SEGUNDA OPORTUNIDAD

CAPITULO 23

No sé cuánto tiempo pasamos en la misma posición, yo llorando como un bebé y Frank consolandome en cuanto logré tranquilizarme la vergüenza se apoderó de mi, como había dejado que el padre de mi paciente me viera en un momento tan vulnerable, me separé de el viéndolo a los ojos seguramente yo era un desastre mientras el se veía tan bien, nunca había puesto tanta atención al color de sus ojos, eran hermosos pero nada parecidos a Megan de hecho no había parecido entre ellos, quizá solo su hermosa sonrisa la cual me estaba brindando en estos momentos.

- ¿Te encuentras mejor Gerard?- su pregunta me saco de mis pensamientos y de estarlo observando me aleje más sonrojado.

- S...si. - me levanté del suelo donde nos encontrábamos tendiendole la mano el la acepto levantándose igualmente. - yo. - deje salir el aire contenido. - lamento que me hayas visto de esta manera, n...no se qué me pasó y lo siento deberás. - me daba vergüenza mirarlo a los ojos.

- No tienes de que avergonzarte todos alguna vez tenemos esos momentos en los que sentimos que el mundo se nos viene encima o no sabemos que hacer y es tanta nuestra frustración que nos derrumbados. - lo mire asintiendo mientras el me regalaba una sonrisa. - cuando la madre de Megan murió llore como nunca lo había hecho, ni cuando mis padres me dieron la espalda corriéndome de casa o cuando en la escuela me humillaban por llevar las mismas mudas de ropa o porque mis tenís se habían roto y yo aún los seguía llevando, nunca me había derrumbado como ese día.

- Ahora me siento un tonto llorando por una tontería. - me cubrí el rostro con las manos me sentía tan patético.

- Hey no digas eso, no sé qué te habrá pasado para que te sintieras así y sé que quizá no tengo tu confianza porque aún no nos conocemos tan bien pero tú me has dicho que soy tu a...amigo y ojalá algún día puedas confiar en mí. - Frank se había sonrojado jugaba con las mangas de su suéter y me dió tanta ternura, pero el decirle los motivos de mi ataque de llanto sería contarle cosas dolorosas de mi pasado, hablarle sobre Marck.

- Claro que eres mi amigo y apesar de que nos conocemos poco te tengo confianza solo que es una historia larga de contar.

- Comprendo que ahora no es el momento debes tener mucho trabajo. - asentí dándole la razón, necesitaba hablar con alguien sobre cómo me sentia, alguien que no fueran mis amigos y pudiera darme un consejo sin alterarse.

- ¿Que te parece si vamos a tomar un café más tarde? - Frank asintió como un niño emocionado.

- Me parece perfecto, ahora te traje los estudios de megan. - me dió un sobre que contenía los estudios los revise dejándome un poco más tranquilo al verlos.

- Aquí todo se ve normal, pero recuerda que debe alimentarse bien esta algo baja de peso y debe recuperarlo para estar en su peso. - Frank asiente viéndose más tranquilo.

- No te imaginas la tranquilidad que acabas de darme, claro que estaremos más al pendiente de que coma todo y su peso. - nos sonreímos poniéndonos de acuerdo para vernos más tarde, ahora debería pensar en alguna excusa para no salir con Andy más tarde.

Pase mi mañana con mis consultas cuando tuve un momento libre me dirijo a la cafetería no tenía mucho apetito pero si moría por un café, me senté en una de las mesas pegadas al ventanal veía a las personas entrar y salir y más allá el parque al que había ido con Frank y Megan suspiré pensando que decirle a Andy para no vernos más tarde, estaba tan sumido en mis pensamientos, que di un brinco del susto al sentir un beso en mi mejilla y notar la gran sonrisa que Andy me brindaba.

- No puedo creer que llevo unas horas sin verte y ya te extraño. - se sentó frente a mi tomando mi mano.

- Solo han sido unas horas Andy. - el se levantó sentándose a mi lado dejando un beso sobre mis labios.