SEGUNDA OPORTUNIDAD

CAPITULO 18

Caminaba al lado de Andy con mis palomitas y refresco está era nuestra tercera salida juntos, mis amigos dirían que era nuestra tercera cita después de la vez que yo lo invite a salír, la verdad la he pasado en todas muy bien, el día que yo lo invite fuimos a una cafetería que me encantaba y entre café y pastel pasamos la primera salida, la siguiente Andy fue el encargado de llevarme a una discoteca y a pesar de que el baile no es de mis cosas favoritas la pasé bien, según Andy no era indispensable saber bailar entre tanta gente en la pista nadie se daba cuenta si sabías bailar y estaba en lo cierto, la había pasado bien y está era nuestra tercera salida y ver una película, era justo donde estábamos ahora caminábamos hacia la sala que marcaban nuestros boletos una película romántica es lo que veríamos tomamos asiento en nuestros lugares compartiendo las palomitas.

La película era entretenida ya saben la clásica chica que se enamora de el chico sexy piensa que no tiene oportunidad pero algo suceden y al final quedan juntos, sentí el brazo de Andi pasar sobre el asiento para poner su mano sobre mi hombro, no dije nada quería no sentirme incómodo ya había decidido darme una oportunidad conociendo más a Andy y dejar que si se daba algo sentimental lo aceptaría, pero me sentía nervioso, deje de ponerse atención a la película pensando qué Andy si de verdad yo le gustaba iba a querer besarme en algún momento, agradecí que no hizo más que ese movimiento.

Al salir del cine me invitó a cenar, un restaurant fue el destino, en estas salidas me he dado cuenta que Andy está acostumbrado a lugares lujosos, el restaurant donde estabamos era bastante bello y la comida era muy rica.

- No te imaginas lo feliz que me hace el que aceptes salir conmigo. - tomo un sorbo del vino que había pedido.

- Me gusta salir contigo andy. - estaba totalmente sonrojado.

- Gee, quizá es muy pronto para decírtelo pero quiero ser sincero contigo. - tomo mi mano sobre la mesa apretándola un poco. - me gustas mucho Gee y sé que salimos como amigos pero me gustaría que me dieras la oportunidad de conquistarte.

Deje salír un suspiro, tenía que darme la oportunidad y Andy había puesto tanto interés en conocerme, aún tenía miedo pero debía darle y darme una oportunidad.

-Creo que sabes por lo que pase Andy, me lastimaron tanto que la verdad estoy aterrado de darme otra oportunidad, después de que me dejaron plantado en el altar yo había decido no tener ninguna relación sentimental y hasta hace poco no había cambiado de opinión. - ví el rostro de Andy con un intento de sonrisa, parecía decepcionado. - hasta hace unas semanas que decidí que tenía que darme una oportunidad de enamorarme de nuevo.

- ¿Que te hizo cambiar de opinión?

- Conocí a un chico y su hermosa hija, ellos forman una familia tan linda, que me hicieron reconsiderar mi desicion y desear conocer a alguien para enamorarme y formar una familia. - Andy en ningún momento soltó mi mano al contrario con su dedo comenzó a acariciarla. - así que si tú estás dispuesto a esperarme que yo pueda sentir algo por ti, acepto que me conquistes.

La sonrisa de Andy fue tan grande y contagiosa que yo sonreí junto con el un poco apenado, terminamos nuestra cena entre risas y comentarios de Andy sobre lo bien que me veía haciéndome sonrojar, al salir caminamos hacia el auto de Andy y el siempre todo un caballero pero con la diferencia que ahora tomo mi mano en todo el camino.

Algo que me agradaba de Andy era que no intentaba tener más contacto físico conmigo, no pasábamos de un abrazo y un beso en la mejilla y ahora el tomarme de la mano, agradecía que el comprendiera que aún no estaba listo sabía que en algún momento debía pasar pero necesitaba un poco de tiempo.

La relación con mis amigos había regresado a la normalidad ya los había perdonado Kristin estaba más que emocionada de saber que le daría una oportunidad a andy, Bert prometió que no se metería más en mis desiciones y me hizo saber que si Andy llegaba a lastimarme le rompería su carita en pedacitos porque no permitiría que nadie más volviera a lastimarme, solo lo abrace Bert siempre cuidándome.