CAPITULO 45

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No sentía mi brazo algo lo aplastaba y estaba totalmente entumido, abrí mis descubriendo que era lo que lo estaba aplastando, era Frank, mi brazo estaba bajo su cuerpo me había quedado dormido a su lado después de regalarnos varios besos, Frank estaba muy cansado y literalmente se durmió con sus labios unidos a los míos, mi intensión no era quedarme a dormir con el a su lado, solo quería estar con el unos momentos y al quedarse dormido me marchara a mi habitación pero al verlo dormir tan pacíficamente me gano el sueño y puedo decir que ahora no me arrepiento de haberlo hecho.

Frank aún duerme con su boca un poco abierta su rostro se ve tan pacífico y admiro sus facciones de adolescente, uno que ha sufrido demasiado y al que ahora yo cuidare e intentaré hacerlo feliz junto a mi princesa; Intento sacar mi brazo lentamente sin despertarlo pero como me dicen cuando eres padre si dormías como un oso se reduce al despertar con el más mínimo ruido así que mi intento fue fallido y lo veo sentarse rápidamente con el rostro totalmente asustado.

- ¿Qué hora es? Debo estar con Megan - lo observó ponerse de pie y comenzar a quitarse la pijama desesperado, me levanto colocándome a su lado y tomando sus manos cuando estás están a punto de quitarse el pantalón de pijama.

- Frankie, tranquilo cariño Bert está en el hospital con Megan y no ha llamado eso quiere decir que no ha sucedido nada malo - Frank me mira con sus ojos llenos de lágrimas lo tomo del rostro y acarició su mejilla limpiando la lágrima que rueda por ella.

- La extraño Gee, quiero a mi bebé junto a mi y verla sonreír, extraño despertarla en las mañanas con un beso y verla arrugar su naricita, quiero que se recupere pronto - lo abrazo sintiéndome tan mal por lo que está pasando y siento ganas de llorar junto a el pero se que debo ser valiente por el.

- Tranquilo, verás que pronto la tendremos con nosotros y ahora los dos la despertaremos con un beso en las mañanas - levanto su rostro dejando un beso sobre sus labios - te lo prometo mi amor.

Frank me mira con los ojos bien abiertos y sus mejillas toman un color rojizo, no entiendo porque hasta que caigo en cuenta que acabo de decirle mi amor me avergüenzo pero no me arrepiento de haberlo llamado así.

- Te amo Frank, se que no lo crees pero te lo demostraré - el sonríe un poco y se aferra más a mis brazos.

- No es que no te crea, solo que tengo miedo que estés confundiendo tus sentimientos solo por lastima - negué, moviendo mi cabeza rápidamente.

- Te voy a decir un secreto - el me miró nuevamente - cuando te beso siento como si tuviera un millón de fuegos artificiales explotando por todo mi cuerpo y mi corazón se acelera cuando te veo, cuando me tienes entre tus brazos y eso no lo había sentido con nadie más - me acerco a su rostro buscando sus labios que me dejan explorarlos delicadamente con todo el amor que siento por el - solo tú haces que mi corazón exploté.

Después de besarnos lo dejo en su habitación para que se bañe y arreglé para irnos al hospital, este día tengo que regresar al trabajo pero lo bueno es que puedo colarme a terapia intensiva y ver a Megan, yo voy a mi habitación para hacerlo mismo, bajo al comedor encontrándome a mi madre en la mesa tomando café me acerco y dejo un beso en su cabeza y camino hacia la cafetera para servirme café y también a Frank que se pronto bajara, al sentarme en la mesa siento la mirada de mamá sobre mi la miro esperando que diga algo porque la forma en que me mira me está poniendo nervioso.

- ¿Que estás haciendo Gerard Arthur Way? - el escuchar mi nombre completo solo significa que está molesta.

- ¿haciendo de que? - acabo de cometer el peor error de todos contestarle a mi madre su pregunta con otra y lo sé al momento en que mi oreja paga las consecuencias del jalón que me dio, - MAMA ¿Porque me jalas?

SEGUNDA OPORTUNIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora