intro

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Todos saben quién es Park Ji Min, un chico apuesto, con labios gruesos y ojos de cachorrito, cachetes regordetes y una deslumbrante sonrisa. El centro de atención en la Central University of Busan. Y no solo porque el hijo de puta está exquisito, pero sus talentos sobresalientes incluyen cantar como una sirena y bailar como un puto amo. No es de negar que el idiota tiene un presente deslumbrante y un futuro prometedor si sigue haciendo lo que hace. Tiene una vida soñada, fiestas, amigos guapos, dinero, chicas, ¿y lo peor? ¡Es que nadie puede odiarlo! Porque el maldito es tan amigable que me dan ganas de romperle toda su linda carota. Es decir, ¡no hay nadie tan perfecto!

Mírenlo, todo un hijo de puta riendo por un tonto chiste que dijo su mejor amigo Taehyung, con sus perfectos dientes como si el mundo no se abalanzara a sus pies, como si no hubiera un mar de chicas atrás de él esperando que sus instintos de Señor Grey salgan a la luz. Rodeado de sus amigos en la mesa central de la cafetería, con sus uniformes pulcros y gorras de los deportistas...

Idiota.

— Oye, pareces estúpida mirando a Jimin, ¿es que te gusta? — mi mejor amiga, Sui, llamó mi atención riendo mientras comía de su asqueroso almuerzo con sabor a culo, piña y plástico que daba la universidad.

— Me gusta tanto como la gonorrea —arruge mí nariz con asco

— Oh, claro que sí —ella dijo con falso sarcasmo— Vamos habla, sé que quieres descargarte — empujó mi hombro con el suyo y mordí mi labio.

Si, quería jodidamente descargarme porque odiaba ver a Jimin sonriente y saludando a todo el mundo como si fuese una puta reina de belleza, aunque siendo sinceros no dudo que tuviera ese título. Nunca pararía de decir que Jimin estaba de rechupete, con su estilizada figura, sus piernas torneadas, su abdomen con ligeros músculos marcados, sus brazos prominentes... Y bueno, su estatura era lo único que rompía con el estereotipo de hombre perfecto, pero vamos, ¿a quien coño le interesa cuando te sonríe inocentemente y te regala uno de los eye smiles más perfectos que pueden existir? Ught, maldito Jimin.

— Es como el presidente Obama... Todo el mundo lo ama no importa qué haga. Puede cagar directamente en la boca de un bebé y lo aplaudirían, hombre — espeté clavando una papa cocida con mi palillo, imaginando que de alguna manera era la cabeza de Jimin— Apuesto que es como Taylor Swift, toda bonita por fuera pero toda una perra por dentro. — aclaré mi lógica mirando a mi mejor amiga, ella rió con desdén y negó ante mi comentario inmaduro.— Ya verás, seré el puto Kanye West de su historia, siempre un paso adelante, ¿quién dijo amén? — alcé mi mano de manera graciosa y mi mejor amiga suspiró aún más fuerte.

— Entonces, ¿por qué todo el mundo lo ama? — ella encarnó alzando una ceja y yo lo pensé por un momento.

¿Por qué coño Park Jimin era tan querido? Pues, si no lo he dicho ya, vuelvan a leer desde el principio y la descripción de la historia. Jimin era un jodido angel, pero no era algo que iba a admitir en voz alta, por favor, primero muerta que bañada en sangre.

Fingí pensar mi respuesta por un tiempo a la par que miraba el alto techo de la cafetería, suspiré y la miré con duda, entrecerrando mis ojos y estrechando mis labios.

— Debe tener un pene de oro... — me encogí de hombros, como si eso fuera la única explicación. Aunque a juzgar por su fama, si debía tenerlo, vi a Sui abrir la boca para decir algo, pero inmediatamente la interrumpí:- Y antes que me digas, oh, ¿pero por qué que hay de los hombres que lo aman? — fingi su voz neutra y sin gracia que tanto poseía— ¿¡Acaso no lo haz visto bien!? Ese tío colecciona más hombres y mujeres que Bella Thorne. Es como si hubiese una ley en el manual heterosexual que dicte que es permitido ser homosexual con Jimin — lo señalé a lo lejos, riéndome de mi propio chiste.

Sui rió por lo fuerte al escuchar mi respuesta, codeó mi brazo con desdén para que apartará mi mirada del idiota a unas mesas más adelante que nosotras que comía con el resto de sus amigos, Taehyung y Jungkook. Eran como las putas chicas superpoderosas de aquí allá los tres juntos, riendo de lo mismo, siendo siempre agrupados en la misma etiqueta, salvando el mal en la preparatoria, miles de personas lamiéndoles el culo.

A mi opinión, Jimin sería Burbuja, porque primero tiene complejos de princesa, segundo su voz es como la de una maldita ardilla y tercero, no sé cómo puede agarrar cosas con sus manos tan regordetas. Ah y cuarto, es rubio. Aparte de que es amable, sensible, amigable, ¿ya dije eso? Es que vamos, Jimin es como un pan de Dios, pero eso no me interesa, ese maldito un día tendrá que morir...

Jimin encontró mi mirada y levantó su mano para saludarme amigablemente. Ay, hijo de puta, como me saluda como si fuera su amiga... No lo voy a saludar, alguien tiene que enseñarle que la vida no es fácil y no le caeras bien a todo el mundo. La vida es dura Park Jimin. Así que simplemente gire mi mirada para seguir comiendo de mi almuerzo escuchando como Sui se burlaba de mi odio inexplicable hacia Jimin. La mesa que se repartía entre Sui y yo siempre era solitaria, y estos momentos aún más cuando nuestro otro amigo; Seokjin —al cual a veces se le unía su compañero de cuarto que era un total desmadre— se encontraba en sus clases de cocina.

Mi mundo color rosa que incluía odiar hasta la fibra más pequeña de Jimin se vió interrumpida de manera ruidosa y repentina por un cuerpo que desconocía a lo lejos, gritando mi nombre, haciendo que muchas personas voltearan curiosas —y como de costumbre cada vez que alguien me llamaba— igual que Jimin.

— ¡Oye! —un chico llegó corriendo a la mesa con el aliento acelerado, como si hubiese corrido un maratón. Sui se sobresaltó por tan repentina aparición, al igual que yo. El muchacho tenía papeles en su mano y parecía estar impaciente por decir lo que sea que iba a decir.— Dios, te estuve buscando por todo el campus — vociferó con dificultad recuperando un poco de aire.

— ¿Estás bien, paloma mensajera? ¿Hay algún telegrama para mí? — alce una ceja burlona y el muchacho bufó, rodando sus ojos.

— La profesora... La profesora Seon te ha mandado esto —dijo con dificultad por falta de aliento, el muchacho sonrió en grande como si estuviera orgulloso de la noticia que había en ese papel.

Tomé la hoja que me tendía y lo primero que hice al leer el encabezado fué sonreír de oreja a oreja.

«Concurso; Escritura Creativa»

Mi corazón dio un pequeño vuelco al ver de lo que se trataba. ¡Era una carta de felicitación! ¡Había ganado el concurso de Escritura Creativa! A la mierda, chille al ver los estatutos del documento diciendo lo puta ama que soy y la patada que les di al resto de los chicos del concurso. ¡He ganado! ¡he ganado algo por primera vez en mi vida! Bueno... Principalmente quiero agradecer a mi madre que pago mis clases, a mí padre por apoyarme y a mi hermano por ser un jodido holgazán, también quiero...

Esperen...

Releí el nombre del ganador del concurso, viendo mi nombre ser grabado en la tinta negra... Pero... Estos no eran mis datos, yo no nací en el noventa y cinco, mis ojos se fruncieron y leí con más claridad... ¿para el joven Park Jimin?

Apreté mi mandíbula y miré al muchacho frente a mí, tendiendole devuelta el documento con la rabia que llevaba acumulando, sí, esa rabia siempre tenía nombre y apellido, curiosamente eran los mismos que se me dieron al nacer. El tendió su mano confundido y aprete los puños para después gritarle sin pudor alguno:

— ¡Que no soy Jimin!

Soy Park Ji Min, una chica más del montón.







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Bueeeeeno, nueva historia, ¡woooh! Empecé con esta idea hace meses, pero apenas hoy decidí subirla, ha que mi primera fic songwritter esta a nada de terminar.

En esta fic encontraran comedia, groserías, quizás escenas suaves de sexo, mucho sarcasmo, peleas, más comedia, más groserías. Algo muy teenage fic, así que espero que les guste este prólogo y sigan la historia que de verdad me emociona mucho por mostrar. Últimamente he estado muy inspirada, así que he estado escribiendo mucho, muchísimo.

Dejen estrellitas si les gustó y nos vemos el próximo viernes!

¡no soy jimin!  ||  bts; jungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora