*CUARENTA & DOS*

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Mi corazón dejó de latir durantes unos segundos, mientras asimiliba lo que acababa de oír. Mis piernas temblaron de tal manera que tuve que sujetarme en la taquilla para no caer, pero al hacerlo sonó un ruido sordo y vi que los tres me miraban con los ojos muy abiertos, especialmente Liam. Parecía horrorizado.

- ¿Annalise? - preguntó en voz baja - ¿Que haces aquí?.

¿Cómo podía preguntarse eso ahora?.

¿Cómo...?

¿Una apuesta?.

¿Todo había sido una apuesta?.

- No me lo puedo creer - susurré, saliendo de los vestuarios.

No miré a nadie al salir de gimnasio, sólo a Austin, que sonreía desde un rincón. Al salir a la fría calle, las ganas de llorar se hicieron más intensas, hasta el punto en que mi vista se nublò, dificultando el caminar.

¡Y yo cómo una estupida pensando que el me queria!. Para el todo había sido un juego, y la recompensa era el dinero que acababa de meterse en los bolsillo.

Un brazo me detuvo al salir del recinto escolar. Cuando me gire vi a mis padres y a la abuela.

- Hija, tenemos rato buscandote ¿donde has estad....? - dijó mi madre quedandose sin palabras al verme llorar - ¿Que te pasó Danna? ¿Por que estas llorando?.

Las palabras no me salían, no quería hablar con nadie. Lo único que queria hacer era irme de ese lugar.

- Quie..quiero irme a casa

- Danna espera... - su voz me quisó dar escalofrios - Puedo explicarlo.

- ¿Explicarlo? - reí casi histericamente - No creo que haya mucho que explicar, la verdad.

- Yo no... yo no quería que te enteraras así.

- ¿De que? ¿De que todo esto era una apuesta? - permaneció en silencio. - ¿Lo era, Liam?.

- Si.

Cerré los ojos y volví a abrirlos, sonríendo amargamente.

- Has hecho un gran papel, te felicitó. Para ganar un Óscar, enserio. ¿Por que no vas a gastarte ese dinero que has gastado? Creo que no hay gran cosa que decir.

- Annalise, no tiene gracia - apretó la mandíbula.

- Al contrario, ¡es gracioso! - volví a reír como una loca - ¡Y yo pensando que me querías!, soy una estupida.

Pareció dolido.

- ¿Lo sabían todos menos yo?.

Apartó la mirada.

- Algunos.

- Es decir, que he sido la idiota ciega todo este tiempo y tú no has hecho nada para impedirlo.

- Yo nunca dejaría que...

- Te he contado muchísimas cosas - el arrepentimiento tiño mis palabras.

- Y yo a ti, Danna, solo quiero que me escuches - acercandose a mi - Se que debería habértelo dicho...

- ¿Algo de lo que has hecho durante este tiempo ha sido real o todo formaba parte de tu actuación?. - dije alejandome lo más que pude de él.

- Era real.

- Ya, claro...

- Danna, te prometó que era real. Sólo escúchame...

- ¡Ya te he escuchado suficiente! - salté - Lo has dejado todo muy claro, Liam, gracias por abrirme los ojos.

Un nudo en la garganta hizo que se me dificultara hablar, aunque intenté ocultarlo.

- Esperó que haya sido divertido para ti jugar con los sentimientos de esta estupida.

Giré sobre mis talones dirigiendome hacía donde mis padres me estaban esperando, pero escuché sus pasos siguiéndome de cerca. Solo quería que me dejara en paz.

- Yo también te he contado muchísimas cosas ¿sabes? - dijo sin dejar de andar - ¿Crees que ha sido todo mentira?. Todo era más sencillo cuando empezó el trato y no te conocía... pero ahora... todo ha cambiado.

- Déjame sola - repetí.

- Tu vida esta llena de mentiras ¿Sabías? - gritó de repente, deteniéndome - No soy el único que te ha traicionado, tu familia te ha mentido todo estos años.

- ¿De que estas hablando?.

- Se lo dicen ustedes o se lo digo yo... - dijo dirigiendose s mis padres quienes se encontraba a mi lado.

Hubó un incomodo silencio, el cual me ponía nerviosa

- Tu perfecta familia te ha ocultado un secreto por mucho tiempo - habló Liam serio y decidido - Danna...tu...

Pero Liam se vió interrumpido por mis padres.

- Hija, vamonos para la casa, no lo escuches - susurró mi madre.

Quería saber que era lo que mi familia me ha estado ocultando por años. Y no me iba a mover de aquí hasta que lo supiera.

- No me voy a ninguna parte - dije decidida - Termina de dicirlo de una vez.

Liam tomó airé, para continúar.

- Danna tu no perteneces a esa familia, porque...tu...eres adoptada.

No podia creer lo que acababa de escuchar..

- Esto es lo más estupido que he escuchado en toda mi vida - susurré

- Danna es enserio, no te estoy mintiendo.

- ¿Y debería creerte? Después de lo que me hiciste no te creo ni la fecha.

Apretó la mandíbula.

- Nunca en mi vida mentiria con algo importante con eso.

En el poco tiempo que llevó conociendo a Liam, lo podís definir como una persona con un caracter muy fuerte, impulsivo, serio pero nunca mentiria con algo tan importante.

- ¿Es eso verdad, madre? ¿Yo soy adoptada? -

No hubo respuesta de su parte, no se movían. Sus miradas estaban clavadas en el piso.

- No lo puedo creer. - las lagrimas comenzaron a rodar por mis mejillas - Esto tiene que ser ...una pesadilla.

Sentía un dolor en mi pecho, lo único que pude ver fueron su caras de arrepentimiento. Quería estar lejos de estas personas, de que mundo lleno de mentiras.

- Danna, mi bella hij...

- No me llames así, yo no soy tu hija - solté de repente - Lo único que quiero en este momento es estar lejos de todos ustedes. Son unos mentirosos.

Pareció darse cuenta de lo que había dicho, porque enseguida le cambio la expresión.

- Yo...lo siento.

Sus manos rodeó mi muñeca al mismo tiempo en que me giraba con la otra mano y apartaba su mano de mi.

- No vuelvas a tocarme - susurré.

Me dirigí donde esta Liam, mirando la escena sin decir una palabra. ¡Claro ya había dicho suficiente!.

Parpadeé para que no se notara las lágrimas.

- No vuelvas a hablarme - dije con voz firme - No quiero que te acerques nunca más a mi, ni quiero tener nada que ver contigo de nuevo, ¿vale?. Alejate de mí. Lo máximo posible.

Sin más que decir, con pasos firmes me dirigi hacia la avenida, para pedir un taxi . No sabía a donde ir, pero lo que si tenía en claro era que no queria volver a ninguna de aquellas personas.

UN NUEVO AMOR.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora