PUNTO DE VISTA DE
Para mi suerte, dejamos a Ziel de lado y continuamos hablando del negocio, pero Ziel no se fue de mi mente un solo instante.
Cuando terminamos de comer, nos dirigimos a la sala a tomar whisky, y yo decidí disculparme y salir un momento al jardín alegando que debía hacer una llamada.
El jardín era grande y estaba exageradamente lleno de flores de diversos colores. Me senté en una silla y marqué rápidamente el número de Ziel en mi teléfono que ya conocía de memoria.
No sabía que le diría, solo necesitaba escuchar que estaba bien.
Correo de voz.
Decidí prender un cigarrillo y llamarla una segunda vez, pero antes de que pudiese marcar el número, Sofía apareció frente a mí.
Estaba vestida con un vestido azul corto y traía su cabello largo en una trenza. Era sin duda una chica hermosa.-Es una linda noche-dijo de manera casual sentándose frente a mí. Se veía a kilómetros que estaba nerviosa.
-Sin duda- respondí, y un par de segundos después mi teléfono empezó a vibrar. Miré rápidamente el número: era el de Ziel.-Discúlpame- dije levantándome de la silla de jardín para alejarme un poco.
-Al fin decides contestarme-le dije entre aliviado y enojado.
-Liam, Liam... - susurró entre suspiros y pude notar la desesperación en su voz.-¿Qué pasó?- pregunté preocupado a punto se salir corriendo a su apartamento.
-¡Lo han destruido todo!- se exclamó mientras su voz se quebraba.
-Voy para allá-
Colgué y volví a acercarme a Sofía alarmado.
No necesitaba más explicación, si Ziel estaba en peligro detendría al mundo para salvarla.-Tengo que irme- le dije sin más explicación-que tengas linda noche-
Entré a la casa donde, sentados el sofá, estaban sentados los demás.
-Tendrán que disculparme, pero se ha presentado algo- les dije a los señores Helson.
-¿Ha pasado algo?- preguntó mi padre extrañado por mi repentina despedida.
-Nada grave, un pequeño problema en la 4, ya saben como es el negocio. -Salí de allí rápidamente y me subí en mi auto.
No dejaba de pensar en Ziel,
¿Qué diablos habría ocurrido?
Sentí mi corazón palpitar a mil tan solo imaginar que pudiesen haberle hecho daño.
Conduje rápidamente olvidando los semáforos y cualquier regla de tránsito. Tenía que llegar a ella.
Mis manos temblaban, ¿Y si estaba...
No. Tenía que calmarme. Ziel estaría bien.
Pensé entonces en mi madre.
Estaba perdiendo la cabeza.Cuando llegué, le pasé el auto a un parqueador y subí rápidamente al ascensor de la torre olvidándome totalmente de la recepcionista.
Cuando llegué al departamento de Ziel, no tuve nisiquiera que tocar.
La puerta había sido forzada.
Entré y me costó reconocer al lugar: todo estaba destruido.
Los cuadros estaban el piso, las sillas rotas, la mesa destrozada...parecía que había pasado un huracán.Localicé rápidamente a Ziel sentada en la única silla que seguía más o menos utilizable, mirando al vacío.
-¿Qué pasó? ¿Estás bien? ¿Quién hizo... - mis alarmadas preguntas fueron interrumpidas por los labios de Ziel sobre los míos.
Me besó con ganas, desesperadamente, como si hubiera esperado mucho tiempo para hacerlo.
Rodé sus caderas con mis brazos y la besé de vuelta.
No entendía muy bien lo que ocurría, pero Ziel estaba a salvo en mis brazos y eso era lo único que importaba.
Cuando nos separamos respirabamos rápidamente, como si hubiésemos corrido un maratón.-Ha sido Mike- dijo después alejándose un poco- Karina, la recepcionista me mostró los videos de seguridad. Uno de los hombres era el mismo que nos había perseguido la semana pasada.-
Miré a Ziel y vi en sus ojos algo diferente: impotencia.
Era una situación complicada para ella, Zarah estaba en peligro.La pegué a mi cuerpo y la envolví en un abrazo.
-Lo resolveremos-dije dejando un beso en su frente.
No permitiría nunca que le hicieran daño.
Pero tampoco sabía lo que haría. Mike era sin duda alguien importante, tenía mucha gente trabajando para él y sabía que detenerlo sería complicado. Tenía que encontrar primero una manera de poner a Ziel y a Zarah a salvo.-Casémonos- dije automáticamente.
Ziel me miró como si estuviese delirando.
Mientras más lo pensaba mejor me parecía la idea. Si nos casábamos, mi padre tendría que darme la dirección de todo y Ziel podría afirmarse como reina de la banda, así que no sería tan fácil para Mike hacerle daño.-No entiendo-respondió dando un par de pasos.
-Casémonos- repetí, convencido de que era la solución perfecta. Ziel frunció el ceño, aún confundida.
-Si nos casamos, Mike no podrá hacerles daño ni a ti, ni a Zarah- respondí, y vi como Ziel sonreía.
-Estás loco-respondió riendo como si fuese el mejor de los chistes.
Al ver que no me reía también, Ziel detuvo sus carcajadas entendiendo que hablaba enserio.
-Si nos casamos Samuel me entregará todo y quedaras entonces al mando una de las bandas más importantes del país, así que serías intocable- expliqué orgulloso de mi plan. Definitivamente funcionaría.
Ziel me miró aún sin creer lo que estaba diciendo. Caminó al rededor del destruido apartamento y tomó uno de los porta retratos en el piso. Era una foto de ella, de Zarah, y de su tía.
-Acepto-
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Olvídame Cielo #OLVIDADOS#1
RomanceElla era un corazón de piedra, una sonrisa olvidada, un cielo nublado. Él era un profundo misterio, un laberinto infinito, fuego y hielo. ¿Qué pasará cuando el destino los una? Ziel era una agente de la policía. Liam era uno de los delincuentes más...