Sentí sus labios besar los míos, sus manos en mi espalda, y sus piernas aferrarse a mi cadera. Sentía mi corazón latir fuerte. La habitación estaba llena de gemidos, jadeos, suspiros. Siempre me ha gustado sentirla cerca de mí, su piel. Tanto tiempo ha pasado a su lado, y me sentía de la misma manera que desde el principio, solo que cada día me enamoraba más. Liza me tenía loco por ella.
Su boca esboza una sonrisa ida y luego rio con suavidad.
—¿Qué? —le pregunté entre jadeos.
—Que eres lo mejor que me ha pasado.
Sonreí en grande y me acerqué a besarla. Salí de ella y me acomodé a su lado, hecho esto besé su frente. Liza pasó un brazo por mi costado y me abrazó, depositando así un beso en mi pecho, justo en el tatuaje que llevaba, lo cual hizo que me derritiera.
—Estoy pensando en aceptar la oferta de Leonardo —le dije —. Ya casi termino la universidad y tendré tiempo para trabajar.
Liza me observó, y no percibí nada negativo en su rostro, ni tristeza ni enojo. Solo tranquilidad.
—¿Quieres hacerlo? —me preguntó en un tono suave.
—Supongo que lo haré bien.
—Estarás viajando por el mundo —sonrió.
—Al lado de un mafioso.
—Puedo soportarlo. Si es lo que quieres, no te voy a detener. Al final de alguna u otra forma visitarás la ciudad, ¿no?
—Siempre volveré a ti, rubia —dije sin perder la conexión visual —. Sin importar lo difícil que se me haga.
Las mejillas de mi novia tomaron color y me acerqué a besarla. Me volví adicto al sabor de sus labios, a la forma en la que su cuerpo reaccionaba y aceptaba el mío.
—He imaginado una vida junto a ti en estos últimos meses —le murmuré cuando recargó su cabeza en mi pecho. Todo se sentía tan bien, todo estaba bien, desde hace tiempo no había líos y esperaba que siguiera así —. Una vida en la que llego después del trabajo, y me recibes con un abrazo fuerte, con una sonrisa, tu vientre separándonos y dos niños esperándome en sus habitaciones para que les de las buenas noches.
Quería esa vida junto a Liza, en la que éramos felices teniendo nuestra propia familia. Vivir en otro país, sin el peligro rodeándonos. Una vida en la que Ethan y April son los mejores tíos para nuestros hijos.
—¿En serio lo has imaginado? —escuché su dulce voz y afirmé moviendo la cabeza mientras sentía su mirada —. ¿Niños? ¿De verdad? ¿Estás pensando en que tengamos hijos?
—Yo solo quiero tenerlos si es contigo.
Liza se tapó el rostro con ambas manos y luego vi en sus ojos ese brillo que me encantaba ver, ese brillo causado por mí.
—No tengo un anillo ahora mismo... Pero sí, quiero pasar mi vida entera a tu lado, consentirte, cuidarte y hacerte mía una y otra y otra vez.
—Te amo, Evan. Te amo como nunca amé a nadie.
La felicidad me embargó al oír esas palabras salir de sus hermosos labios. Y joder, que yo la amaba más que a nadie en esta vida. Liza fue, es y siempre será lo mejor que me ha pasado. Sentía que desde ahora en adelante todo iba a estar bien, ese sentimiento de que no duraría mucho en este mundo, se había ido. Y tal vez era por el hecho de que ahora más que nada quería vivir mi vida, quería amar, ser amado. Quería explorar terrenos, y cuidar de la gente a mi alrededor.
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El Cuervo © |COMPLETA|
Acción''Todos tienen un secreto que ocultar'' Evan Howland es el chico popular de su escuela. Pero toda persona popular siempre tiene algo que esconder. Una hermana menor que ha sido víctima de un abuso, un asesinato, y una decisión que terminará siendo u...