final

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— Jigi, despierta. — una voz rasposa golpeó mis pensamientos cuando me sentía flotando en la nube nueve.

Tenía bastante pereza, en hechos, si sucediera un desastre natural en estos mismos momentos prefería morir antes de hacer un pequeño esfuerzo para levantarme fuera de la cama. Sabía que a Jungkook le urgía que finalizará mis sueños y me encaminara para mí compromiso, pero a este punto, donde las sábanas suaves de mi cama acariciaban mi piel no me importaba si eso le costará la vida. Es más, que se muera, yo seguiré soñando con mi vida de rica y mi Maserati nuevo.

— Jigi... — susurró más cerca de mí oído, suspirando de por medio provocando que el aire caliente de su aliento golpeara mi nuca y la parte de atrás de mi oreja—. Levántate... — su mano se dirigió a mi pierna expuesta y palmeó la cima de mis muslos de manera suave.

Suspiré profundamente sintiendo como el sueño que mi mente había proyecta se esfumaba con el toque de Jungkook. Gire mi cuerpo dentro de las sábanas para abrirlos poco a poco. Jungkook estaba casi encima de mi, su piel relucía de una ducha instantánea que se había dado en mi habitación, su cabello seguía un poco mojado y caía a los lados de su rostro cuando le veía desde abajo. En otra ocasión estuviese encantada con esta vista, después de todo debía admitir que nunca se hacía repititivo verle sin camiseta y recién levantado.

Pero como lo había mencionado antes, estaba cansada, dormida y con mucho sueño.

— No — testifique con un ligero mal humor, tirando la colcha hasta cubrir mi cabello desordenado y el resto de mi cuerpo, dándole la espalda.

Entonces escuché su bufido.

— Vas a llegar tarde entonces, si te apuras ahora llegarás a tiempo... — palmeó mi trasero nuevamente por encima de la colcha.

— Anda a darte una vuelta y déjame morirme aquí a la verga — arrastré las palabras haciendo una seña con mis manos a la par que vocalizaba un cansado "choo".

Pero así como nuestra convivencia era desde que entablamos la primera conversación. A él le valía verga mis peticiones y por ende, no hacía caso omiso a lo que mi boca profesaba. Tampoco era que lo esperara, después de todo, sería aburrido si lo hiciera. Sin embargo, Jeon Jungkook es conocido en mi mente como un interruptor que puede fastidiarte en cada segundo si el así lo quería. El no conocía límites o maneras "suaves" de tratar conmigo, por eso dentro de su podrido cerebro se le ocurrió la gran idea de tirar las colcha lejos de mi cuerpo de un solo tirón.

El frío de mi habitación inundó mi cuerpo, que apenas estaba cubierto con la camiseta de Jungkook y mis bragas, aquello fue el producto de la pijamada que habíamos decidido tener que resultó en una noche de pilates.

Me gusta hacer pilates con Jungkook.

— Joder... — me quejé audible mente cuando luego sentí el peso de él rebotar en mi cama, sacudiéndome de por medio. Palmee mi almohada y alce mi cabeza para verle sonriente como un niño pequeño enmendando su pequeño error—. Usualmente soy yo la que es responsable y toda esa mierda mientras que tú lloras porque solo quieres que juegue con tu cabello y ver televisión. — exclamé, tirando mi cabeza nuevamente en la almohada. Sus dedos recorrieron mi cabeza, alejando las hebras de mi rostro cuando me gire a verle.

— Déjame ser tu hombre responsable, entonces. — colocó la mano en su pecho fingiendo una fecha en su corazón—. Vamos, sé que tienes sueño pero nadie te manda a desvelarte.

Nidii ti mindi i disvilirti. — me burle nuevamente.

El sonrió apenas y tomo mi brazo para tirar de él, y así finalmente colocarme boca arriba en la cama. Aún estaba oscuro y es que a pesar de que la luz se filtraba por la ventana y la puerta del baño, el no se había tomado el tiempo de encender el foco de mi habitación.

¡no soy jimin!  ||  bts; jungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora