CAP 35-Deseo

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PUNTO DE VISTA DE

Cuando llegamos al departamento eran ya casi las 1 de la mañana, pero sabía que aquella noche no dormiría

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Cuando llegamos al departamento eran ya casi las 1 de la mañana, pero sabía que aquella noche no dormiría.

Mi mente no dejaba de pensar en mi hermanita y mi tía, la única familia que tenía.

Me senté en el borde la cama de nuestra habitación, a pesar de que mi departamento ya había sido remodelado, Liam y yo habíamos convenido en que sería lo mejor vivir juntos. Pero aún teníamos tanto que pensar con respecto a la boda.

Liam se sentó a mí lado en silencio y pensé en las palabras que había pronunciado horas antes.

'Te quiero'

Me preguntaba si era cierto.

Busqué su mirada azul, no sabía que hacer.

Mi vida se había vuelto tan caótica que me había perdido en una especie de laberinto.

Pero ¿no era justo eso lo que quería?
Sentir emoción y deshacerme de esa tonta indiferencia que me habitaba.

Eran demasiados pensamientos que bombardeaban mi mente debilitada por el sueño y el agotamiento, así que para olvidarme de todo, uní mis labios con los de Liam.

Sin duda se había sorprendido puesto a que, de los pocos besos que habíamos compartido, la mayoría los había dado él.
Pero esa noche, solo quería olvidarme del desastre que habíamos provocado al conocernos.

Porque ese había sido el inicio de todo.

Aferré mis manos a su camisa desesperadamente sin despegar su boca de la mía.
Él me respondió con ganas, como si hubiese esperado demasiado para este momento.

Quité su camisa de mi camino rápidamente y la arrojé al suelo, el deseo nos consumía lentamente, como el fuego consume a una vela.

Así fue como cada pieza de ropa fue desapareciendo: mi blusa, su pantalón, el mío...

Nos ahogábamos en un deseo pecador, pero si de algo estaba segura, era de que esto no era simplemente algo físico.
Su manera de acariciar mi piel, de besar mi cuello, su mirada de luna.
Todo eso me decían las palabras que Liam había dicho aquella noche, y por primera vez, de verdad sentí que Liam me quería.

Entre besos y caricias Liam soltó mi cabello de la coleta elástica que lo mantenía prisionero, haciendo que mi largo cabello negro cayese por mi cuerpo desnudo como si fuese agua en una cascada.

-Te quiero-dije en un susurro, como si se tratase de algo prohibido.

Compartimos por horas ese placer infinito, su boca explorando mi cuerpo, y mis manos explorando el suyo.

Nunca había deseado a nadie como deseaba a Liam, y sabía que sólo su piel podría complacerme.

El cansancio nos ganó y entre caricias, caímos en brazos de Morfeo.

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Cuando el sol beso al cielo nos levantamos de aquella cama perezosamente, me sentía cansada, pero sin duda más relajada.

No dijimos una palabra aquella mañana, ni mientras nos vestíamos, ni en el desayuno.
Estábamos envueltos en un silencio reconfortante, un silencio que sin duda decía más de mil palabras.

Me vestí con unos jeans negros y una camiseta mangas largas blanca.
Él otoño empezaba a llegar trayendo con él las mañanas frías.

Llamé luego a Stephany, la enfermera que había contratado para que cuidase a la tía Bianca.
Aparentemente todo iba bien, y el doctor iría a verla esa misma tarde.

No pude evitar sentirme culpable, ella estaba herida y Zarah desaparecida por mi culpa, porque no había tenido cuidado.
Porque no había estado atenta.

Salí del departamento antes que Liam y me dirigí directamente a la base, donde ya esperaban Noche y Artemisa.

Las abracé a ambas y ellas me abrazaron de vuelta en modo de saludo.

-Todo estará bien- dijeron.

Nos separamos y pasé una mano por mi cabello que había dejado suelto ese día.

-¿Cómo están? Siento que tenemos tanto sin hablar-les dije sentándonos en uno de los sofás mientras los demás llegaban.

-Tyler y Artemisa están saliendo otra vez- dijo Noche con un tono de niña chiquita.

Artemisa sonrió.

-Así es- dijo tratando de esconder su emoción.

Reí suavemente e inmediatamente, Noche preguntó.

-¿Y la boda? -

-No lo sé-respondí honesta- no puedo pensar en casarme cuando Zarah está secuestrada, necesito arreglar las cosas primero-dije.

Artemisa asintió apoyando lo que había dicho.

-¿Que pasará con James?- me  preguntó luego, y podía ver la preocupación en sus ojos.

James había sido miembro de la banda por mucho tiempo y su traición había sido algo muy doloroso para todos ellos.

-¿No lo matarán, verdad?- continuó Artemisa alarmada.

Todos sabíamos que en caso de traición en una banda, lo que seguía era la muerte.

-El señor Williams considera que es lo más apropiado, pero sé que Liam no quiere hacerlo-respondí dudosa, aunque sabía que la muerte de James era casi segura.

-¿Y la tal Sofía?- ella había ayudado a James para que secuestraran a Zarah, ¡ella también es culpable!-se exclamó Noche.

-Con ella es más complicado, es hija de los Helson y lo hizo por pura inmadurez, sus padres tomarán las sanciones necesarias-les aseguré.

Efectivamente, los padres de Sofía se habían disculpado profundamente y nos había avisado de que Sofía saldría del país y se iría a estudiar a Europa. Era una manera para sus padres de tenerla alejada de todo esto, así que ya no debía causar problemas.

Tyler entró a la sala  con su característico buen humor eterno, este chico era una sonrisa andante.

Nos saludó a Noche y a mí para luego darle un beso a Artemisa.
Parecían niños enamorados y me sentía feliz por ellos. Merecían ser felices.

Liam y Kalum entraron luego al salón y nos reunimos todos al rededor de la mesa de madera que se encontraba en el centro del lugar, pero no empezamos la reunión.

Liam nos avisó que faltaba alguien y pocos minutos después, entró Mark por la puerta.

Olvídame Cielo  #OLVIDADOS#1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora