Capítulo 29

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Narra Hero

Estuvimos un rato más hablando con mi colega, y luego, lamentablemente, nos tuvimos que ir. Debía admitir que estas horitas estando con él las necesitaba desde hace tiempo, era el único que me entendía en este mundo de egoísmo y control mental por el gobierno hacía los ciudadanos. Kate y yo salimos de la cafetería, yo abrazando sus hombros y ella mi cintura. Juntos, comenzamos a pupular por el centro comercial sin un destino en concreto, con un silencio sepulcral entre nosotros dos. Era un silencio cómodo, no necesitamos decir nada para saber que estábamos a gusto, a pesar de oír a las demás personas hablar de a saber qué. No parecían cosas muy interesantes. Decidí romper el silencio y hablar con Kate.

-Qué quería Jack?-le pregunté, aunque sabía que había pasado-

-Pues vino para explicarme lo de esta mañana-me miró y una sonrisa leve surgió en su rostro-

-Entiendo-asentí y miré al frente-igualmente, si necesitas que le pegue alguna vez me lo dices

-Está bien-rió leve-

-Te dijo algo más?-pregunté curioso-

-Sip. Me dijo que este sábado quería que fuera a su casa a una comida familiar. Sus padres me quieren conocer-me miró a los ojos con un destello en ellos. Estaba nerviosa-

-Aahh, que guay-dije con un poco se sarcasmo, pero no lo notó por suerte-me dejaras solo pequeña

-Volveré pronto, lo prometo-esta sonrió leve y yo también lo hice-te apetece comer? Tengo hambre

-Claro! Te apetece ir al Foster's Hollywood?-señalé el restaurante que estaba en frente nuestra-

-Sii!! Me apetecen nachos, un hamburguesa y costilla-animada, se separó de mí y fue corriendo hasta el lugar donde comeríamos-

-Kate espera!-riendo la seguí por detrás-

-Voy a coger mesa!-gritó y nada más hacerlo, entró al restaurante-

Negué con una sonrisa en mi rostro y seguí corriendo hasta entrar. La busqué levantando mi cabeza un poco hasta que la pude ver en una mesa alejada, en una esquina, una zona bastante escondida. Me gustaba, era genial. Fui con ella y me senté en frente suya. La menor me recibió con una sonrisa y yo sólo me reí por la felicidad que desprendía. No me cansaba de decir que era una monada. Miramos las cartas por si queríamos una cosa diferente a las que había mencionado Kate, pero, ella seguía con los nachos, la costilla de cerdo y una buena hamburguesa. Yo, solo para verla más feliz, llamé al camarero para pedir lo que mi dulce bebé quería, a parte de la bebida. Ambos pedimos dos cocacolas con hielo y una rodaja de limón, para que tuviera un gusto más refrescante.

-Aayy tengo hambre!!!-Kate se quejó y empezó a dar saltos en su asiento-

-Tranquilidad fierecilla. La comids va a tardar-reí y dejé mi móvil a un lado y la chaqueta colgada en mi asiento-

-Pero tengo mucha hambre-hizo un pucherito y se tocó su barriga-

-Yo tengo algo que puedes comer-le guiñé el ojo y puse una sonrisa pícara-

-El qué?-dijo curiosa-

-Yo miré mi paquete y luego, la miré- tu que crees bebé?-mordí mi labio y sonreí-

-Al pillar mi indirecta, se sonrojó y agachó la cabeza-es un sitio público

-Ven aquí-le dediqué una sonrisa-

La menor, tímida, se levantó y se sentó a la silla que había a mi lado.    Yo la cogí y la puse encima mía. Me desabroché el pantalón y saqué mi pene sin que nadie me viera. Puse a Kate encima mía, la abracé por la cintura y acto seguido, sin que yo se lo dijera, se empezó a mover. Hacía movimientos circulares, lentos y placenteros. Estos los combinaba con movimientos de delante hacía atrás y de vez en cuando, movía solo sus nalgas, haciéndome twerking. Esos movimientos, provocaron en mi pene una erección bastante notable, pero invisible para las demás personas. Ambos vigilábamos a los demás clientes, para asegurarnos de que ni nos veían a pesar de estar en una zona escondida. Por cada movimiento que la menor hacía, de mis labios se escapaban gruñidos y jadeos, alguna que otra vez algún gemido, pero procuraba que fueran gemidos bajos. Acerqué a Kate a mí, para así gemir en su oído, besar su cuello y ver ese pequeño sonrojo que tenían sus suaves mejillas, el cual le quedaba de una forma espectacular.

-Eres preciosa...-susurré y gemí en su oído-

-No lo soy He...quiero decir, Daddy-susurró más roja-

-No discutas las palabras de Daddy, o me tocará castigarte cuando lleguemos a casa cariño-bajé mis manos y comencé a acariciar sus piernas-

-Ta bien...-habló como una niña pequeña y yo solo sonreí ante ello-

Sin esperarlo, se apoyó en la mesa y comenzó a mover su cadera de arriba a abajo, simulando que saltos, donde se metía mi miembro en su interior. Ante aquel acto, no pude resistirme y gemí alto hasta llegar al clímax, corriéndome. Cogí  una servilleta y limpié el semen que se hallaba en mi pene y en sus pantalones, no dejando ningún rastro de la sustancia espesa y blanquecina. Volví a meter mi pene dentro de mi calzoncillo, para luego abrochar mi pantalón y mi cinturón. Kate se levantó y antes de que se sentara en el lugar donde estaba sentada hace un rato, le dí un corto beso, sonrojándola de nuevo. Cuando se sentó, cogí su mano y la besé, recibiendo una sonrisa tímida de su parte. Yo, como un caballero, le devolví la sonrisa y acaricié su mano, esperando a que la comida tan deseada por ella llegara.

-Como te sientes??-sonriente le pregunté-

-Pues...me siento como una rebelde-rió ante ello, y yo igual-

-Conmigo te vas a sentir así muchas veces-le guiñé un ojo acompañando mi respuesta-

-A que te reiferes?-ante lo que dije, se sonrojó, de nuevo-

-Nada tomatito, vamos a comer-vi que la comida ya llegaba-

Sin recibir una respuesta de la adolescente, nos pusimos a comer contentos.

I hate u, but I luv u (Hero Fiennes) [PAUSADA POR EL MOMENTO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora