Después de hacer el amor con Liam una y otra vez, mi cuerpo entero estaba terriblemente cansado. Cada extremidad se sentía pesada y mis párpados amenazaban con cerrarse en cualquier momento.
Me encontraba acostada junto a Liam con la cabeza apoyada en su pecho, de modo que podía escuchar su respiración y el latido de su corazón con mucha claridad.
Nunca había pensado que el tener relaciones sexuales implicaba más que solo unión de dos cuerpos, también consistía en la experimentación de un montón de extrañas y maravillosas sensaciones, sin mencionar aquel mar de sentimientos.
- ¿Estás bien? - preguntó llamando mi atención.
Levanté la cabeza para mirarlo.
- Si - respondí sonriendo.
- ¿Segura? ¿No te lastimé?.
- Bueno, dolió mucho al principio pero después she sintió muy bien.
- Mmm...
- Liam ... ¿Puedo decirte algo?
Iba a decirle, no podia solo guardarme este sentimiento.
- ¿Tienes VIH?.
- ¿Que? - le dí un golpe en el estómago - ¡No! No es eso.
- ¿Entonces?.
- Yo...creo que estoy...- ¿Por que era tan vergonzoso decirlo - Creo que estoy...
- ¿Embarazada?.
Le dí otro golpe.
- Olvidalo, es imposible hablar contigo.
Se rio y esta vez levantó una mano para acariciar mi mejilla izquierda. El verde de sus ojos era tan claro que casí podían pasar por grises, su cabello negro estaba desordenado y sus labios ... quería inclinarme sobre él y besarlo.
- ¿En que tanto piensas?.
Sonreí.
- En lo raro que es esto, nunca imaginé que mi primera vez sería contigo - admití.
- ¿Te arrepientes?.
- No, claro que no ¿Tu si?
Negó con la cabeza.
- Nunca en mi vida me he arrepentido port cosas que hago - dijo acercando su boca a la mía para darme un beso, uno de los largos.
Cada vez que me besaba podía jurar que era como perderme en un abismo de placer. Era incleíble como solo un beso pudiera darme todo este tipo de sensaciones. Sentí su sonrisa contra mis labios.
- ¿Que es tan gracioso? - me quejé.
- Esto. Normalmente no suelo acurrucarme con las chicas después de tener sexo, solo algunas veces con Isabela.
No podía evitar arder en celos cada vez que escuchaba ese horrible nombre. Tomé la cadena de su cuello para examinarla tratando de ocultar mi mal humor y me atreví a preguntarle sobre ella.
- ¿Desde hace cuando la conoces?
- Mmm... unos tres años.
- ¿Y que la hace tan especial?
- Ella es igual a mí, ambos estamos igual de jodidos
- ¿A que te refieres?
- Estamos marcado por la misma moneda.
- No entiendo...
- No tienes porque entender. Hay muchas codas que no sabes sobre mí. Tengo problemas, muchos problemas. Alguien como tu no lo entendería.
ESTÁS LEYENDO
UN NUEVO AMOR.©
Teen Fiction"Hay amores tan bellos que justifican todas las locuras que hacen cometer." ¿Un beso puede cambiar todo? En esta historia un beso unirá a la chica más popular de la preparatoria con el chico más rudo. Danna Smith una chica de 17 años aplicada, in...