I hate u, but I luv u (Hero Fiennes) [PAUSADA POR EL MOMENTO]

Capítulo 2

Narra Kate

Tanto Mark como yo llegamos al centro comercial. Aparcó la moto y ambos bajamos, guardamos los cascos y cogidos de la mano, caminamos hacia el interior del centro comercial. Os preguntaréis, "Kate, no sois novios?", pues no, somos mejores amigos desde que éramos unos enanos de jardín, y nos comportamos así desde pequeños. A parte, el tenía pareja, concretamente un chico, Hayes, al cual no conocía. Sip, es gay. Bueno, mientras nos dirigiamos a la heladería que siempre íbamos cada vez que veníamos, comenzamos a hablar de tonterías y de chismes que habían por el Instituto, éramos unas marujas la verdad.

-Como has estado Kate? Hace tiempo que no nos vemos-me sonrió levemente, después de hablar de cosas en general-

-Pues como siempre Mark, la verdad yo también te he echado de menos, putos exámenes...-hice un puchero y le abracé, estuvimos dos semanas sin vernos-

-Ay pequeña, tu jamás cambiarás-este rió levemente y me besó la frente-

-Me gusta ser diferente-sonreí, orgullosa de como era-

-Lo sé Kate, me encanta eso de ti-sonrió. Su sonrisa era muy bonita-

-Lo sé-reí y este negó divertido, aveces mi ego estaba muy alto-

-No se que haré contigo...-susurró y río levemente-

-Quererme, como siempre has hecho y aguantarme, al igual que yo contigo-solté una risita y sonreí de una forma tierna-

-La verdad es que sí-este asintió y río conmigo. Parecíamos hermanos-

Ambos al final, después de una larga pero corta caminata, llegamos a la heladería. Estuvimos mirando un buen rato los sabores que habían mientras esperábamos nuestro turno. Al ver a tanta gente, le sugerí a Mark algo.

-Mark, que tal si tu vas a coger mesa y yo pido los helados?? Nos quedaremos sin mesa a este paso-miré al mayor y hice un puchero-

-Tienes razón, pídeme un helado de chocolate y fresa, vi una mesa, te espero allí-besó mi mejilla y después de darme el dinero de su helado, se fue a la mesa que vio-

Asentí y seguí esperando. Al final, llegó mi turno, y a la camarera, la cuál era muy amable por cierto, le pedí los helados que queríamos. Esta, con rapidez y destreza, los sirvió. Los cogí con una sonrisa y le di el dinero justo para así que pudiera atender más rápido, ya que la heladería estaba a tope. Después de eso, fui con Mark y le sonreí, sentándome a su lado.

-Aquí tienes abuelo-sonreí y le di su helado-

-Gracias enana- rió agradeciendo y probó su helado- mmm...riquisimo, como siempre-sonrió-De qué te lo has pedido Kate?

-De fresa y limón-sonreí y comencé a comer mi helado- waaaa...son los reyes del helado, normal que tengan tanta gente

El mayor asintió y siguió comiendo su helado, aunque de vez en cuando me robaba del mío, y yo del suyo, y así sucesivamente hasta que ambos helados estuvieron en nuestra barriga, y no en las tarrinas. Suspiré aburrida, ahora que podíamos hacer?? Estuve pensado, hasta que se me ocurrió algo, pero al ver la hora que era, no creo poder ir al sitio que quería, ya que era la hora de comer casi y debía volver a casa. Mark, comprendiéndome, me abrazó.

-Se que quieres ir a los recreativos, te conozco, pero ya sabes que hora es-este me miró con una sonrisa triste-

-Podremos ir el viernes???-le miré con ilusión en los ojos-

- Ya te aviso si? Tengo que hacer trabajos, pero quizás si pueda- este me sonrió y se levantó- vamos pequeña, hora de volver a casa.

Asentí y ambos nos levantamos de las sillas y salimos de la heladería. En unos 15 minutos volvimos a mi casa. Me bajé de la moto y después de guardar el casco, darle un beso en la mejilla y despedirme de Mark, entré en mi casa. Parecía que no había nadie, miré por toda la casa hasta encontrarme al idiota de Hero en el sofá tumbado...en calzoncillos!

-Dios Hero tapate!!!!!-hice una mueca y me giré-

-Por qué? Si se esta super bien así- este rió y me miró-

-Porque vives con dos mujeres, la cual una es menor, ósea yo, y no es bueno que vayas así por la casa, das una mala imagen- le sonreí de forma cínica-

-Ya...pero bueno...se que te encanta verme así-este se comenzó a acercar a mi, hasta quedar enfrente- o me equivoco?

-Te equivocas, me voy a mi cuarto-rodé los ojos y me dispuse a marcharme, pero sentí como unos brazos me envolvían la cintura- Hero sueltame 

-No quiero soltarte, déjame ser cariñoso contigo pequeña...-lo último lo dijo en un susurro cerca de oído,  produciendo un escalofrío por todo mi cuerpo, soltando un pequeño suspiro-

Este se acercó a mi cuello y comenzó a pasar sus labios por mi piel, rozándolos. Después de un momento así, comenzó a dejar pequeños besos por mi cuello. Sus acciones provocaron que quisiera soltar suspiros, pero me contenía, no quería, no debía, no siquiera debía dejar que hiciera eso que estaba haciendo. Me pude soltar de sus brazos y corrí hacia mi habitación, roja de la vergüenza. Que coño le pasa?? Me encerré en mi habitación y suspire allí dentro. Tenía la respiración agitada y sentía un cosquilleo extraño en mi zona intima, algo que jamás había sentido. Decidí tranquilizarme y llamar a mi mejor amiga, Lara, para que me dijera los deberes. Me dijo los deberes y juntas por videollamada los hicimos. Al final no comí, pasé toda la tarde en mi habitación encerrada esperando a que mi madre llegará, no quería estar con Hero, y después de ese acto tan extraño.

La noche llegó y con ella, mi querida madre, menos mal...salí de mi habitación y fui a saludarla con un abrazo,no me alegraba tanto de verla desde hace mucho. Los tres juntos comenzamos a hacer la cena y la comimos viendo una película, pero me sentía incómoda. Hero no paraba de mirarme!! Dios...por qué?? Miré que él y mi madre se abrazaron, pero me miraba de reojo. Al final, decidí hablar.

-Mmmm...yo me voy a dormir, buenas noches- me levanté y llevé mis cosas a la cocina-

-Ya hija? Si son las 10 de la noche-me miró extrañada,junto con la mirada divertida se Hero-

-Si...a ver si hoy puedo dormir-después de decir aquello, subí a mi  habitación y me acosté en la cama, para así dormir-

Estuve durmiendo tranquilamente, que bien que hoy no hicieron nada, mi subconsciente lo agradecía, pero, escuché que puerta se cerró,la cuál estaba abierta, y sentía a la vez que el lado de mi cama se hundía. Desperté poco a poco y ví quien era la persona que estaba a mi lado. Me sorprendí, pero no me corté ni un pelo y le hablé, susurrando.

-Qué haces aquí...