hacia suspirar a su hermano al no haber encontrado a Emil el mismo se presentó y trato de hacer que Yura hiciera lo mismo pero este se encontraba tímido y sonrojado, haciéndole parecer la cosa más tierna, ya que recordaba que siempre lo molestaba por ser tan tímido con respecto a querer hablar con Víctor, poco a poco comenzaron a hablar, Yuuri necesitaba aire.

Ese día fue especialmente brutal el ensaño, su cuerpo se sentía cada vez más debilitado, su hermano se veía feliz por lo que decidió salir  el aire helado ayudaba a entumir su dolor, cuando un conocido aroma lo invadió, giro su rostro para verlo, se veía feliz, reía con una linda omega castaña, dolor, era lo único que podía sentir, su lobo lloraba, su cuerpo ardía, su alegre risa fue demasiado para él, entro a la casa y comenzó a beber vaso tras vaso que se interponía en su camino, se dejó llevar por la vorágine de la multitud, el alcohol, los medicamentos, el dolor, la pena, lo arrastraban al fondo del abismo, tanto tiempo luchando contra la vida para no dejarse consumir,  su cuerpo comenzó a bailar todo su dolor se transmitía en sus movimientos los alfas se amontonaban a su alrededor.

Ya nada importaba ni el ensordecedor ruido, ni las manos que trataban de tocarlo, solo había dolor, ya no existía nada más, solo un fuerte tirón sintió antes de dejar de tocar el suelo todo se volvió negro a su alrededor.