Estábamos destinados a encontrarnos, pero ¿Quien dijo que era para estar juntos?
Todos los derechos de Yuri!!! On ice pertenecen a MAPPA a Sayo Yamamoto y a Mitsuro Kuro
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tenerlo aunque sea de esta manera era el cielo para Víctor, se encontraba tan profundamente dormido después de su orgasmo que no quería ni respirar para despertarlo, su respiración era tan lenta que lo asusto un poco. Recordaba que se debilitaba cada vez que estaba en celo por lo que sentía que lo había dañado de alguna manera, por ello trataba de controlarse cada vez que estaba cerca de él.
Cuando comenzó a abrir sus ojos se notaba tan vulnerable y feliz que sus mejillas se coloreaban de una manera tan tierna que beso cada una de ellas.
-Buenos días bello durmiente, no quería despertarte
-Tengo hambre Vitya- sus rostro se sonroso más al ver que ambos estábamos desnudos
-Creo que es un poco tarde para sentir vergüenza, no lo crees- lo bese suavemente en sus ya hinchados labios, sus ojos parecían más salvajes de lo normal.
-Ahora no va a ser raro nada entre nosotros- dijo- ¿No?
Se abrazaron sus cálidos cuerpo unidos en uno sus piernas tan enredadas que no se podía saber cuál era de quien, disfrutaron de las pocas veces que podrían estar solos.
Bajaron a comer, y a ver una película Yuuri presiono la mejilla contra su pecho, y Víctor lo abrazo, ambos deseando pasar su vida así. Se quedaron hasta tarde ya que sabían que pocas veces podrían estar solos así, lo despidió en el portón, lo abrazó tan fuerte como pudo.
-La próxima vez traeré protección- le dijo dejándolo tan rojo como un tomate en la entrada de su casa, pero con una sonrisa tan grande como feliz.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cuando la puerta se cerró y tras poner la alarma cayó al suelo, se sentía tan débil que no podía estar en pie un segundo más, la adrenalina había bajado dejando solo dolor, su respiración era lenta y agónica, pensó llamar a sus padres pero recordó que estaban en china con Yura, marco a la amiga de su mamá, la señorita Minako, que vivía cerca la cual lo llevo al hospital, donde le colocaron una mascarilla para regular su respiración y un suero, junto a un ligero sedante para que permaneciera tranquilo mientras lo monitoreaban durante la noche.
Con sus últimas fuerzas que le quedaron antes de perderse en la inconsciencia le mando un mensaje a Víctor, ya que sentía la inquietud del Alfa.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
