Estábamos destinados a encontrarnos, pero ¿Quien dijo que era para estar juntos?
Todos los derechos de Yuri!!! On ice pertenecen a MAPPA a Sayo Yamamoto y a Mitsuro Kuro
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Para Viktor, no había nada más difícil que luchar contra su instinto, cada vez que Yuuri estaba con él quería tocarlo, probar la suavidad de su piel, recorrerla con sus dedos y memorizar cada parte de él, cada impulso se magnificaba desde que Yuuri trató de darle un beso francés, las millones de terminaciones de su cuerpo estallaron en una constelación de placer, el sentir esa cálida lengua recorriendo su boca había despertado sus más grandes deseos de tocarlo más, pero temía asustarlo y que pensara que solo lo deseaba y no lo amaba.
El sábado era el día de su gran cita, por fin había llegado, se preparó antes de salir para no saltarle encima al primer beso que le diera Yuuri, quería ser un perfecto caballero para él.
Pasó por él, se veía espectacular estaba acostumbrado a verlo a través de capas y capas de abrigos pero ese día estaba vestido con ropa por demás sugerente, le dió un tierno beso de mariposa e iban tomados de la mano mientras su mamá los dejaba en el parque. Se subieron a todos los juegos, compraron golosinas y cada que podía abrazaba a Yuuri besaba su frente, aún ese ligero toque se seguía sintiendo mágico, pero su cuerpo pedía más, decidieron subir a la rueda de la fortuna, querían ver el atardecer, ambos se sentaron del mismo lugar con su vista en el horizonte, sus manos creando círculos en la mano ajena, pero su cuerpo hervía por poder recorrer cada centímetro de la piel de Yuuri como cada fantasía que lo acompañaba en la noche.
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Yuuri estaba ansioso de esta cita, buscó la ropa más favorecedora, peinó su cabello hacia atrás como cuando bailaba y usó sus lentes de contacto, uso perfume que aumentaba su aroma y espero a que Viktor pasara por él, su reacción al verlo fue justo lo que esperaba, la madre Viktor los llevó al parque, comían golosinas y él lo besaba tiernamente pero Yuuri estaba hambriento.
Ambos subieron al carrusel él iba en un unicornio y Viktor iba parado a su lado, pasó los brazos sobre sus amplios hombros, desde que comenzaron a estar juntos el cuerpo de Viktor comenzaba a ensancharse, sus rasgos ahora son más masculinos, desde que lo vió en la piscina, los pensamientos de Yuuri no eran los más puros, pero tenerlo cerca y poder olerlo lo hacía feliz, quería tocarlo, cada toque era menos casto con el pasar del día, pero Viktor no reaccionaba, decidió dar un paso más allá y subir a la rueda de la fortuna, Viktor jugaba con su mano y veía el horizonte, Yuuri estaba en su máximo nivel de abstinencia.
-Viktor- Yuuri tomó la barbilla de Viktor con delicadeza como la primera vez que se besaron, pero este ligero beso se vio invadido por un movimiento desesperado por parte de Yuuri, jalando su labio y obligándolo a abrir sus labios.
Hábilmente se adentró en su boca recorriendo cada centímetro desfrutando del juego de ambos apéndices, en un rápido movimiento terminó sobre el regazo de Viktor y Yuuri se aferró a sus hombros acariciando su espalda como llevaba tiempo deseando, Viktor recorría cada una de las curvas con sus grandes y fuertes manos, cada toque más erótico que el anterior, el fuerte tirón les indico el fin del paseo, ninguno se quería separar pero el carraspeo del encargado consiguió que ambos se alejaran lo más posible, nunca estaban solos.
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