Duré un par de horas en la barra de Ricky's con dos cervezas. Quería beber más, pero tenía compromiso para esta noche y además... Ethan me mataría si llegaba borracho a la pelea.
Tomé mi chaqueta de cuero que estaba en el asiento contiguo al mío y le dejé el dinero a Bob. No me despedí, pues estaba demasiado ensimismado en mis pensamientos. Solo sentí su mirada hasta que salí de la cafetería.
Conduje hasta el Ghetto y me estacioné detrás del auto de Ethan. Tomé un profundo respiro antes de salir. Me reconfortó un poco saber que Liza estaría aquí, así que por eso salí del vehículo más rápido.
Cuando entré al edificio, ya las ganas de verla no me faltaban. Sí, necesitaba abrazarla, sentir esa calidez que me gustaba experimentar, olvidarme de todos y cada uno de mis pensamientos de como maltrataron a mi hermana. Necesitaba hallar la paz que solo sus ojos azules me proyectaban. Mierda soy el peor hombre del mundo enamorado, ni si quiera he podido llamarla y no tengo excusas. Y aquí estoy diciendo que la necesito. Doy asco. Pero prometo que no pasará otra vez.
Cuando entré a aquella pieza, solo vi a Ethan hablando con Henry. Solo a él, ni Jackson, ni Elliott, ni Zack. Mucho menos a Liza. Mi líder se dio cuenta de mi presencia, le dijo algo a su acompañante y caminó hacia mí.
—¿En dónde estabas? —preguntó calmado —. He estado llamándote.
—¿En dónde está tu hermana? —le dije un poco nervioso por no verla aquí.
—En el público, ¿Por qué? ¿Pasó algo?
Tragué y negué. Tomé mi celular y marqué el número de Liza. No respondió al primer timbre y me rasqué la cabeza mientras me paseaba por la habitación de un lado a otro. Ella no respondía, ¿y si ya no estaba ahí?
—Evan.
—No responde, ¿estás seguro que Liza está ahí?
—Claro, está con los demás Dominis, ¿Qué es lo que ocurre?
—Necesito verla, no puedo entrar ahí dentro sin verla.
Volví a marcar su número y rogué al cielo para que me respondiera. Y sentí un jodido alivio cuando escuché su dulce y tímida voz.
—Hola.
—¿Puedes dar la vuelta y venir? Necesito verte, lo siento.
Se quedó en silencio como por cinco segundos y llamé su atención asustado, temiendo que me rechazara.
—Espérame ahí.
No dijo nada más y cortó la llamada. Caminé hacia una esquina y me senté en el suelo. Oí los cautelosos pasos de Ethan acercarse a mí y oí la caja de madera crujir, lo cual me hizo darme cuenta de que se había sentado en ella.
—Ha pasado algo en la comisaría, ¿verdad? —fue lo único que dijo. Levanté la cabeza y miré hacia el frente.
—Un compañero de la escuela declaró —no dijo nada. De seguro esperaba a que yo siguiera hablando —. Y contó cómo fue... Que April terminó siendo abusada.
En serio, estaba luchando para elegir bien esas palabras porque no quería sentirme igual o peor que Prill.
—Zed fue quien la buscó cuando ella estaba en Ricky's. Y no sé, Ethan, no terminé de leer la jodida declaración, porque... —respiraba irregularmente y con fuerza —. No quiero que Zed también la haya...
—Está bien, Evan, no tienes que decirlo.
Escuché el eco de unos pasos y dirigí mi vista a la entrada encontrándome con la mirada de Liza. No dudé en ponerme de pie y caminar hasta ella para abrazarla como si no la hubiera visto en años. Sus brazos me rodearon por la cintura pegándome a su delicado cuerpo.
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El Cuervo © |COMPLETA|
Action''Todos tienen un secreto que ocultar'' Evan Howland es el chico popular de su escuela. Pero toda persona popular siempre tiene algo que esconder. Una hermana menor que ha sido víctima de un abuso, un asesinato, y una decisión que terminará siendo u...