Trying It [The King 2/4] BORRADOR

Capítulo Treinta y cinco.

Capitulo Treinta y cinco.

Me despierto debido al ruido que se siente en la sala. Miro la hora del reloj, tres de la madrugada y Kyler aún no había llegado.

No quiero pensar en donde debe estar y en porque no atiende su maldito teléfono. Pero vagos recuerdos vienen a mi mente.

Me salgo de la cama y camino hacia donde proviene el ruido. Es mi novio que golpea su saco de boxeo en la habitación de a lado. Entro y me acerco a él.

-¿Amor? - Lo llamo. El deja de golpear y me mira.
-¿Que? - Pregunta, su voz suena ronca. Enciendo la luz y noto lágrimas en su rostro.
-¿Que te sucede? ¿Estás bien?- Pregunto angustiada.
- Debes ir a dormir Daya. Por favor. - Me pide dándome la espalda.
- Kyler...
- Daya, por favor. Necesito... Necesito estar solo ahora. No quiero hacer ni decir nada de lo que pueda arrepentirme.

Lo observó unos segundos, entonces asiento. Pero antes de irme, camino hacia él y en su contra, lo abrazo. No sé qué suceda, pero sé que necesita uno.

El envuelve mi cuerpo entre sus brazos y me mantiene pegada a él, besa mi cabello y yo su hombro.

- Puedes contar conmigo, Kyle. Yo siempre estaré para escucharte.
- Lo se. Por eso te amo. No hice nada malo... No temas.
- No temo. - Miento. No le revelaré mi inseguridad.
- Si lo haces. Lo comprendo... No te preocupes. Ve a descansar, mi amor. Te amo.- Me dice, pero cuando me estoy por ir, el se pone de rodillas y levantando mi blusa, besa mi vientre. - A ti también te amo, Mi Austin.
- Nosotros te amamos a ti, mi amor.

Sin querer discutirle, me encamino hacia la habitación nuevamente. Estoy cansada, si él no me quiere decir que le sucede, lo dejaré estar.

Me meto en la cama e intento volver a dormirme, pero ahora me cuesta más. Suspiro, odiaba despertarme a mitad de la noche. Siento un peso en la cama y unos brazos rodearme. Sonrió.

- No puedes dormir cuando te levantas. - Me dice y yo asiento. - Y por mi culpa te levantaste.
- No fue tu culpa.
- Te ayudaré a dormir, mi amor.
-¿Sigues sin querer hablar? - Pregunto. El besa mi hombro.
- Mañana, amor. Mañana.
- Vino Adam... Gracias Kyler.
- Te amo. - Repite.

Me siento extraña al escucharlo decirme eso nuevamente, si bien sé que me ama, no es de decirlo tanto.

- También te amo, Mi Kyle.

Cuando me despierto la mañana siguiente, estoy entre sus brazos, el me mantiene abrazada mientras duerme. Sonrió, es tan hermoso. Me renuevo un poco para alcanzar mi celular y tomarle una foto. El es hermoso.

- La próxima quita el flash, amor. - Dice el abriendo su mano sobre mí vientre.
- Lo siento. Eres tan hermoso. Aunque necesitas un corte de cabello.
-¿No te gusta mi cabello largo?
- Eres hermoso. Pero no, no me gusta tu cabello al estilo vikingo.
- Bueno, tú tienes un agradable sentido del humor hoy, pequeña. - Dice haciéndome sentar sobre su cuerpo a horcajadas. Me río por lo repentino que fue. El acaricia mi mejilla. - Buen día, mi amor.
- Buenos días Kyle. - Susurro. Me acerco y presiono mis labios sobre los suyos. - ¿Cómo estás hoy?
- ¿Tú? ¿Tú cómo te sientes? - Pregunta y yo suspiro.
- Bien, Kyler. Estoy bien.
- No te me enojes preciosa. Ya te hablaré. Pero es algo que no quiero que arruine este despertar. En realidad no quiero que arruine nuestras vidas... Es mi decisión.
- Me preocupas.

Me salgo de donde el me tiene y con un poco de dificultad, me pongo de pie. El suspira y me imita.

- Si no me dirás lo que sucede contigo, entonces no hablaremos. - Le digo, maldita sea, dije que sería paciente pero mierda, no puedo.
- Daya...
- ¡No! Siempre ocultando cosas. Siempre. Secretos por todos los malditos lugares. Nunca seremos una puta pareja normal. - Le grito.

Y mierda, no quiero estar tan furiosa, pero ahora, no puedo evitar sentirme así. Debe ser una parte por el embarazo y su cantidad de hormonas pero también está la parte de que no se qué es lo que me oculta.

En no querer dejar que mi corazón vuelva a arruinarse.

- Ayer me he reunido improvisadamente con Sarah.
-¿Porque no me dijiste?
- Porque ella apareció de la nada. En un momento fue una charla medio civilizada...
-¿Y en otro momento? - Le pregunto, porque se que esto se basa en eso.
- Ella está embarazada, de verdad embarazada. Es verdad.

Muerdo mi labio, esto tiene que ser una broma de mal gusto. No puedo pensar en que mi Austin ahora tendrá un hermano.

- Estoy muy seguro que no es mío. Digo, ella está embarazada pero muy seguro que no es mío.
- ¿Que tan seguro? - Pregunto cruzandome de brazos.
- Lo suficiente para elegirte a ti... Aún sabiendo que si no estoy con ella... Ella abortara.
- Kyler.
- Dijo que si no estaba con ella, no tendría al bebé. Y lo lamento. Pero no es a ella a quien amo. No es mi hijo, yo lo sé. Nunca se me ha roto el condón y ella debería estar casi por parir de ser mi hijo... Y estoy completamente seguro.
- ¿Eso te tiene así?
- Si. Un bebé no nacerá sea mío o no porque yo no puedo estar con ella. No puedo volver ella.
- ¿No puedes? - Pregunto.
- No puedo romper nuevamente tu corazón, no puedo volver a romper el mío. No puedo darle una familia incompleta a nuestro bebé. Me necesitas tanto como yo te necesito a ti.
- Lo siento, Kyle.
- Yo también. Pero ustedes son mi familia y la familia está sobre todo. Sobre todos.

No puedo evitar caminar hacia el y abrazarlo. El me envuelve en sus brazos pero luego me suelta para besar mi estómago. Uno que ya luce grande.

- Esto cada vez se pone más hermoso. Me gusto mucho ver a Bella embarazada.
-¿Bella?
- Pero me fascina verte a ti. Estoy obsesionado con verte todo el tiempo.
- Eso es lindo. Mi amor.
- Lo es.

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Camino hacia la sala para buscar mi teléfono. El timbre de la casa suena, así que bufo mientras voy a abrir la puerta, verifico primero por la mirilla a ver quién es, me preocupo cuando veo que se trata de Jasson. ¿Que hacia a esta hora aquí?

Abro la puerta rápidamente y el entra. Cuando la cierro, me abraza mientras llora entre mis brazos.

- oh, corazón. - Digo preocupada. El de verdad llora entre mis brazos.
- Yo... No lo soporto, Daya, no lo soporto más. - Me dice y yo lo miro confundida.
-¿Que cosa?
- Stayce. Ella está en todos los malditos lugares, está todo el maldito tiempo en mi cabeza y ahora... Ahora... Se casará. Ví como el tipo con quién salía le proponía casamiento.
-¿Que? - pregunto asombrada.
- Si, ella dirá que si seguramente... Y yo... No lo soporto.

Camino con el hasta los sillones, me siento porque tengo grandes molestias en mi vientre y sentada quizás no sean tantas. Lo miro.

-¿Porque te duele si tu no la amas?
- Joder, ella me gusta. Me encanta. Pero no puedo.
-¿Porque no puedes? - pregunto y el no responde. Mira el suelo. - Jasson...
- Le prometí a una mujer amarla toda mi vida, le prometí llevarla siempre en mi corazón... No puedo amar a Stayce... Ni a nadie.
-¿A quien le prometiste eso?
- A mi ex novia. Antes de saltar a la fama con The King.
- Pero no están juntos ustedes.
- Ella tenía cáncer. Un agresivo cáncer de páncreas. Y en su lecho de muerte, yo le prometí.

Mierda.

Mierda.

Esto duele.

- Jasson. - Lo llamo en un quejido, porque siento mucho dolor.
- Mierda, Daya, estás sangrando. - Dice el asustado. Miró mis pies.

Sangre.