Capítulo 31

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Narra Jack

Decidí pasar de largo y conducir hasta el instituto. No quería meterme en ninguna pelea, quería mejorar mi reputación en todos los aspectos, aunque algo me decía que me arrepentería ante la decisión que tomé. Llegué al instituto, dejé el coche delante de la puerta aparcado y entré al instituto. De camino al pabellón me encontré con Mark. Este me preguntó por que no había ido a clases. A pesar de ser un curso menor que él, nuestros amigos del equipo podían habérselo dicho perfectamente. Yo, sin problema ninguno, le conté que fui a buscar a Kate para hablar sobre lo de esta mañana. Mark no tenía ni idea de lo que pasó pues a las ocho tenía hora con el médico y no vio el espectáculo que se armó por culpa de Ashley. A medida que se lo contaba, iba flipando cada vez más y más, hasta el punto de escupir cada dos por tres la bebida que estaba tomando. Creo que se la acabó escupiéndola en vez de tomándola. Al igual que todos los de esta mañana, criticó a Ashley y se quedó como dije antes alucinado.

-Mira que he conocido a gente rata Jack, pero esa chica supera a todo el mundo-tiró la lata en la papelera de la puerta del pabellón-

-Ya lo se. No se como pude salir con ella-suspiré y entramos dentro-

-El amor es un misterio amigo mío-dijo Mark entrando en los vestuarios-

-Eso es cierto. El amor puede ser la enfermedad mas mortífera que hay en el universo-me quité mi ropa y me puse la ropa del entrenamiento-

-Así es. Al menos has encontrado a Kate y habeis solucionado ese pequeño problema-Mark se puso también su ropa y salimos de los vestuarios-

Yo solo asentí ante lo que dijo y ya no dijimos nada más del tema. Nos reunimos con los demás del equipo y todos juntos hicimos un círculo alrededor del entrenador. Este nos dijo hola, como siempre, súper amigable. Era joven y a nosotros nos encantaba. Hacía los entrenamientos entretenidos y dinámicos, de tal forma que no nos aburríamos por hacer el típico entrenamiento de toda la vida y a parte, aprendíamos todo lo que necesitábamos saber para ganar los partidos que se venían dentro de poco tiempo. Todos los institutos de la ciudad íbamos a competir en un campeonato para ganar un cheque de diez mil dolares para un viaje a un país extranjero y a parte, una copa para representar la victoria del instituto. El país lo elegíamos los jugadores y además, podíamos llevar a un o una acompañante. Por mi parte, llevaría a Kate y Mark me dijo que llevaría a Clara, para estar los cuatro juntos y disfrutar de esa maravillosa experiencia. Estábamos animados y con ganas de ganar, de ir a por todas, por loaue no perdimos ni un segundo y enseguida comenzamos a entrenar. Hoy entrenábamos por parejas. Yo entrené con Mark y al final del entrenamiento, hicimos unos cuantos partidos de equipos pequeños para poner en práctica lo que ya sabíamos y lo que aprendíamos. A parte, también mostrábamos trucos que otros no sabían, y de esa forma, también aprendíamos.

Una vez el entrenamiento terminó, fuimos a darnos todos una ducha en los vestuarios. Por suerte las duchas de aquí no estaban asquerosas así que podíamos ducharnos cómodamente. Una vez duchados, salimos todos del pabellón y cada uno, nos fuimos a casa. Por el camino, pasé por el lugar donde estaba el callejón. No estaba tranquilo. Paré y respiré. Decidí bajar. Era tarde pero quería asegurarme de algo que esperaba que no hubiera pasado, aunque mi interior sabía que si. Adentrándome en el callejón, vi una sombra en el suelo, acostada, sin apenas moverse. Fui acercándome y al llegar. Me asuste, no podía ser...

-Cameron!!-asustado, fui hacía ella-

Cameron era mi hermana mayor. No sabía que estaba aquí, en la ciudad. Se fue al Reino Unido a estudiar la carrera que quería con una beca pues allí era como mejor la daban. Era la mejor de su clase y por lo que se, estaba siendo la mejor en su promoción. Estaba toda llena de arañazos, de moratones y de heridas profundas. Estaba horrible, y eso me partía el alma. La cogí en brazos y la metí en el coche. Miré sus pupilas y me asusté. Estaba drogada, pero no estaba seguro de que, por lo que lo más rápido que pude, conducí hasta el hospital. Oía que decía cosas que ni ella entendía y a veces, lloraba sin motivo alguno. Cada vez me preocupaba más su estado, llamé a mis padres mientras conducía, exaltado, explicándoles lo que había pasado, desde que pasé de largo antes del entrenamiento hasta ahora. Ellos, intentando estar calmados, me dijeron que ahora irían al hospital.   Yo llegué y sin aparcar el coche ni nada, la saqué del coche en mis brazos y empecé a gritar como un loco pidiendo ayuda. Un doctor y dos enfermeras vinieron enseguida con una camilla y unos medicamentos y objetos que no sabí para que servían, pero si ayudaban a mi hermana, era lo importante. Entramos en el hospital y el médico me empezó a preguntar que que había pasado. Yo, al igual que hice con mis padres, le conté todo lo que sabía. Llegamos a un punto del hospital en el cual ya no me dejaron pasar. Me tenía que quedar en el pasillo, frío y solitario. Con el ambiente que había, la duda de lo que le había pasado a Cameron y los nervios que tenía, no eran buenos para mí, aunque intentaba calmarme.

Mis padres llegaron al rato. Yo nada más los vi, los abracé y pedí perdón por no haber bajado del coche la primera vez. Ellos me consolaron y me animaron a hablar con Kate para ver si así me tranquilizaba. Respiré hondo. Allá voy...

I hate u, but I luv u (Hero Fiennes) [PAUSADA POR EL MOMENTO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora