* VENTIUNO*

2K 72 1
                                    

En la mañana del domingo desperté con los ojos muy hinchados. Después de haber discutido con mi abuela, las lágrimas no se detuvieron hasta que me quedé dormida. Me dolía la cabeza y solo quería volver a dormir cuando alguien tocó la puerta.

- Danna Annalise - escuche la voz de mi abuela a través de la madera - ¿Me dejas entrar?.

Odiaba cuando me llamaba por ese nombre, era un nombre que no me gustaba en absoluto. Me cubrí el rostro con las sábanas y me negué a levantarme. Mi plan era quedarme en cama todo el día.

- Vamos princesa, dejáme entrar. Te preparé el desayuno - insistió.

Mi estómago rugió en respuesta, no imaginaba a mi abuela preparando el desayuno. Solté un largo suspiro y decidí que era hora de dejar de actuar como una niña pequeña. Obligué a mis piernas a salir de la cama, caminé a la puerta y le quité el seguro. Del otro lado mi abuela sostenía una bandeja con un montón de comida en sus manos.

Definitivamente ella no había preparado nada de lo que estaba ahí, el ruido que provenía del piso de abajo la delató. Cada vez que mis padres y abuela se encontraban en casa, esta se llenaba de empleados.

Regresé a la cama con mi abuela detrás de mí, dejó la bandeja de comida y se sentó en la esquina del colchón mirándome como si yo fuera un gatito herido.

- Danna Annalise.

- No me llamés así, sabes que odio ese nombre. - me quejé.

- Es un nombre muy bonito, yo lo elegí.

- Pues vaya gustos tienes.

Mi abuela sonrió.

- Quería disculparme contigo, princesa. Tenías razón, no debería creer en las palabras de otras personas sin antes escuchar las tuya.

Ya que las fresas en la bandeja se veían tan fresca y apetitosas, tomé una y me la llevé a la boca. Mi estómago lo agradeció.

- ¿Ah si? - dijé ahora tomando un bocado de los waffles.

- ¿Vas a contarme tu versión de la historia?.

- No es mi versión de la historia, es la verdadera historia - aclaré, todavía estaba un poco molesta - Y en realidad, es una historia bastante tonta.

- Quiero escucharla.

Suspiré.

- Bien pero no te vayas a reír. Todo comenzó un par de semanas después de que mis padres salieran de la cuidad. Los Halcones Bicentenarios acababan de ganar pot tercera vez consecutiva las internacionales, por lo que Vicky planeó una gran fiesta en su casa esa noche por el triunfo - tomé otra fresa - Pero cuando llegué a la fiesta, Brittany y Austin estaban discutiendo, luego de unos segundos Brittany se subió a una de las mesas para dar un anuncio.

Mi abuela me escuchaba atentamente, así que continué.

- Le dijo a todos en la fiesta que ella y Austin habían estado acostándose desde hace tres meses - cuando dije la palabra "acóstandose" mi abuela puso cara de desagrado - En ese momento yo no estaba pensando con cordura, solo quería que me tragara la tierra. Entonces tuve una idea, para no quedar como la chica que fue engañada, les dije a todos que yo también había estado engañando a Austin con otro chico.

- ¿Entonces si lo engañaste? - preguntó confudida.

- No abuela, yo invente que lo había estado engañando con Liam Evans cuando en realidad ni siquiera lo conocía.

La expresión en el rostro de mi abuela era digna de fotografíar, es decir, cualquiera pondría esa expresión all escuchar mi historia.

- Bien, paremos todo. ¿Liam Evans es ese chico tatuado, verdad ? - asentí con la cabeza - Dices que no lo conocías, ¿pero entonces por que ayer trataba de quitarte el vestido?.

UN NUEVO AMOR.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora