Al llegar, bajamos del auto y entramos a casa. El olor perfumado a almizclé y vainilla me llenó las fosas nasales y me dirigí directamente hacia mi habitación. Si me quedaba con mis papás, ellos comenzarían a hablar y a sacar conclusiones sobre mí y mis respuestas. Es como si estuvieran desesperándose por sacar información personal. Por saber en lo que pensaba.
Al subir las escaleras, Jazmin me pisó los talones.
- Espero que tengas una buena excusa por no haberme ayudado ese día.
Cerré la puerta de la habitación en su cara, y me acosté en la cama. Ramiro se asomó a la visión de mis ojos, para que pudiera ver su rostro.
- Melody y yo podríamos haber estado muy felices juntos. Pero estamos muertos. Porque no nos ayudaste.
Me tapé el rostro y los oídos con la almohada y esperé hasta dormirme por completo.
Normalmente yo me despertaba por las pesadillas, pero ahora, me desperté por los gritos de mi hermana pequeña, Aleli.
- ¡Pero yo quería la muñeca con alas! ¡Porque puede volar! ¡Las demás no!
- Aleli, no podemos comprártela. Es muy grande y ya tienes muchas muñecas para jugar. Ésa sólo sería otra muñeca que terminaría rota y abandonada como las demás.
Eso no era verdad. Aleli coleccionaba todas las muñecas, las peinaba, las bañaba y creaba vestidos preciosos con su ropa vieja o que no le gustaba. Las muñecas estaban mejor que yo.
Me levanté de la cama, y bajé las escaleras para ver a mi mamá discutiendo con Aleli.
- Ya basta, Aleli. No podemos, estamos teniendo muchos gastos últimamente.
- ¡Por las sesiones de Lali! ¡La llevan a ese lugar y no cambia nunca!
- ¡Eso no es verdad! -le contestó mamá- Lali hoy ha tenido un progreso.
- ¿Qué progreso? ¿La respuesta de tres preguntas de cincuenta?
- Aleli -dije.
Ellas se dieron la vuelta para observarme sorprendidas. Aleli se cruzó de brazos cuando me vio, visiblemente enojada conmigo por lo que estaba ocurriendo. Papá se asomó a través del periódico que estaba leyendo.
- Yo te voy a comprar la muñeca.
Aleli abrió los ojos sorprendida y sonrió.
- ¡No! -Contestó mamá- Ni se te ocurra Lali. Ella tiene muchas muñecas. ¡Son caprichos! ¡No se lo compres!
- Tengo muchos ahorros -ignoré a mamá y alcé a Aleli en mis brazos, mirándola sonriente.
- ¡Sí! -festejó levantando sus bracitos. Besé su mejilla y seguí sonriendo.
Por lo menos podía sonreír ahora. No sonreía hace mucho tiempo.
Y mis papás notaron eso. Me miraron sorprendidos y sonrieron también cuando vieron mi sonrisa.
Aleli me abrazó y yo sentí que estaba haciéndolo todo mal. Porque mi familia creía que todo estaba bien, pero en realidad estaba todo peor.
Porque Jazmín, Melody y Ramiro me miraban con desdén a lo lejos, apuntándome y susurrando cosas sobre mí, echándome la culpa todo el tiempo. Toda era mi culpa.
Y mi sonrisa desapareció.
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El sol de mi tormenta© 《Laliter》✔
Fiksi Remaja🌸El mejor tipo de personas son las que entran en tu vida y te hacen ver el sol donde alguna vez viste nubes🌸 Lali es una chica de diecisiete años que sufrió en un accidente trágico en un hospital. Ella y sus tres amigos, Eugenia, Ramiro y Melody i...