CAP 27-Intentémoslo

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PUNTO DE VISTA DE

Cuando terminé la reunión con mi equipo, salí de la sala encontrándome de frente con mi prometido

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Cuando terminé la reunión con mi equipo, salí de la sala encontrándome de frente con mi prometido. Se acercó a mí casualmente, bajo la mirada del resto de la banda. Aunque no todos supiesen que estábamos comprometidos, los rumores corrían por la banda como pan caliente, así que muchos suponían que pasaba algo entre nosotros.

-¿Cómo te fue con Mark? - preguntó sin mirarme a los ojos.

-Mal, lo tomó muy mal- respondí buscando su mirada.

-No me sorprende-dijo luego y se instaló entre nosotros un silencio incómodo.

Desde que nos habíamos comprometido se había instalado entre nosotros una distancia de kilómetros, y no sabía como hacer para acercarnos otra vez, era como si el hecho de unirnos, simplemente nos separaba. Es cierto que vivíamos juntos desde hacía un par de días, pero a penas nos veíamos y nos quedamos en habitaciones separadas.

Pensé en la primera vez que dormí allá, habíamos dormido juntos, habíamos pasado una noche increíble.
¿Qué había cambiado desde entonces?

Lo vi alejarse y dirigirse a un grupo. Se veía relajado con ellos. ¿Será que se había arrepentido del compromiso?
Después de todo él fue quien lo propuso y su padre cumpliría su palabra.

Me sentía frustrada, no entendía lo que estaba mal y tampoco sabía cómo arreglarlo.

Salí de la base y me dirigí esta vez a la mansión Williams dónde los decoradores se encargaban de organizar la fiesta donde anunciarían nuestro compromiso.

Había elegido una decoración ostentosa, esta fiesta debía ser la fiesta del año y la lista de invitados era infinita. El punto era que todos se enterarán.
Cuando entré a la casa me encontré a decenas de personas corriendo por todas partes con las manos llenas de objetos decorativos.
Aunque había venido muchas veces, nunca dejaba de sorprenderme con lo hermosa que era aquella casa.

Una de las organizadoras se acercó a mí precipitadamente para preguntarme que modelo de copa de champaña quería usar y un muchacho un poco más joven, me preguntó si prefería que los meseros tuvieran bandejas plateadas o doradas.
Respondí divertida al ver sus rostros serios, como si me estuviesen preguntado algo de vida o muerte.

Me sorprendí luego al ver al señor Williams bajar de las imponentes escaleras de mármol blanco, por la hora, había supuesto que estaba en el banco.

-Señorita Castellan- me saludó con su típica formalidad.

-Puede llamarme Ziel- le pedí con una sonrisa.

Había aprendido a tomarle aprecio al señor Williams. A pesar de ser un hombre frío y calculador, lo había visto mostrarse relajado, y sin duda, le tenía un inmenso aprecio a su hijo.
Pero por supuesto, no había olvidado la conversación que habíamos tenido en la que me pedía que me alejará de Liam para que se casara con Sofía.

-Por supuesto-respondió con una sonrisa de vuelta- ahora que somos familia, sería sin duda lo propio- continuó guiñandome un ojo.

No pude evitar sonrojarme al mencionar esas palabras. No estaba segura de lo que Liam le había dicho.
¿Le habrá contado la verdad? ¿O había mentido como yo lo había hecho con Mark?

¿Sabía el señor Williams de la pelea que habían tenido su sobrino y su hijo?

Tenía un millón de preguntas que hacerle.

-Llámame Samuel- dijo sorprendiendome, antes de dirigirse a la puerta y dejarme en medio del lugar.

Salí al jardín a poner mis ideas claras.
Por alguna razón, me sentía atareada, como si tuviese tantos pensamientos a la vez, que no me lograba entender.

¿Porqué había Liam aceptado casarse conmigo y no con Sofía?
Después de todo, él había dicho que no se casaría si no era por amor.

Pero lo nuestro era solo un arreglo, no teniamos ninguna relación. ¿O si?
¿Porqué Liam se había comprometido conmigo en realidad?
¿Solo para protegerme?
No.
Él quería el poder.
Pero hubiese podido tener el poder casándose con Sofía.
¿Porqué me había elegido a mí?
¿A caso se preocupaba?
No.
No podía ser eso.

Suspiré cansada.
Liam era un enigma que estaba lejos de resolver.
Había tantas cosas de él que desconocía, su infancia, lo que le gustaba, lo que no.
¿Prefería el chocolate o la vainilla?
¿Era más amante de la pasta o de la pizza?
Eran preguntas tan tontas, pero tenía tantas ganas de que me las respondiera. Quería saberlo todo.

Mi profunda reflexión fue interrumpida por alguien a mi lado.

Hablando del lobo.

Me pare rápidamente del banco sorprendida por su presencia que no había percatado antes.

-No voy a comerte ¿Sabes? - dijo con tono burlón y yo solo reí aliviada.

-Pensé que seguías en la base- le respondí sentadome a su lado nuevamente dejando que su exquisito perfume invadiera mi olfato.

-He querido ver como van los arreglos.-

-Mañana es la gran noche-agregué atenta a su reacción, pero no pude percibir nada en sus ojos cielo.

-Así es- dijo solamente mirando las esponjosas nubes que flotaban sobre nosotros.

El silencio total nos invadió hasta que Liam lo rompió que con las palabras que, aunque me lo negara a mí misma, quería escuchar.

-¿Y si lo intentamos?- preguntó en un suspiro más para él que para mí.

Lo mire hipnotizada por su perfecto rostro sin aún creerlo. Liam mezcló entonces su mirada con la mía y la respuesta salió de mis labios tímidamente, como si se tratara de una promesa.

-Intentémoslos-

Olvídame Cielo  #OLVIDADOS#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora