I hate u, but I luv u (Hero Fiennes) [PAUSADA POR EL MOMENTO]

Capítulo 3

-Qué haces aquí Hero??-miré extrañada al chico, pero a la vez adormilada-

-Quiero pasa tiempo contigo-me dijo simple-

-Hero...Son las 3 de la madrugada!!!! Déjame dormir!!!-le grité en un susurro y me tapé con las sabanas- Cada vez eres más idiota

Hero no dijo nada, simplemente se levantó de la cama. Suspiré. "bien...se va" pensé para mis adentros. Sonreí levemente y me acurruqué entre las sábanas para así estar dispuesta a dormir de nuevo. Mientras me volvía a dormir, sentí como las sábanas se levantaban y un cuerpo se apagaba a mi. La persona, la cuál suponía que era el idiota de Hero, me abrazó por la cintura, acercándome a él, produciendo que soltará un pequeño suspiro, ya que sentir su bulto en mi culo la verdad, no me agradaba, pero a la vez si, era una cosa extraña. Abrí los ojos de una sola vez, pero no dije nada. Sentía su respiración en mi cuello, y sus caricias en mi cintura me ponían más nerviosa. Qué quería este chico?

-Hero...vete...mi madre se despertará y si no te ve allí se extrañará-susurré, lo más tranquila posible, intentando no ponerme nerviosa, para no despertar a mi madre ni a mi perra-

-Ssshhh...déjame...hoy te has portado mal Kate...-este, comenzó a pasar sus labios por mi cuello, rozándolos-

-A que coño te refieres??-ya me estaba desquiciando este hombre-

-No me has hecho caso está mañana...debes hacerme caso Kate

-No te debo hacer caso...no eres mi padre!!

El chico se quedó callado. Creo que o se cabreó o lo comprendió. Mi respiración estaba un poco agitada ante la situación, no quería que mi madre nos viera...así. Mientras volvía a cerrar los ojos, pensando que la segunda opción era la correta, me giró, poniendo su cuerpo encima mía, cogiéndome de las muñecas, poniendo sus brazos y los míos a los dos lados de mi cabeza. Me sobresalté, tenía que admitirlo, jamás había hecho eso. Me removí debajo de él, pero no sirvió de nada, el tenía mucha más fuerza. Solté un suspiro y le miré cabreada, al igual que él a mi. La primera opción era la correcta. Su ojos verdes mostraban odio y un sentimiento raro, extraño, que no lograba descifrar. Lo notaba por el resplandor que estos hacían.
Intentaba descifrar que pensaba hacer a través de su mirada, la verdad nunca me había fijado, pero en verdad, era un chico muy guapo, sólo que yo lo veía como el novio de mi madre, no como una presa a la que cazar. Lo que más atraía eran sus labios carnosos y rosados junto con sus ojos, y su sonrisa. Ninguno de los dos hablaba, pero nuestras respiraciones agitadas se mezclaban entre sí. Al final, él habló...

-Tienes unos ojos muy bonitos Kate...-susurró-

-Gracias...tu igual Hero...-susurré de la misma forma- mmm...puedes soltarme...?

-Este negó y me miró- No...-este volvió a susurrar y poco a poco se empezó a acercar-

-Que haces Hero...?-susurré al verlo tan cerca mía-

-Déjame hacerlo nena...sólo una vez...-este me suplicó, qué quería?-

El mayor se acercó hasta hacer que nuestras narices estuvieran juntas. Su mirada me imponía, me ponía nerviosa, algo que jamás había pasado. Que me estaba pasando? Una de sus manos paso mi rostro, concretamente en mi mejilla, acariciando esta, y con su pulgar, mis labios. No estará pensando en...oh nononono y no! Debía detenerlo, pero no sabía como, así que, volví a intentar  hablar con él para pararle. Jamás había besado, sería muy penoso. Pero quería?? O no?? Aish estoy confusa!!!!

-Hero...estas con mi madre...ambos nos odiamos...alejate-susurré- 

-Ni hablar...debo castigarte... Has sido muy mala pequeña-susurró y después de eso, sin dejarme hablar, me besó-

Me sorprendí al sentir sus labios sobre los míos. Comencé a removerme debajo suya, intentando escapar, pero no pude, así que me rendí y con torpeza, le intenté seguir el beso. Mi primer beso con el novio de mi madre, quién lo diría. Sus labios eran muy suaves y cálidos, y abrazaban a los míos sin pudor alguno. Al final, pude seguirle el ritmo. Si le seguía el beso, se iría, y podría dormir de una vez por todas tranquila. Este me cogió en brazos y me puso a ahorcadas suya, poniendo sus brazos alrededor de mi cintura. Yo, inconscientemente, enredé mis brazos alrededor de su cuello, comenzando a acariciar su nuca y su pelo, tan suave. Sus manos recorrían todo mi cuerpo, sin sobrepasarse mucho. Después de un rato, ambos nos separamos del otro y nos miramos. Sus labios estaban hinchados, su respiración agitada y sus ojos tenían otro brillo y se habían tornado de un verde oscuro. Hero me sonrió, pero no como siempre, su sonrisa era malévola, algo tramaba.

-Que pretendes??-le dije dudosa, recuperando el aire después de aquel beso-

-Sólo castigarte y quizás...darte placer-rio levemente y me cogió poniéndome a cuatro patas en su regazo-

-que haces?!?!?-medio grite viéndole-

-Sólo cállate y ni se te ocurra gritar- dijo mientras me bajaba mis pantalones del pijama junto con mi tanga, haciéndome sonrojar- vaya...y yo pensando que eras mas inocente Kate-soltó una risa-

Iba a decir algo pero de la nada, sentí como su mano se juntó con una de mis nalgas. Si señor, me dio una nalgada, y no muy flojita que digamos. Me quejé, fue a doler, pero no grité, no quería despertar a mi madre, así que solté un gemido de dolor y mordí mi labio inferior. Continuó con sus actos un par de minutos más, pero poco a poco, no tenía mucha prisa, estaba disfrutando del momento, estaba disfrutando haciéndome esto, lo note en su mirada cuando giré mi cabeza en un instante. Después de un rato, paro y me puso como estaba antes encima suya, con mi ropa interior y mi pantalón ya en su sitio. Tenía unas pequeñas lágrimas en los ojos, jamás pensé que él me haría eso. Le miré y le pregunté.

-Por qué...me hiciste eso??-susurré soltando un quejido, de seguro tendría las nalgas rojisimas-

-Ya te dije...Te merecías un castigo-susurró serio, secándome las lágrimas- lo volverás a hacer??

-E-el que?-pregunté dudosa-

-Desobedecerme-dijo cerca de mis labios. Pensé un rato, hasta que negué- Buena elección. Ahora duerme nena, mañana ya nos veremos.

Me dio un pico y me acostó en la cama, tapándome con las mantas. Después de eso, lo vi desaparecer de mi  habitación, no sin antes guiñarme un ojo. No sabía que había pasado, tampoco quería recordarlo. Jamás había experimentado una cosa así, tampoco pensaba que sería con él, el novio de mi madre, alguien prohibido, alguien al quien yo odiaba, pero que en ese momento me produjo miles de sensaciones. Negué varias veces y volví a cerrar los ojos, despejando los pensamientos que tenía, pudiendo así, a las 4 de la madrugada, conciliar de nuevo el sueño.