* TREINTA & TRES *

1.9K 96 1
                                    

- ¿Él lo sabe? - fue lo único que salió de mi boca.

¿Liam sabía que estas personas eran su familia de sangre?.

- Por supuesto - Elizabeth Presley tragó saliva y bajó la mirada - Cuando le comenté a mi padre la idea sobre adoptar al hijo de mi hermana, este se negó rotundamente. Él odiaba a Michael y lo último que quería era ver el recuerdo de ese hombre en el rostro de un niño, pero yo no podía dejar a un pequeño de seis años en un orfanato. Mi esposo y yo decidimos adoptarlo, lo llevamos a nuestra casa y Benson de inmediato lo aceptó, él era más grande y entendía perfectamente la situación, además, siempre había querido un hermano menor al cual pudiera cuidar y proteger.

"El problema fue cuando mi padre nunca soportó estar en la misma habitación que Liam, y jamás se molesto en ocultar su desprecio hacía él. Liam aún siendo un niño, sabía que su abuelo lo aborrecía ... Finalmente cuando Liam cumplió doce años, descubrió la verdad de su origen y a partir de ese día creció con la idea de que no solo su abuelo, si no que toda la familia lo odiaba por el simple hecho de ser físicamente igual a su padre.

Suspiré y torcí la nariz.

- Ahora entiendo porque Liam nunca se refiere a ustedes como sus padres, o a Ben como su hermano ... Él piensa que todos ustedes lo consideran un bastardo...

- Nadie en esta familia lo considera un bastardo, él es el hijo de mi hermana y ahora también es mi hijo.

Sonreí.

Liam estaba equivocado, todas estás personas no estaban siendo falsas ni hipócritas. La manera en la que lo habían recibido con tanta alegría y calidez no podía ser falta, ellos de verdad lo querían.

*********💗💗💗*********

Después de charlar un rato con la señora Presley, decidí que era hora de ir al lago en busca de Liam, donde lo encontré pescando con su primo. Verlo interactuar con el pequeño hizo que mi corazón se sintiera muy pesado, nunca habría imaginado que Liam podría sonreír a la hora de enseñarle a un niño de siete años a pescar.

- ¿Como va la pesca, chicos? - exclamé al acercarme a ellos.

Ambos se giraron a mirarme.

- ¡Pescamos uno grande! - murmuró el pequeño estusiasmado.

- ¿En serio?.

- ¡Si! ¡Mira! - el niño señaló una cubeta de metal junto a ellos, donde había un pescado de gran tamaño.

- Whoa, es enorme - exclamé - ¿Que piensan hacer con él?.

Liam se encogió de hombros.

- Vamos a cocinarlo.

Pero el pequeño miró a Liam con una cara de horror, negó con la cabeza y tomó la pesada cubeta entre sus brazos.

- ¡No podemos cocinarlo! - se apresuró a decir - ¡Aún está vivo!.

- Por eso no hay problema Andres, un pescado fuera del agua no sobrevive por mucho tiempo - habló Liam.

Pero Andres volvió a negar con la cabeza.

- No quiero que lo cocinen. Quiero que sea mi mascota.

- ¿Quieres un pescado de casí treinta centímetros como mascota? - exclamo Liam fruciendo las cejas.

Andres asistió y yo estuve a punto de soltar una carcajada.

- Mamá no me deja adoptar a un perro o a un gato, dijo que no quería nada de patas y pelos en la casa - explicó - Así que pensé en adoptar un pez.

UN NUEVO AMOR.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora