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— ¿¡Tuviste sexo con Yoongi!?

Y sí, esa fue la manera más disimulada de Hoseok de reaccionar a mí tonta aventura. No estaba en mis planes decirle en primera estancia, de hecho, hasta pretendía mantenerlo guardado de Seokjin, principalmente porque sabía que me reprenderia y me regañaría por lo mal actuado que estaba hecho. Sin embargo, Sui había preguntado donde había estado toda la mañana del domingo y porqué no había respondido los mensajes de ellos cuando aún en la noche habían planeado para cenar juntos. El domingo –es decir, ayer– no había despegado un ojo, ni siquiera para estudiar para mí exámen, mi cuerpo pedía que simplemente me tirara a morir en mi cama y no creyera ni en el mismísimo Dios. Estaba moribunda, mi cabeza dolía, mis ojos ardían y mis náuseas estaban en su punto auge, llegué a la conclusión de que mezclar exageradamente mucho alcohol no había sido buena idea, y nunca lo seria inclusive cuando pensaba que podría aguantarlo. Era más que obvio que aquella mezcla me había hecho mierda el estómago y todo lo que conlleva a mi estabilidad emocional, y era por eso que ni mi celular había encendido en todo el día, ni siquiera Instagram había querido revisar, no me importaba si me perdía las historias de Cardi B, no tenía ganas de nada.

Así que se podría decir que era una sorpresa que a las diez de la mañana me encontraba con mis amigos tirados en el césped del campus central, luego de una ardua clase y examen que estaba segura que había aprobado fácilmente. Seokjin me miraba intenso y Sui no tenía expresión alguna, mientras que obviamente Hoseok estaba riéndose como idiota.

— ¡Baja la puta voz! — golpeé sin pudor alguno el costado de su cabeza de manera brusca—. Joder, Hobi, a la próxima pudiste simplemente gritarlo por un micrófono, maldito seas — espete provocando que él se encogieta en su lugar

—¿¡Como quieres que me calme!? ¡Se supone que lo nuestros era algo. ¡¿Como te atreves de engañarme de esa manera?! Es decir, ¡y con Min Yoongi! — Hoseok siguió palabreando—. ¡Te di todo mi amor, Jigi! ¿Sabes lo completo que me sentiría con acercarme a ti sin que empieces a pedir tu espacio personal como pendeja? O tocarte las tetas... Lo que venga primero — se burló. Otro zampr en la nuca de mí parte llegó a él, provocando que un par de risas salieran por su reacción catastrófica.

Pero al parecer Jin no estaba de buenas.

— Explícame eso, porque no veo qué sucede — bramó Jin. Obviamente molesto por mi acción que podía ir en contra de toda mi moral—. Solo dime que usaron condón — pasó su palma en su frente.

Suspiré pesadamente y asentí con pesadez.

— No puedo creerlo, un día estás matandote con el y al otro... ¡cojen! — Sui palmeó la mesa indignada.

Me encogí en mi asiento, harta de las palabrería de mis amigos que estaban en toda su razón de ser.

— ¡De acuerdo, ya! — brame con un puchero—. El idiota de mierda y yo tuvimos sexo, no puedo retrocederlo. Solo queda recordarlo y evitar vomitar — gire los ojos, y la carcajada de Hoseok resonó en el lugar.

— En realidad, si no era conmigo, apostaba que ustedes terminarían juntos, son un mal cliché del que siempre encuentro como gusto culposo — Hobi colocó su mano en el pe ho sonriendo de medio lado, como si se esperara todo este embrollo.

Hoseok seguía con sus manos en su pecho, sonriendo mientras negaba con la cabeza, como si la situación le llenará de dulzura y amor. Por su puesto mí cara de culo se hizo denotar y no perdí ni un segundo para tomar una rebanada de queso de mí sándwich y aventarsela a la cara, provocando que este chillara.

— Cállate, perra — escupí a la par que lo veía como se deshacía de esa grasosa pieza me su cara, mientras que Seokjin y Sui reían con desdén.

¡no soy jimin!  ||  bts; jungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora