🌸El mejor tipo de personas son las que entran en tu vida y te hacen ver el sol donde alguna vez viste nubes🌸
Lali es una chica de diecisiete años que sufrió en un accidente trágico en un hospital. Ella y sus tres amigos, Eugenia, Ramiro y Melody i...
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Me retorcí en la cama desesperada. Me toqué las mejillas que estaban calientes y sudadas. Mi pijama estaba todo mojado por el sudor. Mis pies, que antes estaban fríos, hervían al igual que todo mi cuerpo. Rodé en la cama con el corazón en la boca, y caí al suelo en un ruido seco.
Me quejé del dolor, pero nada se comparaba con el miedo y pánico que estaba sintiendo luego de lo que había visto en mi sueño.
Todo parecía tan real... desde la última vez.
Me quedé tendida allí, en el suelo, mirando cómo mi piel brillante se relucía a través de la luz de la luna que entraba por la ventana abierta. Una brisa fría movió las cortinas, haciéndome temblar. Era invierno, y yo estaba ardiendo.
Ardiendo como esas personas, que se retorcían en el suelo con llamaradas de fuego en todo su cuerpo. Ahogué un grito que se atoró en mi garganta, sin querer salir como las palabras que nunca pude decir.
Me largué a llorar en silencio, por el eterno sufrimiento que estaba sintiendo desde ese día. Porque yo quería morir, quería rendirme, y nadie me dejaba hacerlo. Porque la vida era importante, era un regalo, algo que todos debían disfrutar. Era joven, tenía una vida por delante y habría más cosas por la cual preocuparse.
Pero mi vida ya no era como antes. No desde ese día. Ellos no sabían el sufrimiento que sentía. La culpa por no haber querido detener eso. La culpa de no haber ayudado a la señora tendida en el suelo, respirando su último aliento mientras su cuerpo se quemaba entero.
No quería vivir. Me quería rendir. Pero nadie me permitía hacerlo. Porque decían que debía seguir adelante. Ese accidente en aquel lugar, eran cosas que le podrían pasar a cualquiera. Que la diferencia iba a llegar un día en mi vida, pero yo no estaba realmente segura de eso. Yo sabía que estaba perdida. Para siempre. Traumada. Sufriendo. Con la horrible y dolorosa culpa.
Por perderlos, mis amigos, bajo el fuego, bajo las cenizas. En un lugar que todos morían, pero ese día, todos habían muerto por un incendio que acabó con todos.
Menos a mi.
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