La vida me ha dado interminables señales de muchas cosas a lo largo de mis acciones. Estaba agradecido con cada mensaje que el universo me quería transmitir con cada consecuencia que llevaba por cada decisión. ¿La señal de hoy? Beber mucho alcohol hace que mi estupidez aumente a un cien por ciento. ¿Cómo lo sé? Fácil, soy Jungkook, eso era todo. Pensar era mi mecanismo de defensa contra mí mismo cuando me veía envuelto en una situación vergonzosa, con eso me refería a pelear en mi mente con el otro Jungkook para convencerme que en efecto tampoco la había regado tanto.
Jo, muchacho, es que comprendo que seas abiertamente amigable, ¿pero rebajarme a soltar frases comprometedoras a Jigi?
No eran comprometedoras, solo le dije la verdad.
Le dijiste que es hermosa y que no debería fingir ser alguien más.
¡Y es cierto! Tampoco es como si le estuviese diciendo una mentirilla.
Jungkook, creo que no me estás entendiendo.
¡Soy tu! Si yo no te entiendo, ¿entonces quien, Jungkook?
¡Exacto!
Estas hablando mucha mierda, haz dicho algo que alguien enam...
— ¿Que estás haciendo?
Lo que faltaba, la única razón por la que me quedé hasta tres de la mañana despierto golpenadome la frente y encogiéndome en vergüenza ajena por la estupidez que mi boca borracha decidió soltar. Verle me hacía recordar con vergüenza a mi idiota diciéndole que se veía hermosa.
Vamos, Jungkook, tu siempre le dices a todo el mundo que se ve hermoso.
Pero esa vez fue diferente.
¿Por qué?
Mire a Jigi desde abajo, miraba el cielo, como si buscará lo interesante en él y estaba vestida de manera casual, traía la prendas holgadas y viejas, perfectas para ensuciarlas y arruinar las sin algún arrepentimiento. Su cabello rubio brillaba con los pequeños rayos de sol que se filtraban, dándole todo el crédito a la falta del techo del jardín, mostraba a la chica con el fondo del cielo azul, una perfecta pintura romántica podría ser dibujada a hora mismo y toda la belleza se la llevaría en rostro neutro pero divertido de Jigi preguntándose qué diantres hago tirado en el pasto verde.
Pero ni yo siquiera sabía, solo estaba en viajes astrales pensando en lo incómodo que pude ser para ella y que tan relajada se veía. Agite mi cabeza de manera ligera sin quitar mi vista de ella, se veía tan fresca y adorable.
Entonces, mi estómago dio unas pequeñas cosquillas cuando la vi suspirar pesadamente, para acostarse exactamente como estaba, solo que su dirección era la contraria. Ay Dios padre Todopoderoso, ¿por que siento que puedo mojar mis pantalones aquí mismo? ¿¡Cómo se atreve a hacer eso!? Tan brusca al acostarse en la grama y la poca delicadeza era su marca de agua. Tiro sus pertenencias a un lado y su cabello estaba fuera del camino, dejando a relucir sus mejillas regordetas.
¿Que estaba haciendo? Se atreve a preguntarme eso, acostarse a mi lado y pretender que le contestaría con normalidad. Ja, la audacia.
— Pensando. — en ti. Pero obviamente no le diría eso.
Contesté de manera neutral. O lo más neutral que podía, porque por dentro estaba golpeandome mentalmente. ¿Fui muy cortante? ¿Estaré siendo obvio? A ver, Jungkook, relájate, actúa natural. Se natural, no es como si te pusieras nervioso fácilmente porque tus palabras aquella noche no tuvieron control y ahora te sientes confundido porque sientes la realidad de las palabras teniendo miedo de que Jigi se incomode y piense que no sé... Ella te gusta o algo, jaja, no es como si te gustara, eh.
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¡no soy jimin! || bts; jungkook
HumorPrimer acto; Jimin, un chico que disfruta de la vida entre fiestas, amigos y cualquier cosa que lo haga feliz. Popular, guapo, amigable, talentoso, solo le falta volar y repartir paz mundial. Segundo acto; Jimin, una chica... que no es Jimin. ¿Como...