CAPITULO 8

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Había pasado una semana desde que había tenido la oportunidad de hablar con él, pero cada vez que lo había intentado le avergonzaba hacerlo, por lo que termino evitándolo, sabía que era cruel evitarlo, pero no sabía el cómo hablarle, durante su pr...

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Había pasado una semana desde que había tenido la oportunidad de hablar con él, pero cada vez que lo había intentado le avergonzaba hacerlo, por lo que termino evitándolo, sabía que era cruel evitarlo, pero no sabía el cómo hablarle, durante su primer día, a la hora del almuerzo trato acercarse a él pero antes de que pudiera hacerlo tuvo que marcharse con el resto de la compañía para hablar sobre los últimos cambios antes del ensayo, cuando se estaba hiendo vio, su rostro con la mirada de decepción al irse

Yuuri sintió su corazón estrujarse ante su mirada, pero antes de que cualquier palabra saliera de sus labios, se encontró siendo empujado por Sala hacia la salida, toda la tarde su mente se encontraba dispersa, sentía la imperiosa necesidad de buscarlo su lobo se estaba ansioso al no lograr estar junto a él, la maestra lo regaño al no poder concentrarse, cuando fue su turno para practicar nuevamente su solo, el cual había ensayado para obtener el papel, percibió un potentemente el aroma a mar.

Lo busco con la mirada pero no lo vio, pero sentía su aroma se notaba que trataba de pasar desapercibido por lo cual trato de no verlo, pero el solo sentirlo cerca se encontré más tranquilo, se colocó en posición en una esquina del escenario y comenzó la rutina, con cada movimiento sentía como la intensidad del aroma se volvía cada vez más fuerte, estaba seguro que sus movimientos lograban trasmitirle lo que sentía por él, quería poder tener la capacidad para hablar con él.


Llevaba Víctor más de una semana escabulléndose para ver los ensayos de Yuuri, gracias a sus fantásticos poderes ninjas, no lo ha descubierto, sabía que será amonestado si lo encontraban ahí, pero desde el primer momento que lo vio bailar, no habí...

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Llevaba Víctor más de una semana escabulléndose para ver los ensayos de Yuuri, gracias a sus fantásticos poderes ninjas, no lo ha descubierto, sabía que será amonestado si lo encontraban ahí, pero desde el primer momento que lo vio bailar, no había podido dejar de querer bailar junto a él.

Cada salto se encuentro tapándome la boca para no soltar un chillido para nada varonil, pero el poder contemplarlo era una dicha para Víctor, sus movimientos simplemente lo hipnotizaban su grácil figura en el escenario al hacer las piruetas lo tenían fascinado, cuando su playera se alza y lograba vislumbrar la piel de su abdomen, se encuentro fantaseando el pasar sus dedos sobre su cálida piel, será tan suave como la imaginaba.

La vibración de su celular lo hicieron regresar de su fantasía, por lo que salió lo más sigilosamente del salón, solo para encontrarse con un mensaje de su madre que le informa que tardaría más de lo previsto en pasar por él, lo que significa que podría ver todo el ensaño de Yuuri, no podría ser más feliz ese día.

Regreso a su usual escondite y lo vio bailar cada vez le era más difícil despegar su vista de él, aunque aún no había podido hablar con él correctamente, quería saber todo de él, que es lo que le gusta, que odia, todos y cada uno de las insignificantes cosas de su vida. Cuando dio por finalizado el ensayo salió de su escondite sin que nadie lo viera y espero a su madre frente a la escuela, al poco tiempo vio girar el automóvil en su dirección.

-Hola hijo, que tal tu día- le comento muy sonriente su madre

-Excelente

-Me alegro vamos a tener que esperar un poco Yakov, me pidió que pasara a dejar a su hijo a la pista, por lo que vamos a tener que esperar un poco.

-Que...  Yuuri ira con nosotros,

-Pareces un cachorro ansioso, mira ya viene para acá, quizás quieras pasarte al asiento de atrás para ir con él

Para Víctor no había una imagen más perfecta, vio salir a Yuuri con el cabello aun mojado pegándose a su frente iba cubierto por varias capas de ropa, al parecer no era fan de viento frio, sus lentes de marco azul le daban una imagen de inocencia que contrastaba con la fuerte imagen que proyectaba en el escenario, lo vio buscar con la vista el automóvil de su mamá, hasta que me vio una pequeña sonrisa cruzo sus labios

-Señora Nikiforova, mi padre me dijo que me haría el favor de dejarme en la pista.

-Claro cariño, Yakov, me aviso sube atrás tengo mis papeles en el asiento delantero, pero hay mucho espacio atrás

Yuuri se subió algo cohibido al automóvil, ágilmente iba Víctor iba acercándose a Yuuri sin que él lo notara

-Chicos tendré que hacer una parada rápida, espero que no les importe, ya le avise a tu papá,

-Claro, no hay problema

La madre se estaciono frente a la zona comercial

-Esperécenme un momento no creo tardarme nada

La madre de Víctor salió del automóvil y me dio un guiño un ojo antes de que se adentrara en el banco

-Lamento que tuvieras que esperar hasta que saliera del ensayo- su hermosa voz se oía suave y tímida, por lo que decidí darle una gran sonrisa para tranquilizarlo

-No te preocupes la verdad no me molesta el esperarte, realmente tenía ganas de hablar contigo, pero hasta ahora no había tenido la oportunidad- vi cómo se coloreaban sus mejillas y una tímida sonrisa se cruzaba por sus labios

-Y que hacías, mientras esperabas

-Yo ah... Leía un libro- ni yo mismo me creí mis palabras, él solo levanto una ceja y una pícara sonrisa cruzo por su cara

-Y qué libro era

Piensa Víctor piensa

-Era un libro de ciencia ficción, no era muy bueno, ni recuerdo su título- dios eso sonó tan estúpido, siento mi rostro arder

-Que lastima, podría prestarte un libro de ciencia ficción que si sea bueno, digo para que al menos recuerdes su nombre- su carcajada resonó en el automóvil, era mil veces mejor oírla cerca que ni me importo que se estuviera burlando de mí, le hizo feliz el saber que era solo para el en ese momento.

Seguíamos hablando lo que parecieron horas, era fácil hablar con él, apenas y registre cuando la madre de Víctor regreso, solo el recuerdo de que compartieron una bolsa de mini donas, donde cada vez que sus manos se tocaban en la bolsa sintieron su suave tacto, provocarse pequeñas descargas eléctricas, hasta que tuvieron que separarse, Víctor tuvo que resistir el agarrarle la mano y no dejarlo irse, aunque la hermosa sonrisa que le dio al momento de irse lo valía todo.


Seguíamos hablando lo que parecieron horas, era fácil hablar con él, apenas y registre cuando la madre de Víctor regreso, solo el recuerdo de que compartieron una bolsa de mini donas, donde cada vez que sus manos se tocaban en la bolsa sintieron s...

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Espero que disfruten la actualización, no olviden votar y dejar sus comentario

Sayonara¡¡ (๑・̑◡・̑๑)

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