28 | El último día

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    Me acerqué la boquilla de la botella a la boca mientras me deleitaba en el silencio de la noche y tenía la compañía de Zack, que al igual que yo, también tenía una cerveza en su mano.

    —Oí que arrestaron a dos Dominis, ¿eso es cierto?

    —Olivia y Alexander —le especifiqué después de hacer un movimiento con la cabeza indicándole que estaba en lo cierto. Sentí su mirada atenta —. Según Ethan me dijo fue por posesión de drogas. No sé qué pasó, cómo la encontraron o cómo era que las tenían.

    —Mierda.

    Me quedé en silencio. Me encantaba esto, estar con mi ex compañero, hablando trivialidades, sin líos, sin miedo a que lo descubran. Zack ha estado fingiendo durante tres años con los Vansers, y hasta ahora ninguno de los Dominis se ha enterado de su existencia.

    —Estoy harto, hombre.

    —¿De qué? —quise saber.

    —De los Vansers, no me sorprendería que hayan sido parte del arresto de Olivia y Alexander.

    —Si fuera así, tú ya lo sabrías, ¿no? —Zack negó.

    —No siempre uno se entera de las cosas —hizo silencio por unos segundos —. Hablaré con Ethan, ha pasado mucho tiempo, las cosas se han calmado, con los Vansers, Jackson. Quiero volver a ser un Domini.

    —¿Por qué no lo dijiste hace tres años? —hablé con un tono irónico y Zack rio.

    —Porque no había dejado de pensar en las consecuencias, en provocar que Ethan ya no confiara en ti, que ocurriera algo con Emma. ¿Puedes creer que ella tuvo una relación sentimental con el hermano mayor de Ethan?

    —Sí, eso supe hace un buen tiempo. ¿Crees que ella lo mandó a asesinar? —nuestras miradas se encontraron y luego Zack se encogió de hombros.

    —No estoy muy seguro.

   Asentí lentamente mientras pensaba que tal vez ya era hora de que Ethan se enterara de lo que hizo Jackson hace un buen tiempo. No sé si se la deje pasar ahora que las cosas están bien, no sé cuál sea su reacción al ver a Zack vivo o al ver que yo sabía que estaba vivo y preferí callar, mantenerlo en secreto.

    —Hagámoslo entonces. Yo te cubro.

    —Sí, pero no hoy. Tengo que prepararme mentalmente para esa mierda. Mejor mañana —dijo y reí estando de acuerdo.

    Mi celular comenzó a sonar y vi el identificador el nombre de la rubia que me tenía total y únicamente loco, y que aparte de eso, llevaba un hijo mío, nuestro hijo. La sola idea de formar mi familia con ella, me emocionaba.

    —Te aseguro que en unos minutos estoy en tu casa, ¿quieres que te lleve algo de Ricky's? ¿Qué tal te sientes hoy, amor? ¿Has tenido malestares? ¿Antojos?

    —Empalagoso —oí a Zack susurrar y puse los ojos en blanco.

    —Me encuentro bien, no quiero nada de comer, en realidad. Iré a hacerme los exámenes para confirmar el embarazo, ¿nos vemos en la clínica y regresamos a casa?

    —Me parece bien, nos vemos allá, no dejes de llamarme cualquier cosa, estoy contigo en un rato.

    —Vuelve vivo.

    —Siempre volveré a ti, rubia. Te amo.

    —Yo igual te amo, muchísimo. 

    Al despedirnos, cerré la llamada y vi un mensaje de un número desconocido pero que al final firmaba como Jackson.

El Cuervo © |COMPLETA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora