Capítulo Treinta y Seis

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Capítulo Treinta y seis.

Punto de vista de Kyler Dustin

Estoy esperando a que por fin me entreguen la pizza que Daya me ha encargado a esta hora. Un poco molesto, porque de verdad estaba a punto de irme a dormir cuando la escucho pedirme pizza de pepperoni de una pizzería específica.

Aún así, no conseguí de esa pizzería porque claramente estaba cerrada, en su lugar compré en una cercana pero parece demorar años.

Encima de mi mal humor, algunas fans que se encontraban en la pizzería me pidieron fotos, intenté darle a todas su foto, pero luego, una insulto a mi chica y no pude simplemente ignorarlo.

Y mucho menos pude ignorar cuando me decían que me veía mejor con Sarah. Ellas sí que están equivocadas, mi relación con Sarah fue larga pero carente de amor. Nunca la ame y no era feliz. Cómo dije muchas veces, ella era mi castigo por lastimar a la mujer que amaba.

Mi celular comienza a vibrar en mi bolsillo, lo tomo y me preocupo en cuanto veo el nombre de Jasson en el identificador.

-¿Que onda hermano? - Pregunto contestando la llamada. Escucho mucho ruido.
- Kyler. Daya está en el hospital.
-¿Que? - Pregunto, de repente, un frío recorre mi cuerpo.
- Ella simplemente empezó a sangrar... Creo... Creo que está teniendo un aborto...
- No...
- Lo siento hermano, ven, ella te está necesitando. Yo estaré aquí pero entre nosotros, ella te necesita.

Mi hijo...

Mi Austin...

No puedo evitar salir corriendo de la pizzería y subirme a mi auto. Comienzo a conducir como un loco hacia la dirección que me llegó como mensaje de Jasson.

Lágrimas caen por mi rostro, detengo el auto e intento tranquilizarme un momento. Debía respirar, Daya me necesita con ella, necesita que la abrace y consuele. No necesita que yo me estrelle contra algo.

Mi hijo.

Un poco más calmado, pongo el auto en marcha y rápidamente llegó al hospital.

Soy consiente que el viaje que debía ser de cuarenta minutos lo he hecho en la mitad de tiempo que debía.

Entro al lugar y no hay mucha gente por lo que no me cuesta demasiado divisar a mi amigo, camino hacia el y me abraza. Es todo lo que necesito para llorar nuevamente.

No podía perder a mi hijo, a ese ser que he creado junto a su madre y que ambos empezamos a amar con locura. Ese ser que nos hizo darnos una segunda oportunidad para ser felices.

- Llame a Adam y a William, ellos estaban viniendo... Llame a Stayce que es amiga de Daya... ¿Puedes llamar a su madre? - me pregunta y yo niego con la cabeza.
- No hasta que ella me lo pida. Su madre... Y ella no tienen la mejor relación... Ni siquiera una buena. ¿Te han dicho algo de ella? - Pregunto y el niega con la cabeza.
- No me dan información porque no soy familia.
-¿Necesitamos ser familia? - Pregunto angustiado.
- Solo di que eres su prometido. Eso sirve. - yo asiento mientras camino hacia el mostrador.

Espero a que la chica termine de hablar con otra persona para cuando se gire, le pregunto por Daya, ella me asegura que está aún sin noticias actualizadas. Que en cuanto se sepa algo, ella me dirá.

Vuelvo a mi lugar, veo entrar a Adam por la puerta y caminar hacia mi. Me da un fuerte abrazo.

Menos mal que Bella no vino con él porque apuesto que sería un feo recuerdo para ella y recién logra salir de toda esa arena movediza que es la depresión.

Aún recuerdo cuando fui a llevarles ropa luego de su perdida... creía que mi corazón se rompería, pero desde luego, vivirlo en piel propia es mucho peor.

Tenía muchos planes para mi chico y yo, planes que no se llevarán a cabo.

-¿Familiares de Daya Coleman? - Pregunta un doctor acercándose, me pongo de pie y camino hacia el. Mis amigos me rodean.
- ¿Cómo está ella? ¿Esta bien? - Pregunto preocupado.
- Aún permanece dormida. Tuvimos que sedarla en la cesaría... Ella estaba muy nerviosa.
-¿Cuando despertara? ¿Sabe lo que sucedió?
- Despertara pronto. El niño se encuentra en la unidad de bebés prematuros.
-¿Que? - Pregunto confundido.
- Que logramos salvar al bebé. Aún es pequeño, pero tiene muchas posibilidades de sobrevivir. Es un alto número, si evoluciona correctamente, puede irse en una semana.
-¿Nació? - pregunto confundido.
- Eso he dicho. La llevaré con su prometida. - me dice y yo asiento. Ignorando a los dos de mis amigos.

Lo siento. Tengo un bebé que visitar y una mujer a quien cuidar.


Una vez que estoy en la habitación de mi chica, camino hacia ella, lo primero que noto, es que su estómago desde luego luce muy diferente. Es como si al nacer nuestro pequeño Austin se llevará su peso extra con el.

Es un cambio muy notorio.

Luego, la veo conectada a la intravenosa. Me inclino y beso su frente. Noto que sus mejillas tienen lágrimas secas. Tiene el poco maquillaje que llevaba cuando la dejé en casa corrido y su labio luce un poco lastimado.

Siento mi corazón romperse un poco al imaginarmela llena de miedo y sola. Porque yo debía estar con ella, se siente como si le falle aún cuando yo estaba buscando la pizza que ella me había pedido. 

- ¿Ky? - Escucho un susurro muy poco audible. La miro, ella tiene sus hermosos ojos verdes abiertos y mirándome. Le sonrió un poco.
- Somos padres, amor. Tenemos un niño hermoso.
-¿Lo tenemos? - Dice y sus ojos se cargan de lágrimas. -¿Lo he logrado? - Su voz suena quebrada.
- Si mi amor. Lo lograste. Lo siento por no estar contigo.
- Estaba muy asustada... Salía sangre y no sabía que hacer. Pensé que lo perdería... Y a ti.
- A mí nunca me perderas, Daya.
-¿Dónde está? ¿Dónde está nuestro Austin?
- En la unidad de bebés prematuros... Debe ser vigilado, nació meses antes... Pero todo estará bien nena.
- Lo logré. - Dice antes de cerrar los ojos y quedarse dormida.

Beso su frente otra vez y tomo su mano, la noto lastimada. Están sus uñas marcadas y faltan pedazos de piel. Deberían desinfectarle.

- Te amo mi amor.

Trying It [The King 2/4] BORRADOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora