PUNTO DE VISTA DE
Me alegró demasiado ver a Ziel dedicarse tanto a mi fiesta de cumpleaños.
Esos últimos meses habían sido duros para ella, lo habían sido para todos.El secuestro había sido algo que me marcaría por siempre, pero que había decidido ignorar, como si no hubiese ocurrido nunca.
Había también decidido ignorar las mentiras de Ziel.
No era momento para angustiarla con preguntas y la verdad, es que tampoco me interesaba entender lo que había realmente pasado.Lo único que quería era recuperar mi vida, tener amigos y vivir la vida de una típica chica de mi edad. Había sido esa, la razón por la que había decidido organizar una gran fiesta, quería hacer nuevos amigos, conocer nuevas personas.
Me sentía como una princesa en aquel lugar, aún no me acostumbraba a la mansión Williams, digo, la mansión Z, pero me gustaba vivir allí.
Los invitados empezaban a llegar y estaba haciendo mi mejor esfuerzo por recibir a todos lo más amablemente posible y con una gran sonrisa. Pero cuando lo vi entrar, no pude siquiera dar un paso.
Era bastante alto, con cabello negro y ojos color esmeralda.
No lo había visto nunca.
Me acerqué a él de repente invadida por los nervios, y saludé.-Hola- dije con una sonrisa-soy Zarah-
El chico me miró de reojo, como si en realidad no le importase.
¿Qué diablos?
-Soy Aris- respondió fríamente.
No pude evitar sentirme incomoda por su tono de voz, pero continúe sonriendo como si no me hubiese dado cuenta.
-Es un placer Aris, bienvenido a mi fiesta de cumpleaños-dije sin agregar nada más, quedándome sin palabras, lo que era muy raro en mí.
Este chico me intimidaba.
-Gracias-dijo, y siguió su camino hacia los demás chicos que al parecer conocía.
No pude evitar sentirme ofendida.
¿Cómo se atrevía a mostrar esos modales?Tiana, mi mejor amiga, corrió hacia mí justo después, y antes de que abriese la boca ya sabía lo que diría.
-Es perfecto-dijo en tono seductor mirando al tal Aris.
-Un perfecto idiota-concordé.
Tiana me miró confundida, pero no hizo más preguntas y me arrastró hacia la mesa donde estaban las demás, riendo y disfrutando de la fiesta.
Bailamos toda la noche, dejándo que nuestros cuerpos fuesen transportados por la música y hasta Ziel y sus amigos, parecían divertirse.
Estaba feliz.
Salí un minuto al inmenso jardín a tomar un poco de aire. Ziel me había autorizado a tomar una copa de vino y me sentía un poquito mareada.
Me senté en uno de los bancos. La noche estaba fría, pero se sentía agradable.
Me hubiese gustado que Liam estuviese en la fiesta también, bailando con Ziel. Aún no entendía porque se había marchado.
Saqué un espejito del pequeño bolso que traía y lo utilicé para arreglar levemente mi cabello, despeinado por tanto bailar.
-Te resfriaras- dijo una voz detrás de mí sorprendiéndome, haciendo que mi espejo cayese al piso.
Me quedé paralizada.
Esa voz se había quedado en mi mente desde que había aparecido en la fiesta.-Creo que sobreviviré- respondí más ruda de la cuenta.
Aris se paró frente a mi dejándome apreciar mejor su rostro de ángel y recogió mi espejo del suelo delicadamente para luego tendermeló.
Lo tomé y agradecí, aún sintiendo el calor de su mano rozando la mía. Él se quedó parado frente a mí, observándome descaradamente sin decir nada.
-¿Estás disfrutando la fiesta?- pregunté después de largos minutos.
-No quería venir- respondió subiendo los hombros, a lo que yo frunci el ceño.
-¿Porqué estás aquí entonces?- le pregunté de mala manera, cansada por su excesiva honestidad.
-Porqué no tenía opción, mis padres se llevan bien con tu hermana.- respondió sin darle importancia al tema.
En el momento me sentí incomoda ya que siempre era así. Siempre me quedaba en la sombra de Ziel.
Yo no era Zarah Castellan. Era Zarah, la pequeña hermana de Ziel.
Pero no era algo que pudiese reprocharle. Me puse de pie del banco en el que estaba sentada, lista para adentrarme a la casa nuevamente.
-Qué chica tan rara- lo escuché susurrar cuando me alejé.
Localisé a Ziel sentada con Tyler y Noche en una mesa, hablando de no se que, pero pude distinguir una palabra al acercarme.
La banda...
No sabía mucho de los negocios de Ziel, pero no era ingenua y sabía que andaba por caminos peligrosos.
Aunque Ziel y Liam no se habían casado, Liam le había dejado todo a ella... ¿Pero porqué?
Eran preguntas que siempre tenía en mente, pero que no me atrevía a pronunciar en voz alta, por miedo a perder a Ziel.
Por qué eso sentía, que podía perderla en cualquier momento.
Cuando llegué a su lado detuvo inmediatamente la conversación y me dedicó su atención.
-La fiesta esta increíble, ¡gracias!- dije dándole un abrazo.
-Hay un último regalo-dijo con una sonrisa y me tendió un pequeño sobre.
Lo abrí bajo su mirada emocionada, parecía orgullosa.
Era un billete aéreo y el panfleto de una academia en Inglaterra.
Era un campamento de verano.
Me esforcé por parecer lo más entusiasmada posible y para mi suerte, Ziel pareció feliz por mi reacción, pero la verdad es que no estaba segura.
Irme sola 2 meses a un país desconocido.
Me acerqué a Tiana y le mostré mi regalo.
-¡Suertuda!- dijo viendo con más detalles del panfleto.
Era un campamento en una de las mejores universidades, recibiría clases de literatura avanzada, así como de historia y escritura creativa.
Eran cosas que me encantaban y Ziel lo sabía, pero no podía eliminar esa preocupación que nacía en mí de tan solo pensar que estaría tan lejos de casa.
El campamento Diamond Roses sería sin duda un reto.
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Olvídame Cielo #OLVIDADOS#1
RomanceElla era un corazón de piedra, una sonrisa olvidada, un cielo nublado. Él era un profundo misterio, un laberinto infinito, fuego y hielo. ¿Qué pasará cuando el destino los una? Ziel era una agente de la policía. Liam era uno de los delincuentes más...