PUNTO DE VISTA DE
Zarah y yo vivíamos en un agradable apartamento que se encontraba en el centro de Manhattan, comprado con mi sueldo como agente, y sobre todo, con la herencia de nuestros padres que nos permitía vivir cómodamente. Ya eran más de las 4, por lo que Zarah ya debía haber llegado a casa.-Buenas tardes, señorita Castellan- saludó amablemente la recepcionista de la torre.
-Buenas tardes.- respondí subiendo al ascensor y marcando el noveno piso.
En cuanto las puertas se cerraron, me recosté de una de las paredes metálicas. Aunque no quisiera aceptarlo, estaba terriblemente cansada. No había dormido o comido correctamente en semanas y sentía que de un momento a otro mi cerebro explotaría. Cuando entré al apartamento, no había rastro de Zarah en la sala, estaba en la terraza acompañada de un chico. Estaban riendo y no parecieron percatarse de mi presencia hasta que estuve frente a ellos.
-Hola-saludé entre extrañada y divertida a la vez, el rostro de Zarah era todo un poema. El chico saludó tímidamente y se presentó como Frederic.
-¿Podemos hablar un minuto?- le pregunté a Zarah que parecía seguir sorprendida.
Se levantó suavemente de la silla y le dirigió una sonrisa a su invitado antes de seguirme hasta la cocina.
-No es mi novio.- fue lo primero que dijo sonrojandose fuertemente-solo estamos estudiando-
-No lo dudo- respondí riendo por la actitud infantil de mi hermana- pero sabes que tienes que avisarme cuando quieras invitar a alguien a casa- dije de manera un poco más autoritaria.
-Lo sé, lo siento. Lo olvidé completamente-se disculpó arrepentida.
-¿Y qué están estudiando?- pregunté sirviéndome un vaso de agua.
-Estudiamos para el examen de Historia, es sobre Napoleón III- respondió emocionada. La materia favorita de Zarah al igual que la mía, era la Historia.
-Buena suerte entonces- dije, y seguida de esas palabras Zarah volvió a la terraza.
Suspiré, era una buena chica y ya pronto cumpliría 15, pero no estaba segura de que fuera esa edad suficiente para tener novio. Aún así sabía que Zarah debía experimentar y aprender por ella misma.
El molesto ruido de mi celular interrumpió mis pensamientos anunciándome una llamada de Mark. No sabía si debía contestar, probablemente me invitaría a salir nuevamente y tendría que rechazarlo.
O tal vez no.
-Hola Mark- dije contestando el teléfono.
-Esta noche. Cena en el restaurante Piarelli.- lo escuché decir.
El restaurante Piarelli era mi restaurante favorito y la verdad es que sentía la necesidad de salir un rato y olvidarme del trabajo, pero no era buena socializando o siguiendo una conversación.
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Olvídame Cielo #OLVIDADOS#1
RomanceElla era un corazón de piedra, una sonrisa olvidada, un cielo nublado. Él era un profundo misterio, un laberinto infinito, fuego y hielo. ¿Qué pasará cuando el destino los una? Ziel era una agente de la policía. Liam era uno de los delincuentes más...