CAP 20-Mi hija

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(Mike en multimedia)

Me quedé parada justo donde estaba, no serían tan tontos para atacarme frente a tantas personas

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Me quedé parada justo donde estaba, no serían tan tontos para atacarme frente a tantas personas.

Esperé unos minutos que se hicieron eternos y vi a Liam aparecer por la puerta, pasando justo al lado de uno de los acosadores. Cuando me vio, su rostro se relajo.
Se paró junto a mí y fingió estar eligiendo un sobre de pasta.

-¿Dónde está? -preguntó tranquilamente decidiendo entre lingüini y espaguetis.

-Hay uno en la entrada y otro al final del pasillo-respondí eligiendo la salsa.
La boloñesa me gustaba más.
Liam dio un vistazo discreto a los lugares que le indiqué y asintió.

-Saldremos por la entrada principal, nos espera un auto a dos calles, tendremos que llegar hasta allí. La calle está llena de gente.-

-Van a seguirnos-

-Ese es el punto-

Tomé la salsa y Liam la pasta para luego dirigirnos a la caja y pagar.
Liam se veía extremadamente relajado, pero yo estaba sudando frío.

Tomó las bolsas y salimos para empezar a caminar en dirección al auto.

-Despacio-me dijo Liam al ver que caminaba a toda velocidad.

Tomó mi mano como si fuésemos una pareja lo que no me hizo sentir incómoda, pero más tranquila.

-¿Porqué no corremos? - pregunté en voz baja.

-Porqué no es necesario-me respondió con una sonrisa reconfortante.
Los dos hombres estaban a apenas unos metros de nosotros y no nos quitaban la vista de encima.

Llegamos al auto, un Ferrari rojo nada discreto y nos subimos a él.
Saludé al chófer y respiré hondo.

-¿Qué hacemos ahora?-
-Tú nada, yo me encargaré de emboscarlos- respondió con una sonrisa maliciosa, yo fruncí el ceño.

-¿Son de la banda roja?-
-No. Son los hombres de Mike.-
-¿Mike?-
-Es uno de los aliados de mi padre.-

-¿Pero porqué... -mi pregunta fue interrumpida por el sonido de las balas en el metal.

Los dos hombres estaban en una motocicleta, disparando.

Bajé mi cabeza por reflejó y uno de los vidrios estalló.
Escuché a Liam maldecir.
Mi corazón latía rápido y mis manos sudaban. Estos hombres me querían muerta.

El conductor aceleró el auto intentando perderlos, en vano.

Liam tomó su teléfono y dijo sólo estas palabras:

-Calle 59, 2 minutos-

Seguimos avanzando, y justo dos minutos después, vi a un auto atropellar a la motocicleta.

No pude evitar gritar, pero no sabía si del horror o del alivio.

Vi como las personas se acercaban al accidente, y llamaban ambulancias.

Miré a Liam aún escandalizada.

-Teníamos que deshacernos de ellos- dijo subiendo los hombros como sí no fuese importante.

Mi siguiente reflejo fue llamar a Zarah para asegurarme de que estuviese bien, pero antes de que pudiese desbloquear mi teléfono, Liam lo tomó de entre mis manos.

-Probablemente estén rastreando tus llamadas-

-Tengo que llamar a Za... -
-Ya envié a un par de mis hombres a Filadelfia. Estarán a salvo-

Suspiré aliviada.

-Gracias-

Seguimos avanzando rápidamente por las calles de Nueva York, pero no podía reconocer a donde nos dirigíamos.

-¿A dónde vamos? -
-A visitar a Mike-

¡¿Queeeeee?!

-¿Pero no eran sus hombres los que me perseguían?-

-Exactamente-

Entender a Liam era definitivamente imposible.

El auto se detuvo frente a un edificio color rojo ladrillo algo deteriorado con puertas metálicas.

Liam se bajo del auto y tardé unos segundo antes de hacer lo mismo.

No entendía nada.

Un hombre custodiaba la puerta trasera del edificio y nos miró fríamente una vez nos paramos frente a él.

Tomé instintivamente la mano de Liam.

-Quiero ver a Mike - dijo Liam autoritario y el hombre abrió la puerta sin decir palabras y nos condujo por el oscuro lugar.

No había gran cosa, tan solo enormes contenedores, justo como en la mayoría de los puntos de la banda de Liam.

Llegamos a un segundo piso donde nos esperaban 2 hombres más.
Por más que detestara admitirlo, sentía miedo.
Estos hombres podían sacar armas y acabar con nosotros en pocos segundos.
Pero confiaba en Liam y sabía que el no nos pondría en peligro de esa manera.

Entramos a una pequeña oficina donde un hombre, con un vaso de whisky en mano, nos esperaba.

Parecía tener unos 40 años y vestía con un elegante y lujoso traje que contrastaba con el pobre lugar.

-Llegaste rápido-dijo a modo de saludo.

Liam lo miró con desprecio y sentí mis huesos paralizarse.

Me halo suavemente haciendo que diera unos pasos hacia adelante.

-Vamos a ver si te queda claro, Mikey. Si algo le pasa, te mato a ti, a todos tus hombres y a tu familia-dijo con calma, pero su voz dura y fría decía que no estaba bromeando.

El tal Mike lo miró entre sorprendido y divertido.

-Vaya, no pensé que la preciosa Ziel tendría por protector a un Williams-
Dijo para luego tomar su vaso de whisky de golpe.

-¿Qué es lo que quieres?- me sorprendí preguntando, esto empezaba a hartarme.

-Quiero saber donde esta mi hija-

Lo mire perturbada.
¿Como diablos iba yo a saber eso?

Liam apretó mi mano suavemente, indicándome que era momento de cerrar la boca.

-Puedo asegurarte que Ziel no tiene nada que ver en eso, déjala en paz, es mi última advertencia-
Una vez dicho eso salimos del lugar rápidamente.

Miles de ideas llegaron a mi mente en ese momento.
Ese hombre tenía un rostro familiar, pero no recordaba donde lo había visto antes.

Nos subimos al auto y mire a Liam, no había rastro de confusión en su rostro.

-¿Porqué él piensa que sé donde está su hija?- Liam me miró unos segundos y pude ver que su mirada se suavizaba.

-Zarah... -

Olvídame Cielo  #OLVIDADOS#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora